MABOU MINES DOLLHOUSE
una visión de
CASA DE MUÑECAS
de
HENRIK IBSEN
a través de la mirada de
MABOU MINES
FOTO BASE: NANCY SANTOS |
Henrik Ibsen (Skien, 20 de marzo de 1828 – Kristiana
(Oslo), 1906) escribió lo que se ha dado en llamar, por algunos,
el comienzo del feminismo. El feminismo ya estaba luchando hace
algún tiempo, pero el personaje creado por Ibsen y que
respondía al nombre de Nora fue emblemático. Y más
emblemático el portazo final. Era todo un símbolo de comienzo de
una nueva era para la mujer. Casa de muñecas (1877), así
la tituló el autor iba más allá de lo que Ibsen pudo
pensar.
Con motivo del centenario de la muerte de Ibsen, en el
Festival de Otoño se le recuerda con Casa de Muñecas,
cuyo montaje es singular y con el Peer Gynt de Calixto
Bieito.
UNA AUTÉNTICA CASA DE MUÑECAS
El escenario vacío. En las alturas cortinajes, proyectores y en
los laterales restos de decorados apilados. Comienzan los
cortinajes a descender, una lámpara de lágrimas de cristal
tintinea al descender, y del suelo levantan un tríptico que al
abrirlo se transforma en una casa de muñecas con sus diminutos
muebles pero a la medida de niños. Así comienza la versión de
Casa de Muñecas que la compañía Mabou Mines ha
ideado. Mario Gas – director del teatro Español -
presenta a esta compañía como…
FOTO: NANCY SANTOS |
- Una Compañía de
larguísima experiencia
– 35 años en la
brecha – de performance. Una de
sus características es la de mantenerse apartada del
teatro comercial y de los circuitos de la esfera de
Broadway. Se puede decir que lleva 35 años de
trabajo experimental.
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COMPAÑÍA CON PRINCIPIOS
Un principio fundamental de la compañía es que la vida es una
performance, de que el estudio y práctica de una es el
estudio y práctica de la otra. Mabou Mines cree en una
obra teatral de fusión, una obra teatral donde virtualmente
cualquier cosa – religión, política, sociología, antropología,
incluso biología y física – debería ser considerada como un modo
adecuado de discurso teatral cuando está asociada con títeres,
música, poesía y artes visuales.
Otro de los elementos que caracterizan a Mabou Mines es
la risa. La compañía ha nacido y vive de un modo cómico.
Lee Breuer – miembro fundador de la compañía – es
director, dramaturgo y adaptador teatral. Un look de desenfado
en su vestir, tocado por una gorra y con aires de naturalidad
sin tener que esconder nada, ni necesidad de poses. La piel
tostada al estilos de los indios americanos de aquellas
películas de los años 50. Le acompañan Maude Mitchell –
en la obra Nora Helmer – y Ricardo Gil - en
la obra Dr. Rank -. Hay ciertas singularidades.
Maude está pelona por exigencias del guion y Ricardo Gil
es un hombre de talla pequeña, por exigencias del guión
también. Del guión de Lee Breuer, se entiende y no de
Ibsen, pues ya se advierte en programa de mano y demás
informaciones que esta DollHouse esta sólo basada
en Casa de Muñecas.
HOMBRES DE TALLA PEQUEÑA
A lo largo de toda la exposición se evita la palabra
“enano” y se recurre a la
expresión “hombre de talla pequeña”.
Lingüísticamente no es lo mismo, pero se prefiere no herir
susceptibilidades y sobre todo evitar todas las connotaciones
negativas que la sociedad ha volcado sobre el término enano. Y
es que, en esta versión, hombres de
talla pequeña (de 120 a 150 cms) son los que se
enfrentan a mujeres de talla alta
(más allá de los 180 cms). Una de las originalidades, amen de
otras de esta adaptación.
-
Mabou Mines
– aclara Lee
Breuer – se ha dedicado al
performance. Esto está en la base de nuestros
espectáculos, y nos ayuda a hacer un manifiesto
político no solamente a través de la palabra, sino
visualmente. Ya lo hice en Gospel at Colonus
(adaptación de Edipo en Colona). Allí
aparecía un rey afroamericano
– de nuevo el
evitar palabras con connotaciones negativas como
puede ser
“negro”
- y lo que yo quería era reflejar la
influencia de África en Egipto, algo que no reflejan
los estudiosos de la historia. Aquí al utilizar en
los personajes masculinos a actores de talla
pequeña, quiero reflejar que esa idea del
patriarcado es una ilusión. Esto que en las
versiones al uso se logra con las escenas de amor
con realismo y detalle y el toque melodramático de
Ibsen, al hacerlo con actores de talla
pequeña se consigue la ironía, aunque no sólo ésta,
sino que se transmite también un sentimiento
conmovedor. Con esto se da una visión de equilibrio
político. Al ver a estos actores pequeños como
dueños y a las mujeres de altura como esclavas, se
detecta que el patriarcado no es una cuestión de
fuerza física lo que se ejerce, sino de mentalidad
en una sociedad. Por otro lado se consigue algo muy
divertido, aunque también muy trágico. Depende.
