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LAS VISITAS
DEBERÍAN ESTAR
PROHIBIDAS POR EL
CÓDIGO PENAL
Sobre Textos
de
Miguel
Mihura
de
IGNACIO DEL MORAL
Con dirección de
ERNESTO CABALLERO
en el
CENTRO DRAMATICO
NACIONAL
(TEATRO MARÍA
GUERRERO)
Del 7 de diciembre de
2006
al 28 de enero de 2007 |
Miguel Mihura es autor dramático que para valorarlo hay que
leerlo entre líneas. En el 2005 - el año pasado-, cumplía cien
años.
La nueva temporada del Centro Nacional Dramático se ha
vuelto a fijar en Mihura y levanta el telón con un largo título, que no
es de la cosecha Mihura: Las visitas deberían estar prohibidas por el
código penal. El título lo ideó Ignacio del Moral, pero Ernesto
Caballero – el director de este montaje - fue quien le habló del
proyecto.
- Se trataba de las visitas en que Mihura es crítico con la
convencionalidad del lenguaje, las cuales pierden al ponerlas en el marco
convencional. Al leernos toda su obra dramática, vimos que Mihura es un gran humorista
y un poeta, pero no tanto un dramaturgo. Investigamos en el material no
dramático que había publicado en revistas y comprobamos que muchas de esas
escenas están en su teatro. Nos interesó su faceta de humorista cruel y
buceamos por ahí. La base del texto son una serie de escenas de algunas de
sus obras de teatro sumadas a sus textos no dramáticos. Lo que hemos hecho
es un Mihura apócrifo.
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SESEÑA Y ROSA SAVOINI
FOTO: ROS RIBAS |
Ignacio del Moral es consciente que es un Mihura según
Ignacio y Ernesto:
- Para los amantes de Mihura tal vez se sientan
chocados. Los que no lo conocen o lo desprecian descubrirán su humor vivo
y surreal, así como el modo magistral de manejar el idioma.
Al principio se pensó en una especie de Antología de Mihura y de ahí se pasó al hilo conductor de las visitas. Había un peligro construir
un popurrí.
- Huimos de ello y nació una
visión del conjunto de su obra y una filosofía que configuró una propuesta
dramática autónoma.
Responder a la pregunta de quién es Mihura, es, según Ignacio
del Moral, un inalcanzable:
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- Los personajes
ilustres en cuanto abandonan el mundo de los vivos, empiezan a convertirse
en ficción. Por mucho que se estudien, que se publique sobre ellos, cada
estudio arroja una imagen distinta. Al final los personajes históricos
acaban siendo personajes literarios, recreados y reinterpretados según la
óptica de quien se acerca a ellos
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Puestas las cosas así, la única pretensión de Ignacio ha
sido:
- Entrever al Mihura que está tras sus
personajes y sus textos. Puede corresponder o no a la realidad, pero me
conmueve como personaje y me sirve de armazón sentimental para la
selección de las escenas y los textos. Me ha salido un Mihura que es un escritor
pleno y dolorosamente consciente del mundo que le ha tocado vivir y que no
le gusta. Es un Mihura convertido en personaje dramático.
Es un personaje “ausente”. Está en
escena a través de sus creaciones: las paradojas, los absurdos, las lógicas
alteradas.
- Nuestro Mihura es tan consciente del
horror que se avecina que tiene miedo de nacer. Tiene algo de Esperando
a Godot (Becket), Seis personajes en busca de autor (Pirandello) y de El Ángel exteminador (Buñuel)
LOS HILOS DE LAS MARIONETAS DE MIHURA
LOS MUEVE ERNESTO CABALLERO
Quien ha movido a los actores e imaginar cómo vestir el escenario,
es Ernesto Caballero.
- Tener la posibilidad de trabajar en el María Guerrero
es un privilegio y volver a colaborar con Ignacio, compañero de
aventuras profesionales, y con esta Compañía que ha entendido que
este trabajo es muy especial, es una satisfacción.
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FOTO: ROS RIBAS |
Cualquier Compañía no valía para este enredo.
