DISEÑO: CARLOS MANUEL DÍAZ |
CALIPSO
o
CALIPSO Y LOS HOMBRES
en el
TEATRO MADRID
nueva versión
por
PEDRO VÍLLORA/MONTSERRAT FONT
de
EL JOVEN TELÉMACO
EUSEBIO BLASCO/JOSE ROGEL
Del 17 de noviembre
al 10 de diciembre
De 2006 |
140 AÑOS DESPUÉS DE SU ESTRENO,
SIGUE SIENDO UN JUGUETE CÓMICO
QUE NO HA PERDIDO SU FRESCURA Y ENERGÍA.
El 23(22) de septiembre de 1866 se levanta el telón en
el Teatro Variedades – Teatro de los Bufos Madrileños
- de Madrid para estrenar El joven Telémaco. Su
autor era un joven de veintidós años, Eusebio Blasco
(Zaragoza, 28 – IV- 1844/ Madrid 25-II – 1903) y el
compositor José Rogel (Orihuela(Alicante) 24 –
XII – 1829/ Cartagena 26 – I – 1901).
El 17 de diciembre de 2006 se volverá a levantar el
telón para El Joven Telémaco en el Teatro
Madrid, que ahora se presenta bajo el título
Calipso en una versión de Pedro Víllora. Este
espectáculo inauguró el Festival de Teatro Clásico de
Mérida de 2006. |
FRANCISCO ARDERIUS |
El director de escena Ángel Roger propuso a Pedro
el resucitar este texto, quien declara:
- El joven Telémaco
depende más de
Fenelón
que de
Homero.
Eusebio
Blasco lo había escrito por encargo de
Francisco
Arderius, actor y empresario que había conocido en
París el éxito de las operetas de
Offenbach:
La bella Helena, Orfeo en los Infiernos etc.
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PEDRO VÍLLORA |
EUSEBIO BLASCO |
Aquellas operetas abordaban los temas clásicos, sin
pretender su historicidad ni un elevado valor literario. Los
ingredientes comunes a este tipo de espectáculos, eran una
música pegadiza, comicidad de alto voltaje picaresco
fusionada con elementos grotescos. Se recurría a menudo a la
sátira política. Y todo ello se sazonaba con chicas
descaradas de relucientes pantorrillas.
ANGEL ROGER |
- Este tipo de
teatro musical fue un intento de crear en
nuestro país un género nuevo
– aclara
Angel Roger. El modelo del
teatro bufo es el de una obra breve, de
argumento siempre descabellado e impredecible,
que tiende a la caricatura y se mofa de todo
tipo de grandes temas como los mitos históricos,
la realeza, el ejército, la política, etc. Para
ello recurre a música agradable y ligera;
sensuales habaneras, tangos, floreadas
seguidillas, y todo con aire de exotismo. Aún no
había nacido el género chico y la ligereza de
estos espectáculos tuvo una gran aceptación
popular. Es en esencia el comienzo de un género
que derivó con el tiempo en espectáculos de
variedades y en la revista propiamente dicha.
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EL JOVEN TELÉMACO ALDABONAZO
PARA LOS PURISTAS
DE LA ZARZUELA
Lógicamente para los puristas de la zarzuela grande, aquello
era una profanación. Incluso cuando se recuerdan “los bufos”
en la literatura de zarzuela no se es muy misericordioso con
ellos. En el Madrid Cultural de 1992, se resucitó
alguno de ellos: Robinson y lo más llamativo era el
contraste de la música – de cierta altura – y los argumentos
baladíes.
Frente a los detractores del nuevo género, surgían, en
opinión de Ángel, defensores como:
-
Don
Benito Pérez Galdós quien escribió un interesante
artículo en el diario
La
Nación a favor del teatro popular de
Los
Bufos de
Francisco Arderius, desmarcándose de los
escrúpulos artísticos y estéticos de la mayoría.
En la sociedad de la época sucedió algo parecido
a lo que hoy sucede con los programas del
corazón que nadie los ve, pero son muchos los
que conocen las noticias.
- A pesar de
las críticas
– recuerda
Ángel -, por el hecho
de imitar el modelo francés y por la
ligereza y la futilidad del divertimento, lo
cierto es que todo el mundo canturreaba las
canciones de
Los Bufos. Un país que latía ya a
ritmo prerrevolucionario, cuando en 1868 se
instauraba la 1ª Republica. El propio
Valle-Inclán lo refleja en su
esperpento Viva mi dueño: poniendo en
boca de uno de sus personajes el ¡Me
gustan todas, me gustan todas, en general!
parafraseando la chistosa y eficaz habanera
de El joven Telémaco.