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LEE BREUER |
ECLECTISIMO EN LOS
ESTILOS DE INTERPRETACIÓN.
El estilo de interpretación por parte de los actores es
complejo.
- Más bien complicado
–
precisa Lee. El actor actúa a su manera
o en relación con los demás. A veces se elige el Estilo
americano, el de
Staniwlasky y otras el europeo, el de
Bertold
Brecht.
El título de Casa de Muñecas en el original de
Ibsen es metafórico, aunque muy revelador para la
temática. En la versión de Lee deja de ser
metafórico, solamente, para utilizarlo literalmente.
FOTO: NANCY SANTOS |
- Lo he tomado
en toda su literalidad. La pregunta que se
impone es ¿quién son las muñecas?
– aclara Lee.
Son mujeres como pájaros en su jaula; hombres
para quien la escala de la Casa de Muñecas,
encaja perfectamente a sus medidas; todos
nosotros representados como marionetas al final.
La muñeca, en realidad no tiene género. Mi punto
de vista es que esta tragedia es la de una
pareja y no solamente la tragedia de Nora.
El hombre y la mujer, los dos, son manipulados
por la sociedad. La tragedia del amor viene por
motivos tanto económicos como políticos.
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LOS DE TALLA PEQUEÑA
Ricardo Gil es el dr. Rank y sorprende
que comienza su discurso en un correcto español.
- Mi abuelo vino de Jaca
–
aclara Ricardo – y mi esposa es de
cerca de los Pirineos. Tengo primos distantes pero no
los conozco. Fui criado en Puerto Rico que es a donde
emigró mi abuelo.
Las intervenciones de Ricardo comienzan en
español y “piano piano” se baja al inglés, en el fondo
la lengua en la que se mueve.
- Me gusta estar en
esta obra, porque con ella se nos da el
reconocimiento a actores de talla pequeña. Se nos
ven como a todos vosotros.
El tema de la “talla
pequeña”, por parte de la compañía, va
más allá de una mera necesidad escénica. Este tipo
de actor es consciente de que su participación en el
mundo de la farándula esta muy condicionado por su
físico y normalmente su vida de intérprete ha
transcurrido por la vena humorística. No es común
que a uno le ofrezcan un proyecto en otra línea.
- Mi
primera impresión fue un tanto
desconcertante
-
afirma Ricardo. De
todos modos siempre que me presentan un
proyecto, tengo que controlarlo. Leerlo
y no aceptarlo sin más. Hay directores
que nos usan como broma y caricaturas.
Tenía cierto miedo, y mi única confianza
es que me lo había recomendado mi amigo
Mark Povinelli, que interpreta a
Torvald Helmer, el marido de
Nora, y es de talla pequeña. Con
todo, me tomé un poco de tiempo, pues
nunca se sabe la manipulación que hay
detrás de ciertas propuestas. En
Holliwood no nos tratan muy bien.
Últimamente he trabajado con directores
que a las personas de talla pequeña nos
han dado mucha libertad interpretando
papeles de hombre o mujer y papeles de
calidad.
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RICARDO GIL |
LEE BREUER/MAUDE MITCHEL
MAUDE MITCHEL/LEE BREUER
LA PALABRA COMPARTIDA
Maude Mitchell es Nora. Es
co-adaptadora y ello explica sus matizaciones y
apostillas cuando Lee habla. Para preparar el
papel de Nora ha trabajado con
Susan Mason – especialista en Ibsen – en
Palying Nora “The door slam heard’ round the
World”, que recoge una serie de 30 entrevistas
con actores que han interpretado a Nora,
en el pasado y en el presente, en todo el mundo. En
el 2006 fue invitada en Oslo en la XI Conferencia
Internacional sobre Ibsen para pronunciar
una conferencia. En su opinión esta Nora
y su Casa de Muñecas…
MAUDE MITCHEL |
- Creo
que no hay duda de que Nora es un
papel excelente para cualquier actriz,
sin género de duda. Lo que sucede es que
al ser un montaje no convencional,
convierte a Nora en algo muy
diferente. Utilizo mi persona al máximo
haciéndome aparecer la más vulnerable y
fuerte a la vez. Al trabajar con
personas de estatura menor es diferente.
Ellos me trasladan a otras intenciones
ya que me hacen identificarme en esa
lucha de ir consiguiendo una dignidad
que el mundo nos niega.