- No había un libreto definido. Lo normal es que exista
un texto. Se parece a una de esas construcciones modernas que empiezan por
el tejado. Es más, aún hoy, a pocos días del estreno, el texto definitivo está
sin determinar. Podríamos definir a este trabajo como una “dramaturgia en
acción”
FOTO: ROS RIBAS |
Se suele hablar de la
modernidad de Mihura y su actualidad, pero para Ernesto este
concepto…
- Es complejo el hablar de modernidad. Fustiga a los
burgueses de su época y lo que lee ese público: el folletín, los pastiches
literarios, el melodrama…, pero eso ya no existe. Fustiga a los
personajes, pero se remite a personajes que son como mis tías abuelas con
criada y todo ese mundo muy de la época. Quedan reminiscencias, que son
referentes que nos ayudan a reconocernos, pero nada más.
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La escenografía es de José Luis Raymond.
- Esa especie de viaje del texto y de los actores que
se ha mencionado – especifica Raymond -, se plantea con una
estética que sigue la idea central: el saber cómo va la obra pero no lo
que aparecerá. Hemos ideado una sala de visitas de los años 50 ó
60, pero con materiales contemporáneos. Podría ser de los 2000. Es de tipo
funcional y el espacio es grande con el fin de que los personajes
aparezcan chiquititos.
CON MIHURA
LLEGA EL HUMOR
AL CENTRO
DRAMÁTICO NACIONAL
Los Centros Dramáticos
Nacionales no son proclives a programar humor. En esta ocasión llega con Mihura
- El humor es necesario aquí,
en el Centro Dramático Nacional,- comenta Ernesto - y en la vida. Es bueno que el Centro se abra al
humor.
Según Ignacio del
Moral:
- Del humor se entra y
se sale. La misma realidad se puede expresar desde el humor o desde lo
dramático. De un coche de muertos se cae el ataúd y nos hace gracia, pero
no es así si el ataúd es de mi madre. Por el humor se mide la resistencia
y la tolerancia de una sociedad. El humor es un experimento de
complicidad. La sociedad se hace cómplice y decide qué es lo humorístico.
Por ejemplo en épocas de crispación, el humor va contra el adversario. Es de los productos
más refinados de la humanidad. El dolor y la tragedia son los primeros.
Una sociedad inteligente es la que se ríe de sí
misma.
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FOTO: ROS RIBAS |
FUNCIONES
De martes a sábados: 20:30 horas
Domingos: 19:30 horas |
PRECIOS
De 10 a 18 €
Miércoles: 50%
Descuentos: Grupos, carnet joven y 3ª edad |
Título: Las visitas
deberían estar prohibidas por el código penal.
Autor: Miguel Mihura
Dramaturgia: Ignacio del Moral y Ernesto Caballero sobre
textos de Miguel Mihura.
Escenografía: José Luis Raymond.
Vestuario: Ikerne Giménez.
Iluminación: Juan Gómez Cornejo.
Espacio Sonor: Ignacio García
Creación multimedia: Mirentxu Menchaca
Movimiento escénico: Esther Acevedo
Profesorado canto: Mercedes Díaz
Caracterización: Raquel Rodríguez
Fotografía: Ros Ribas
Ayudante de dirección: Aitana Galán
Ayudante de escenografía: Bengoa Vázquez
Ayudante de vestuario: Sol Curiel
Ayudante de iluminación: Esther Zalamea
Intérpretes: Natalia Hernández (Lírica), Susana Hernández
(Novia), María Jesús Lorente “Chupi” (Finolis), David Lorente (Ladrón), Juan
Antonio Lumbreras (Bombero), Jorge Martín Inventor), Nerea Moreno (Moderna),
Carles Moreu (Señor Misterioso), Rosa Savoini (Nuestra Señora de
los Calditos), Nathalie Seseña (Falsa Monja), Juan Carlos Talavera
(Señor de Murcia) y Pepe Viyuela (Mayordomo).
Dirección: Ernesto Caballero.
Estreno: Teatro María Guerrero (CDN), 7-XII-2006. |
FOTOS: ROS RIBAS |
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