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EL JOVEN TELÉMACO ABRE
NUEVAS VÍAS
Y DESCUBRE A LAS SURIPANTAS
FOTO: SERGIO PARRA |
El joven Telémaco iniciaba, en España,
esta experiencia en 1866. Ese mismo año en Nueva
York se estrenó The Black Crook que junto
al estreno en Inglaterra de El Mikado de
Gilbert & Sullivan un año antes y La
Bella Helena de Offenbach en el París
1864 son considerados el nacimiento de este
nuevo teatro musical. Nombre que no se le había
dado ni a la ópera ni a la zarzuela.
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Llegó a tener 33 representaciones seguidas y setenta y
dos, durante la temporada. Llegó hasta los teatros
privados como en el de la condesa de Montijo.
Allí acudieron la infanta Isabel y su hija,
los ministros de Brasil y de Estados Unidos
y la aristocracia, que no dudó en interpretar
algunos de los papeles.
Posteriormente el 17 de febrero de 1900 subía al
Teatro de la Zarzuela, pero con una revisión del
propio Eusebio Blasco. Lo había aligerado y
dejado en un solo acto.
Con los bufos se popularizo el término de
las “suripantas”
a las cuales Arderius anunciaba como
“primeras tiples
relativas”. El público les perdonaba
su voz o su afinación porque estas limitaciones
se compensaban con las 24 estupendas piernas
correspondientes a 12
“suripantas”. Las tales eran unas
sensuales señoritas sobre la escena. Según
afirma Eusebio Blasco, algunas de estas
“suripantas”,
casaron con nobles o altos cargos del gobierno.
El apelativo de
“suripantas”, hoy olvidado, pasó a
denominar a las coristas y posteriormente a las
mujeres del teatro.
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LOS BUFOS CASADOS CON LA
ACTUALIDAD SOCIOPOLÍTICA
Uno de los elementos importantes es la alusión a la
actualidad sociopolítica y hoy estamos en el 2006.
- La alusión a la
actualidad más inmediata y reconocible era
fundamental.
– concluye Pedro Víllora.
Mi principal problema fue, cómo mantener cómo
mantener una comicidad basada en argumentos de la
época desconocidos para el público de hoy. Había que
conservar el espíritu burlesco del original, aunque
para ello fuese necesario cambiar la letra.
Los cambios comenzaron por utilizar un lenguaje para
los dioses y otro para los humanos.
-
Los dioses hablan en verso y los humanos
en prosa. También he intentado
privilegiar el mundo femenino
representado por las diosas y las
ninfas, aumentando el protagonismo de la
diosa Calipso así como de ese ser
de sexualidad compleja que es el sabio
Mentor. El resultado es algo más
que una simple versión pero menos que
una obra propia. Viene a ser una
paráfrasis, siguiendo a León
Felipe cuando define así su
recreación de Macbeth llamada
El asesino del sueño.
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FOTO: SERGIO PARRA |
Tales acentuaciones han llevado a cambiar el título.
FRANCISCO VALLADARES
FOTO: SERGIO PARRA |
- El
título puede ser Calipso o
Calipso y los hombres. Con ello se
resalta el triunfo de las mujeres que
luchan por sus deseos frente a los
hombres que son movidos por el capricho
o por el interés, que también es
masculino el bien pagado dios Amor.
He, pues, intentado privilegiar el mundo
femenino representado por las diosas y
las ninfas, aumentando el protagonismo
de la diosa Calipso así como de
ese ser de sexualidad compleja que es el
sabio Mentor.
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La partitura de José Rogel, ha sido revisada
por Montserrat Font Marco:
-
Montserrat ha trufado nuevos números
musicales del mismo compositor
– advierte
Ángel -, para adaptar el
conjunto de la obra a las decisiones de la
dirección de escena.
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MONSERRAT FONT 2006 |
1866 JOSÉ ROGEL |
Helena Sánchez Kriúkova nos introduce con su
colorista vestuario en un mágico mundo clásico
aderezado con guiños burlescos de otras
cronologías.
Felipe Rodríguez de Lima ha diseñado el espacio
escénico, un mar Egeo imaginario, genérico y
significante, con unas olas juguetonas que
protegen o amenazan a nuestros protagonistas.