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- Quisiera
añadir
– interrumpe
Lee -, que lo que hace
especial a este montaje es que refleja una
realidad política viva. Desde hace 20 años en
EEUU se lucha por reivindicar la dignidad de las
personas de talla pequeña y que dejen de ser
mero entretenimiento. Es un movimiento político
semejante al movimiento de liberación de la
mujer como lo fue hace 125 años, cuando
Ibsen escribió la obra. Este paralelismo
da fuerza a la obra ya que en la vulnerabilidad
del actor frente a la vulnerabilidad de los
personajes masculinos, se puede ver que esta
realidad política nueva – reivindicar la
dignidad de las personas de talla pequeña - es
un reflejo de la liberación de la mujer. Este es
mi enganche del pasado con el presente. Cuando
adapto un clásico, siempre me gusta tender un
puente entre el presente y el pasado. Aquí es
este presente.
Ricardo Gil, al respecto, aporta una
anécdota ocurrida en una de las representaciones
en Noruega
- Entre el
público había una mujer de talla pequeña. Me
interesó su opinión.
“En Noruega no hay actores de talla pequeña”
me respondió.
“No está permitido” Una sorpresa: no
solamente están vetados ciertos papeles,
sino que la sociedad los veta totalmente.
-
No
sé si en España
– advierte Lee -,
existen ideas diversas con
respecto a los actores de talla
pequeña. He estado en el Museo
del Prado y he visto cómo
Velazquez retrata a las
Meninas y los actores de talla
pequeña aparecen confinados a
papeles de payasos. En este
montaje tienen también sus
momentos divertidos, pero lo
especial es que su
interpretación sea lo más
realista, puro stanislawski. Es
un punto de vista diverso a
simplemente interpretar el papel
de payaso.
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MARK POVINELLI/ MAUDE MITCHELL
FOTO: NANCY SANTOS |
EL TEXTO: LIBERTAD
PERO PARTIENDO DEL ESCANDINAVO
Para esta versión el texto ha sufrido cierta
adaptación y las tijeras y el pegamento ha
sido necesario.
- Se
trata de una adaptación de la obra
original
–
confirma Lee. Lo
que más me gusta es que ha sido una
coadaptación:
Maude y
yo.
Esto le confiere dos perspectivas: la de
Torvard y la de Nora. Con
todo, la adaptación es más o menos fiel
en lo sustancial.
- Se
conserva un 98 % de Ibsen
– precisa
Maude-, pero
reelaborado. Hay cortes y que se han
pegado en otros lugares. Hemos
obrado con gran liberalidad a este
respecto. El texto ha sido traducido
del escandinavo con el fin de
utilizar expresiones escandinavas
que no se utilizaban en las
traducciones inglesas. Es un texto
que viene directamente del
escandinavo.
-
Quisiera recalcar este aspecto
de la traducción
- añade Lee -.
Ya en vida de
Ibsen se hizo una
traducción al inglés, que él
mismo revisó y corrigió. Pero se
trataba de una traducción
barroca. Por eso hemos recurrido
al escandinavo.
NORA Y
HELMER TORWARD,
VÍCTIMAS DE UNA SOCIEDAD
En las versiones tradicionales,
el espectador compadece a
Nora y se identifica con
ella en su estado de víctima.
Aquí al aparecer los personajes
masculinos de menor estatura con
respecto a las mujeres, puede
inducir a que el espectador se
incline más hacia el hombre.
HENRIK IBSEN |
-
No siempre en las
versiones se
compadece a Nora
– corrige Lee.
Ahí tenemos la
versión de
Strasberg.
De todos modos creo
que
Ibsen
no contemplaba una
pareja en especial,
sino daba a todo un
sentido más amplio.
Tanto Nora
como Helmer,
su marido, son
víctimas de toda una
sociedad. Hay un
primer borrador de
Ibsen
en el que la figura
de Helmer Torward
era muy racional. En
un segundo borrador
se inclina más hacia
Nora y
Helmer queda
como más marioneta.
Volvió a una nueva
escritura, logrando
un tratamiento
intermedio de los
dos y más
equilibrado. De
hecho en las
compañías para
representar a
Helmer Torward,
se buscaba al actor
más alto y más sexy.
Nora lo tiene
todo, hasta un
marido sexy y sin
embargo huye.
|
Maude (Nora)
vuelve a intervenir
-
De este montaje surge una
pregunta: Cuando los hombres
se sienten manipulados por
la sociedad ¿cómo
reaccionan? ¿Se rebelan o
no?
VOLVER AL 1877
UN BERGMAN PASADO POR BUÑUEL
Nora y
Helmer, en las diversas
versiones, han pertenecido
al siglo XIX y al siglo XX.
