FOTO DE
FONDO DE FERNANDO: EMMA COHEN
ESCENARIO
DEL TEATRO ESPAÑOL |
FERNANDO
FERNÁN-GÓMEZ
NOS
DICE ADIÓS DESDE
EL ESCENARIO
DEL TEATRO ESPAÑOL,
CONVERTIDO
EN UN EVOCADOR CAFÉ
DE TERTULIA. |
En
La fiacca, del
autor argentino Ricardo Talesnik, Néstor, el protagonista, le confiesa
a su joven esposa Marta que no tiene ganas de levantarse para ir al trabajo, de
modo que ha decidido quedarse en
la cama. Con un
“¡No aguanto más!”,
trata
de poner fin a las protestas de ella. En
1968, la obra llegó a España y fue estrenada, con el título de La pereza, en el teatro Eslava. Fernando Fernán-Gómez era el oficinista
rebelde. Nadie sospechaba entonces que el actor suscribía íntegramente aquellas
palabras que el autor había puesto en boca de su personaje. Sin embargo, así
era.
NIETO,
NO RECONOCIDO,
DE FERNANDO
DÍAZ DE MENDOZA
Y DOÑA
MARÍA GUERRERO
FERNANDO
DÍAZ DE MENDOZA
(1903) |
Pocos lo sabían, algunos habían oído
campanas y la mayoría ignoraba un dato que se
acaba de conocer: que su padre se llamaba Fernando
Díaz de Mendoza Guerrero y que era hijo del aristócrata y actor Fernando Díaz de Mendoza y de doña María Guerrero. Pero este importante dato
biográfico sólo sirve para que hoy podamos decir que de casta le viene al galgo
(*).
|
MARÍA GUERRERO |
UN
CAFÉ DE TERTULIA
PARA
SU DESPEDIDA
FERNANDO
FERNÁN-GÓMEZ |
Sobre
el escenario del Teatro Español
unas mesas de mármol, evocadoras de un café tertuliano, rodean el féretro, Un
atril invita a quien quiera leer, recitar o cantar. Mirando el féretro el
propio Fernando lo contempla desde
una gigantesca fotografía. Emma Cohen,
su viuda, repartía hojas sueltas con poemas del actor que, en su momento, han
sido reunidos en el libro El Canto es
vuelo. En el prólogo el propio Fernando
advertía: |
Si alguna vez dentro de mí hubo un poeta,
malo o mediano,
desapareció hace muchos años.
en una vieja carpeta quedaron sus restos.
(*)
Indirectamente algo se podía barruntar
en las propias memorias de Fernando: El tiempo amarillo.
El escritor Marcos
Ordóñez, recogiendo testimonios de amigos íntimos de Fernando, lo
apuntaba veladamente en su libro La ronda del Gijón |