QUERELLAS ANTE EL DIOS AMOR
POR VEZ PRIMERA SOBRE UN ESCENARIO NUESTRA MÁS ANTIGUA LITERATURA DRAMÁTICA
LOS TIEMPOS DE LOS
REYES CATÓLICOS (ISABEL Y FERNANDO) MÁS DIVERTIDOS DE LO QUE EL VULGO CREEE
Antonia Paso, Ramón Pons, Cristina Juan
Diálogo entre el amor, el viejo y la mujer hermosa
(Anónimo)
Foto: Escenarios Virtuales. |
Varios
actos conmemorativos han celebrado el V Centenario de la
muerte de Isabel La Católica. Segovia ha sido un punto de
encuentro, ya que allí se proclamó a Isabel como Reina de
Castilla. Manuel Canseco, fue el encargado de plasmar
escénicamente en un macromontaje la Coronación al aire libre
de Isabel. Segovia se llenó por esas fechas, en su Plaza
Mayor, de una variopinta actividad en torno a esa época. Y como
una cosa lleva a la otra, ¿por qué no bucear en la literatura
dramática de esos siglos?
La tal literatura copa los siglos XV y XVI y los autores
dramáticos – siempre queda la duda de si han sido representados
o simplemente escribieron para ser leídos – responden a nombres
como Comendador Escribá, Torres Naharro, Juan
de la Encina, Lucas Fernández. Ellos representan la
primera literatura dramática española.
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No se sabe si se llegaron a
representar y en ese caso si eran textos para Palacio o para
las Plazas del pueblo. Juan de la Encina y Lucas
Fernández, tal vez, escribieron para Palacio o incluso
se representaron en las universidades, como podría ser la de
Salamanca. Es muy posible que El diálogo entre el Amor,
el Viejo y la mujer hermosa (anónimo), fuera un texto
para Palacio.
El tal viejo – los viejos también tienen derecho al amor - lo
interpreta Ramón Pons y confiesa que lo ha pasado muy mal
durante los ensayos porque “en
comparación con las otras obras aparecía como menos divertida.
No obstante he visto que al enfrentarme con el público no ha
sido así. Es una de las que más gusta”.
Comedia Calamita (Torres Naharro), Querellas ante el
Dios de Amor (Comendador de Escribá), Farsa o cuasi
comedia (Lucas Fernández), Representación sobre el poder
del amor (Juan de la Encina), Diálogo entre el Amor, el
Viejo y una mujer hermosa (Anónimo), son los textos
seleccionados para confeccionar un espectáculo que pudiera subir
a une escenario y que cumpliera con un tiempo de representación
aceptable.
-
No era fácil –
advierte Manuel Canseco
– de montar. Son desconocidas para el público y son
demasiado breves. Cada una viene a durar unos 10 o 15
minutos. Había que buscar un denominador común. Lo hemos
encontrado en el tema del amor que en estos siglos
aparece siempre en forma lúdica.
Estos, llamémosle “sketchs” si los
consideramos aislados, reflejan una época alejada de lo que
pueda ser el oscurantismo, como muchas veces se ha presentado el
reinado de los Reyes Católicos. Esta dimensión es la que más ha
impresionado a Ramón Pons (confiesa su carrera de
historiador, amén de ser actor):
Jose Vicente Moirón y Cristina Juan
Foto: Escenarios Virtuales |
-
Me ha
llamado la atención el desenfado y
desvergüenza de esa época. Yo tenía el
reinado de los Reyes Católicos como una
época oscura y austera. Pero estos
textos nos hablan de cuernos, celos,
intrigas amorosas… Cuando caes en la
cuenta de estos comportamientos
compruebas que por esa época también
anda La Celestina. De alguna
forma estos textos vienen a ser una
Celestina, pero en tono más sencillo.
Esto me ha hecho reflexionar sobre el
modo de cómo se transmite, a veces, la
historia alejada de la realidad. Prueba
de ello son estos textos.