Esta versión en el siglo XXI
vuelve al 1877.
-
Hemos huido de las
versiones
– apunta Lee -,
que externamente
contemporanizan la obra
y hemos vuelto al
carácter barroco de la
época en escenario,
vestidos y costumbres.
Nos sirve como
contrapunto a la ironía
visual que queremos
expresar. En el polo
opuesto nuestro está la
versión
(1990) de
Igmar Bergman.
Nosotros hemos querido
hacer un
Bergman
pasado por
Buñuel
AL ESTILO DEL CINE
MUDO
PIANO ACOMPAÑANTE Y
ÓPERA BUFA
Esta Casa de Muñecas
emana una cierta
fragancia del cine mudo,
incluido el piano que a
pie de proscenio
interpreta Ning Yu.
Como en el cine mudo el
piano introduce
secuencias o las
acompaña en un doble
juego. Ning Yu es
la pianista y los
actores en un piano de
muñecas interpretan el
Play- back.
-
La música
procede de
piezas de
Edgard Grieg,
que ha
seleccionado
y conjuntado
Eve
Beglarian,
compositora
especializada
en
performances.
La música es
la segunda
broma
procedente
del mundo
del arte
– aclara
Lee -.
Hemos
adaptado las
partes del
melodrama a
las
melodías.
Grieg
musicó el
Peer Gynt
de
Ibsen,
pero después
no volvieron
a trabajar
nunca más
juntos.
Hemos cogido
conciertos
al piano de
Grieg
y los hemos
ajustado al
texto. Son
pedacitos
que vamos
integrando
en la obra.
|
FOTO: NANCY
SANTOS |
FOTO: NANCY SANTOS |
Una de las
originalidades es el
final. Los dos monólogos
de Helmer y
Nora se
encomiendan a la ópera.
Ópera Bufa observada por
una serie de
espectadores –
marionetas – ubicados
por parejas en sus
palcos, que muy bien
pudieran ser nichos.
Teatro y cementerio se
confunden, pues. Para
tal ópera Eve Beglarian
ha compuesto la música.
La obra ha recorrido
diversos lugares y en el
caso de Madrid la
secuencia de la ópera
bufa ha encontrado una
variante. Helmer y
Nora
no cantan sobre el
escenario, sino que
Nora
lo hace desde uno de los
palcos del proscenio –
una espectadora más – y
Helmer trepa a la altura
de ella por el marco
lateral de la
embocadura. La soprano
Lauren Sauce y el
barítono Peter Stewart,
prestan sus voces a
Maude Mitchel (Nora) y
Mark Povinelli (Torvald
Helmer). |
Este montaje sigue la
línea de otras
producciones en las que
la compañía Mabou Mines
acostumbra a pedir las
colaboraciones de
artistas de otras
disciplinas y a usar
diversos lenguajes. En
este caso el mundo de
las marionetas.
Lo que sea esta Casa de
Muñecas, Lee Breuer lo
resume:
- Nora trae
como regalo de Navidad para sus hijos una casa de
muñeca a su medida. Lo que sucede es que también
está a la medida de los personajes masculinos, que
tienen la misma estatura que los niños. ¿Es la casa
de muñecas en realidad el mundo patriarcal, en el
que no hay lugar para la mujer? A través de esta
metáfora, el feminismo de
Ibsen se nos muestra como una parábola a la
medida. La casa de muñecas es el mundo de los
hombres donde podrán habitar sólo las mujeres-muñeca
que permiten a sus hombres sentirse superiores.
Incluso los acentos noruegos se han minimizado. Se
parecen a los acentos de los personajes de “Es un
mundo pequeño” de
Disney.
Aquí nada es real, excepto el dolor. Tanto
Torvald como Nora están atrapados en una
metanarrativa, interpretando una ilusión de poder
masculino Ambos pagarán el precio: la muerte del
amor.
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FOTO BASE: NANCY SANTOS |
La compañía Mabou Mines
– nombre que procede de
una comunidad de Nueva
Escocia y cuyos miembros
fundadores son JoAnne
Akalaitis, Lee Breuer,
Philip Glass, Ruth
Maleczech y David
Warrilow – ha creado más
de 50 obras originales y
adaptaciones de clásicos
para el teatro. Sus
montajes han recorrido
Nueva York, todo EEUU,
Europa, Australia,
Suramérica y Asia. Es
poseedora de más de 50
premios y menciones. Uno
de ellos es
significativo. El premio
de Éxito Continuo.
Tras el estreno (2003)
en el St. Ann’s
Warehouse de Brooklyn,
Nueva York, Lee Breuer y
Maude Mitchell,
recibieron el OBIE del
Village Voice a la mejor
dirección y la mejor
interpretación.
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