Juan Gómez Cornejo desde su maestría, ha
inventado una luz que se inspira en las gamas
acuáticas, creando un sugerente mundo casi
submarino que nos genera percepciones nuevas.
Marta Gómez ha creado una dinámica y guasona
coreografía con ecos de las follies,de los
scandals,de las variedades de antaño.
ACTO I
La diosa Calipso se encuentra furiosa y
desairada en su cueva porque su amante, Ulises,
ha desaparecido. Telémaco, hijo de
Ulises, que
se ha puesto en camino en busca de su padre,
llega a la isla de Calipso acompañado de su
preceptor, Mentor. Calipso se enamora de
Telémaco nada más verle, por el gran parecido
que tiene con su padre, y hace lo imposible por
conquistarle. Telémaco, consciente de los
encantos de la diosa, se prenda de la ninfa
Eucaris, que a su vez le corresponde; ésta es
encerrada en una cueva por Calipso. Mentor se da
cuenta de las artimañas de Calipso y trata de
proteger al joven, huyendo ambos.
ACTO II
Calipso visita a la diosa Venus, madre de
Eros,
dios del amor, y suplica a éste que haga
regresar a Telémaco a sus brazos.
Eros trae a la
isla a Telémaco y Mentor, considerando así
cumplida su misión. Pero Telémaco soborna al
joven dios con dinero de Mentor y le pide que
vaya buscar a la ninfa de la que se ha
enamorado. Llega Ulises a la isla, con la cara
tapada, sin ser reconocido por Venus.
Ulises y
su hijo se encuentran y, tras reconocerse, se
abrazan con amor. La obra concluye felizmente,
con la llegada de Eucaris, traída por
Eros, la
cual se une a Telémaco. Calipso decide casarse
con Mentor, el único que le ha dado consejos
adecuados, pero no puede hacerlo, pues Mentor
era en realidad la diosa Minerva, disfrazada de
hombre para proteger al joven Telémaco. |
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Con esta producción, la Compañía Lírica Dolores
Marco inauguró el Festival de Teatro Clásico de
Mérida del 2006, con un rotundo éxito de público
y crítica. Se trata de un musical distinto, una
nueva forma de presentar la zarzuela. Actual,
ágil y colorista, Calipso está pensado para
atraer al público joven, sin olvidar a los
fieles seguidores del género lírico.
En escena 17 cantantes y actores, una orquesta
en directo de 33 profesores, una cabecera de
primera línea y un equipo técnico de
profesionales al servicio de una puesta en
escena impactante, componen esta compañía de más
de 60 personas. |
FUNCIONES
Martes, miércoles y jueves: 20:00 HORAS
Viernes y sábados: 19:00 y 22:00 HORAS
Domingos: 18:00 HORAS |
Título: Calipso (Basado en El Joven Telémaco)
Autor: Eusebio Blasco
Adaptación: Pedro Víllora
Música: José Rogel
Arreglos musicales: Montserrat Font Marco
Escenografía: Felipe Rodríguez de Lima
Iluminación: Juan Gómez Cornejo
Coreografía: Marta Gómez
Vestuario: Helena Sánchez Kriúkova
Foto y diseño de cartel: Carlos Manuel Díaz
Fotos: Sergio Parra
Compañía: Compañía Lírica Dolores Marco
Producción: Mª Dolores Font en coproducción con
el Festival de Teatro Clásico de Mérida
Orquesta: ORQUESTA TITULAR DE LA COMPAÑÍA
DOLORES MARCO
Intérpretes: Francisco Valladares
(Mentor), Soledad Mallol (Calipso) y Elena Martín
(Eucaris) (Las Virtudes), Marco Moncloa (Telémaco),
Tonino (Dios Amor), Susana Casas (Venus), Carlos Manuel
Díaz (Ulises), Emilio Cerdá (El Ninfa Nisco),
Isabel Rodes (La Ninfa Leucotoe), Eduardo
Cárcamo (Ninfa)
Ninfas: María Arcos, Mónica Domínguez,
Sandra Jiménez, Rebeca Matellán, Cristina
Palomo,
Andrea Soto, Lorena Toré Vallecillo.
Dirección musical: Montserrat Font Marco.
Dirección escénica: Ángel Roger
Duración: 50 ‘ (1ªparte) / 40’ (2ª parte). |
FOTO: SERGIO PARRA |
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