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Hay quienes han creído ver en esta literatura, una especie de
Decamerón “sui generis”. Sin llegar a ello, sí tienen ese
aire procaz y liberal. A lo anotado por Pons,
Manuel Canseco subraya:
-
Juzgar una época
pasada siempre es difícil pues hay que situarse con
los criterios de dicha época. Cuando esto se
consigue, ves que todo tiene su justificación. Una
cosa es lo que interpretan historiadores e
investigadores y otra la vida que reflejan los
textos. Lo mismo que nos sorprendieron a nosotros,
le va a sorprender al público. Se ha hecho alusión a
La Celestina. Hay una cierta similitud, pero
aquí tenemos una ventaja. La Celestina es un
extenso libro que siempre requiere una adaptación
cuando sube a une escenario. Y ahí interviene mucho
la mano del adaptador. En estos textos, al ser
piezas cortas no tiene ese peligro. Nos encontramos
con “gente” que, en realidad, fueron dramaturgos.
Sus textos están en contacto con el público, lo cual
les obligaba a cambiar frecuentemente. La obra está
construida desde el propio tablado y eso se nota.
Cuando recurrimos a los clásicos siempre surge la misma
pregunta. ¿Por qué? O bien los elegimos por su conexión con la
actualidad nuestra o por la modernidad. Es más, en este año que
llevamos de celebraciones isabelinas, uno de los puntos que se
sugieren es la modernidad. Al fin y al cabo el reinado de los
Reyes Católicos marcan el paso hacia el Renacimiento, con una
concepción nueva del hombre en contraste con el hombre medieval.
En palabras de Canseco, tal intento de “actualidad o modernidad”
no ha sido necesario forzarlo.
-
Las comedias son
tan sencillas que lo único que exigen es
enterarse de cómo era ese mundo. La modernidad,
si es que queremos plantearlo así, está en que
los temas que se tocan son de ahora. Hemos
querido respetar ese ambiente y hasta tal punto
que mantenemos vocabulario hoy en desuso e
ininteligible como vocablo aislado, pero que se
puede comprender por el contexto de la frase.
Los estudiosos de las formas primitivas de teatro – estas piezas
pertenecen a la literatura dramática castellana más antigua –
sitúan espacialmente la representación sobre tablados o
corrillos en las plazas y calles, salvo algunas fugas palaciegas
o hacia los patios de las Universidades. La experiencia
segoviana, fue así.
-
Plantábamos un
tablado sobre el fondo de una Iglesia y el
público, en pie, se arremolinaba en torno.
Otra de las escenas se desarrollaba en otro
rincón, lo cual obligaba al público a
desplazarse. La acogida nos sorprendió, pues
la gente iba de un lado a otro con toda
naturalidad. Era un modo de revivir el
teatro de aquella época.
LA ESCENOGRAFÍA: DEL TABLADO AL CORRAL DE COMEDIAS |
La experiencia del Corral de Almagro determina la escenografía.
David Sánchez, Cristina Juan, Manuel Bru
Foto: Escenarios Virtuales |
Esta puesta en escena se cambió en Almagro. Se pidió el Corral
de Comedias – estructura teatral del barroco – y funcionó. Al
haber tantas atmósferas diversas: exteriores e interiores,
necesidad de simultanear escenas, la creación de ambientes
líricos – el espectáculo está a caballo entre lo poético (el
verso destinado al mundo del corazón y el amor) y la novela (la
prosa para otras parte más narrativas) – etc… se necesitaba que
el espacio escénico no tuviera una importancia especial o una
denotación muy concreta. Puertas abiertas o cerradas, balconada
y un gran trabajo de iluminación,
gracias a Jesús Antón, consiguen crear ese ambiente más
genérico. La experiencia de Almagro llevó a construir un esquema
similar de balconada, puertas y columnas para cualquier
escenario a la italiana. En este espectáculo
“el continente
tiene menos importancia”, sintetiza Canseco.
Foto: Escenarios Virtuales |
Por el contrario, el abundante vestuario – diseñado por
Lorenzo
Collado -es capital, ya que permite que 7 actores encarnen 24
personajes. Entradas y salidas y rapidez en el cambio – similar
al de un teatro de revistas en que las vedettes cambian de
plumas a cada minuto – es el secreto para que el espectador
entre de lleno en el nuevo personaje. Su tratamiento estilístico
es “muy nuestro” especifica Canseco. No se trata de reproducir
la época. Se han mezclado épocas y más bien se sigue un criterio
basado en la personalidad del personaje. Por ejemplo el
“caballero” se diseña como un caballero romántico, mientras que
los pícaros - los futuros criados del teatro español del siglo
de oro – se connotan con ropas más a ras de tierra y menos
sublimes.
