• Para mí es un regalo debutar en el Real y con un equipo fantástico como es Nacho - Ignacio García, director de escena - que es un gran profesional y divertido. Sabe encajar perfectamente las ideas. Cuento además con un elenco espléndido que tienen, ya, una carrera llena de premios. Es un elenco totalmente español para una ópera italiana. La orquesta también ha hecho un trabajo espléndido que, a veces, recuerda a Rossini.

LORENZO RAMOS

• Quiero agradecer al Teatro Real el poderla estrenar aquí. Es un gran honor, responsabilidad y satisfacción el poder hacerlo. Siento este teatro como mi casa. Cuando estudiaba en la Resad - la Escuela Oficial de Arte Dramático - quise ver los ensayos en el Real y no pude. Lo conseguí haciendo de figurante con lanza en Aida. Y ahora tras 8 años debuto con gente de mi generación. A partir de entonces he visto mucho teatro lírico y he tratado de aprender. Si el espectáculo no cuaja es culpa mía, ya que he tenido un magnífico elenco con solistas espléndidos y también una obra de gran nivel. En este caso no me he sentido como el joven al que le dan algo de repertorio para dirigir y que nadie quiere. Estoy muy satisfecho de hacer este Soler, obra que no ha sido muy valorada.

• Il tutote anuncia - precisa Nacho - la llegada de una generación romántica con nuevos valores: Si hay una ley que constringe los sentimientos, hay que quitarla. En realidad es una comedia de enredo: mentiras, travestismo etc… Es chispeante y la música acompaña al juego escénico. El espacio es típico de la comedia de enredo o vaudevil del s. XVIII. Hay una reivindicación de “¡Viva la libertad!” y “¡Viva la Paz!” Yo también reivindicaría esos gritos con respecto al teatro que no tiene por qué saber de reglas. Hay que tener un teatro en donde salgamos a pelear, tener nuestro sitio y después el público ya decidirá.

• Mi puesta en escena yo la calificaría de clasicismo moderno y no modernidad clásica. Soy joven pero no moderno en lo que se refiere a lo externo. Intento sacar sentimientos y emociones al público. Que los solistas se toquen, se busquen. Trabajo en el entorno del s. XVIII y los slogans de Viva la libertad y Viva la Paz me traen muchos recuerdos. Quiero hacer un homenaje neoclásico a los grandes de la escena como es Giorgio Streler. Potenciamos el paso del clasicismo (la razón) al romanticismo (la emoción). Es un viaje desde esa jaula a la naturaleza salvaje donde mandan los sentimientos. Es un viaje de la razón a la emoción, y por eso el viaje del jardín al bosque. El tuttore tiene valor en la ciudad, no en el bosque.

• Los tiempos han cambiado musicalmente. Soler fue admirado por  un público popular y Mozart más por los entendidos. Al final Mozart se impuso y siendo popular quedó como más profundo. Todavía tenemos que descubrir a Soler y ello se consigue mediante las puestas en escena y las grabaciones.

MOZART

• No es obra fácil, sobre todo porque hay un gran trabajo en el primer violín. Es una ópera difícil para las cuerdas, sobre todo, porque existen muchas corcheas. Por otro lado,  hay que mantener un ojo en la partitura y otro en la escena. Son jóvenes, pero tienen una gran experiencia en el foso pues ya han participado en otros proyectos como El Gato con Botas y otras.