DRAMATURGIAS FEMENINAS
EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX: ESPACIO Y TIEMPO
|
Del 28 al 30 del pasado mes de junio ha tenido lugar
en la Facultad de Filología de la UNED, en Madrid,
el XIV Seminario Internacional del Centro de
Investigación de Semiótica Literaria, Teatral y
Nuevas Tecnologías (SELITEN@T), que dirige el
catedrático José Romera Castillo con la colaboración
de Francisco Gutiérrez Carbajo.
El teatro ha estado presente en algunas
de las ediciones anteriores y ha vuelto a protagonizar la que
nos ocupa. Tras haber abordado el estudio del teatro histórico a
lo largo del último cuarto del siglo pasado y analizado las
relaciones del arte escénico con el cine y la televisión, así
como con la prensa y las nuevas tecnologías, le ha llegado el
turno a la dramaturgia femenina. |
Estamos ante un asunto polémico. Aunque el Diccionario
Autoras en la historia del teatro español, publicado por la
Asociación de Directores de Escena, da testimonio de la
existencia de gran número de dramaturgas desde 1500 hasta hoy,
es cierto que su protagonismo en la escena española ha sido
escaso.
|
AUTORAS EN LA HISTORIA DEL TEATRO ESPAÑOL |
Sin
embargo, hasta la década de los ochenta del siglo pasado no se
produjo ningún movimiento para reclamar un papel más destacado.
Fue entonces cuando, coincidiendo con la aparición de numerosas
autoras deseosas de hacerse oír alentadas por los aires
democráticos que vivía la sociedad española y tras el impulso
recibido por la hispanista norteamericana Patricia O’Connor,
creadora y directora de la revista Estreno, se creó la
ASOCIACIÓN DE DRAMATURGAS.
En
palabras de la profesora Virtudes Serrano, la nueva
entidad permitió relacionarse a mujeres que escribían o querían
escribir teatro en España, entre cuyos propósitos estaba el de
mostrar, en su producción, su identidad de mujer. En los años
siguientes, la situación fue variando, tanto porque lo hacía la
sociedad, como porque las preocupaciones de las autoras para dar
a conocer sus obras no eran distintas a las de sus colegas
masculinos. En apenas tres lustros, aquel movimiento
reivindicativo perdió fuerza, lo que no quiere decir que
resultara inútil, hasta el punto de que hoy las barreras entre
el teatro escrito por hombres y por mujeres han
Ana Diosdado |
desaparecido. De ahí el significativo titulo de la ponencia con
la que Ana Diosdado debía cerrar el Seminario: “No hay
dramaturgia femenina, hay dramaturgia”. No fue posible
escuchar sus palabras, pues la escritora excusó su asistencia,
aunque esperamos que queden recogidas en las correspondientes
Actas.
El elevado numero de participantes, integrado por estudiosos y
por creadoras, representativos, unos y otras, de las diversas
tendencias y sensibilidades que han ocupado el período
mencionado, ha permitido ahondar en el estudio de una parcela
del teatro español que necesitaba ser abordado tras la aparición
en los últimos años de nuevas e importante autoras. Los
estudiosos, procedentes tanto de universidades españolas como
extranjeras, han ofrecido un amplio abanico de ponencias que han
abarcado casi todas las etapas habidas y han dado pie a debates,
siempre abiertos y, a veces, polémicos.
Entre los conferenciantes y ponentes
españoles cabe señalar la presencia de
ESPAÑA: Celia Amorós, de la Universidad Complutense,
José Rafael Valles Calatrava, de la de Almería,
José Luis García Barrientos, del CSIC,
Lola Josa, de la Universidad de Barcelona,
Teresa García-Abad, del CSIC,
Rosa Ana Escalonilla, de la UNED,
Carmen Márquez, de la Universidad de Las Palmas,
Isabel Díaz Ménguez, de la Computense,
María Jesús Orozco, de la de Sevilla,
Irene Aragón, de la UNED,
Catalina Buezo, de la Universidad Europea de Madrid, y
Virtudes Serrano, del IES Alfonso X de Murcia.
EXTRANJERO: De fuera de España han acudido, entre otros,
Wendy Llyn Zaza, de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda),
Gabriela Cordone, de la Universidad de Lausanne (Suiza),
Nina Bosch, de la Universidad de Iowa (USA),
Michael Thompson, de la Universidad de Durham (Reino Unido),
Susana Báez, de Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (México),
Anita Jonson, de Colgate University (USA),
Monique Martínez Thomas, Emmanuelle Garnier y Agnés Surbezy, de
la Universidad de Toulouse-Le Mirail (Francia).
Sus trabajos han versado sobre la obra de autoras como Lidia
Falcón, Carmen Resino, Concha Romero, Paloma Pedrero, Yolanda
Dorado, Susana Torres Molina, Gracia Morales, Llüisa Cunillé,
Itziar Pascual y Yolanda Pallín.
Como se decía más arriba, el Seminario ha contado con la
presencia de algunas dramaturgas que han hablado, bien de sus
obras, bien de su idea del teatro. Sus testimonios, tan
distintos unos de otros, reflejan la pluralidad de tendencias
que conviven en el teatro español en el siglo que empieza y dan,
al evento, el valor añadido que supone escuchar las voces de las
creadoras sin intermediarios. A lo largo de las tres jornadas
que ha durado el encuentro, los asistentes han podido dialogar
con Carmen Resino, Itziar Pascual, Antonia Bueno, Esperanza de
la Encarnación López, Victoria Paniagua y Angélica Liddell.
Jerónimo López Mozo
Copyright©lópezmozo
|