-
Las que lo tienen más complicado son las mujeres –
Cristina
Juan y Antonia Paso (hay un reparto con predominio masculino)
–
pues pasan alternadamente por dispares estadios sociológicos y
de personalidad: señoras, criadas y putas.
PROTAGONISMO DE LA MUSICA |
Una faceta importante es la música y la voz de Rita Barber, que
tiene la peculiaridad, en opinión de Cristina Juan, que
“la voz
de Rita no es solamente la interpretación de una música de
apoyo, sino que ella misma es una actriz y como tal entra en el
juego interpretativo”.
La música parte de la compuesta por Juan de la Encina y del
Cancionero de Palacio. Quiere esto decir que se trata de una
música de la época, con los acordes e instrumentos de esos
siglos XV y XVI. Por ello la guitarra es la guitarra barroca.
Como asesor musical se ha contado con Ismael Peña, versado en
ese estilo al que se le puede calificar como ”juglar de nuestra
época”. En la actualidad y para asegurar la continuidad del
sonido en directo, tres guitarristas se alternan en los diversos
días.
Además de la ambientación, la música cumple también la función
de rellenar el mínimo tiempo necesario para la mutación escénica
o el cambio de vestuario. |
Rita Barber, Fernando Serrano |
LA INTELECTUALIDAD LITERARIA INTERESADA |
Una de las dominantes de Manuel Canseco es su trabajo como
investigador literario. La temporada pasada nos sorprendió con
un trabajo, en principio un tanto loco, por lanzarnos de seguido
(4 horas) todo el Ciclo Tebano en torno a Edipo y su parentela,
pero que funcionó. Esta temporada se atreve con estos textos
inéditos, ya que a lo más que se ha subido a escena de esa época
es a Jorge Manrique y Torres Naharro. Tal proyecto ha suscitado
interés entre los investigadores y catedráticos del ramo, que
piensan acudir. Hasta el momento los autores que nos ocupan en
esta representación, se conocían únicamente por la imprenta.
Un buen augurio es la considerable venta de entradas por
anticipado. En el fondo es una incógnita, para los
organizadores, ya que el subtítulo Un espectáculo sobre textos
teatrales de los siglos XV y XVI, no parece que sea un acertado
reclamo. El secreto del interés puede estar en el boca a boca de
la Plaza Mayor de Segovia, la buena acogida en el Festival de
Almagro y el Festival de Elche.
Antonia Paso, Ramón Pons
Foto: Escenarios Virtuales |
En todos los lugares el público, variopinto él, lo ha acogido
con agrado. Y, de vez en cuando, se ha dado ese milagro de
participación a la antigua usanza de los “Corrales teatreros”
del siglo de oro: Insultos a Antonia Paso (la mujer hermosa) por
ver como insultaba Ramón Pons (el viejo). O bien llegar a un
improperio muy específico como el de “¡Cochina!”.
Público culto y público popular se sientan juntos y gozan de ese
tema tan cercano que es el amor, sentimiento que llega a
encarnarse (Javier García es el Amor), y aparecer en su doble
faceta de terrenal y celestial. El amor es algo que se da y que
se vive en sí o en otros. Algo cotidiano que llega a trascender.
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“Lo difícil es querellarse contra el dios amor, cuando él es,
el que nos mueve. En él está también la parte de los celos, las
infidelidades…” - concluye Cristina Juan.
SUPERADAS LAS DIFICULTADES
GRACIAS A LOS ACTORES |
Aunque la versificación es simple, no por ello es menos difícil
pues trabaja con el verso de pie quebrado que no es muy fácil de
decir, ya que obligaba a trabajar muy concienzudamente sobre el
ritmo. La dificultad viene superada – según Manuel Canseco –
gracias al elenco de actores que ya casi es compañía estable,
pues llevan muchos años trabajando con él.
-
“Nos entendemos en nuestra forma de trabajar y esto es muy
importante cuando no se tiene mucho tiempo de ensayo”.
Es posible que este entendimiento como Compañía Teatral no
suscite querellas en el plano profesional. A lo más…
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QUERELLAS ANTE EL DIOS AMOR - Información General
QUERELLAS ANTE EL DIOS AMOR - Crítica
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