CUENTOS DEL BURDEL
de
MIGUEL HERMOSO
FOTOS BASE: JEAN PIERRE LEDOS |
Hubo un tiempo en que los autores escribían sus textos
dramáticos para los actores. Por lo general salían triunfantes
en su interpretación. Venía a ser igual que cuando un sastre te
confecciona un traje. Conoce tus limitaciones anatómicas y el
traje en cuestión posee pequeñas trampas que disimulan tus
desajustes físicos. Y así te deja hecho un pincel. Hace tiempo
que no se oye hablar de esta práctica en el teatro y uno la ha
olvidado. Pero miren por donde la práctica vuelve.
Miguel Hermoso (Granada, 1942) iniciado en el
teatro tímidamente con Bancas de madera en otoño
allá por los años 60 (uno de los finalistas del Premio
Lope de Vega), ha escrito un texto para dos populares y
veteranos actores Miguel Rellán y Beatriz
Carvajal. Ambos cómicos están pletóricos. Primero
porque es ya un lujo que escriban para ellos y segundo
les respalda ya un éxito en la gira.
Con todo, no dejó de ser una propuesta temeraria, porque
tras aquel primer título teatral, Miguel Hermoso
prefirió enrolarse en el cine: cortometrajes, cine
publicitario y desde 1983 un largometraje tras otro y
series de televisión. La confianza que depositaron los
dos veteranos y probados actores, sólo se entiende desde
el punto de vista de la amistad y el aval de Miguel
Hermoso como escritor – guionista y su primera a
vocación teatral. |
MIGUEL HERMOSO |
MIGUEL RELLÁN
FOTO: J. P. LEDOS |
- Desde hace tiempo
deseábamos hacer algo de teatro juntos
Beatriz y yo. Siempre la misma cantinela,
como cuando ves un amigo de vez en cuando:
“Nos tenemos que ver más veces
y no nos vemos”. Un día, cenando con
Miguel Hermoso,
surgió la idea. Más tarde supimos que en Navidad se
encerró y el día de Reyes nos avisó: ha venido
Melchor.
Y Melchor
nos traía Cuentos del Burdel.
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Así, visto el título, uno imagina, por edad, que Beatriz
Carvajal puede ir de Madama de una de esas casas de desfogue.
- No, no va de burdeles
– aclara
Beatriz.
Si es así, tampoco Beatriz es una Madama. Más bien es la señora
de la limpieza en la casa de un escritor: Mario Mellado.
- Cuento de
Burdeles
– aclara Beatriz –
es el título de un libro que aparece al final de
la función y que el escritor ha pretendido
escribir. Escritor y triunfador literario, ha
llegado a un momento de su vida en el que quiere
involucrarse más y decide un cambio en su
estilo. Su agente
(Charo
Zapardiel) le persuade para
que no cambie, ya que todo va bien. Yo soy la
asistenta. Cuando el escritor se atasca en la
historia de su madre que está contando, tiene
como referente femenino a su agente, pero ella
se niega. A ella sólo le interesa su 20% de
ganancia y abandonar el éxito por un cambio
arriesgado es peligroso. El posa entonces su
mirada sobre la asistente y decide contar la
vida de ella.
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BEATRIZ CARVAJAL
FOTO: J. P. LEDOS |
Según Miguel Rellán, el Mario de la función, en la obra se habla
de cosas serias, pero bajo el prisma del humor
- Tras la capa de humor
– abunda
Miguel – hay otros temas como
son el egoísmo, la utilización de los seres humanos.
- Y otras cosas que le conciernen
– prosigue Beatriz – como son
los problemas familiares con su madre.
No es fácil hablar de la obra, ya que no se trata de un texto
lineal, sino que a raíz de la decisión de cambio, la falta de
inspiración y el encuentro con su asistenta se entremezcla con
otros temas.
CHARO ZAPARDIEL
FOTO: J. P. LEDOS |
Así como en la mente de Miguel Hermoso, Rosa y
Mario fueron
trazados pensando en Beatriz y Miguel. La agente del escritor no
tenía rostro de actriz en el manuscrito. Tras un pequeño
“casting” la elección cayó en otra veterana: Charo Zapardiel.
-
Charo y yo nos conocemos desde hace 31 años
– interrumpe
Beatriz – y me alegré mucho de que el papel fuera para ella.
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EL PERSONAJE DE MARIO
MÁS QUE UN TRAJE A MEDIDA
PARA MIGUEL RELLÁN
El traje a la medida es exhaustivo con respecto a Miguel Rellán.
-
Miguel Hermoso sabe todo sobre mí y también que soy aficionado
a la literatura y a escribir y con todas las neuras de
vacilación sobre si lo escrito está bien o mal y las continuas
correcciones. Algo que vosotros
(los periodistas) no os podeis
permitir porque trabajais en una literatura de urgencia. Hubiera
preferido un personaje algo distinto a mi personalidad. Por
ejemplo un “dragqueen” o algo así, pero eso es lo más lejano a
Miguel Hermoso
- Está hecho totalmente a tu medida
– insiste Beatriz. Es un
escritor muy neurótico.
De neurosis, apuntadas misoginias y manías que le apartan de la
realidad va la personalidad del escritor, frente a una asistenta
que tal vez por barrer muchos suelos, tiene los pies sobre la
tierra. En el fondo, hay un enfrentamiento entre la cultura del
libro y la cultura de la calle, con sus virtudes y defectos
tanto una como otra.
-
En efecto, mi personaje
– confirma
Miguel Rellán – es un
neurótico muy complicado, que se conoce poco a sí mismo y da
bandazos, y el que sea escritor de éxito no supone que lo que
escribe es bueno y se sienta satisfecho. O sea que no tengo que
interpretar.
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MIGUEL RELLÁN/BEATRIZ CARVAJAL
FOTO: J. P. LEDOS |
Frente a él está la asistenta que responde al nombre de Rosa:
- Es una mujer llana de Teruel.
Miguel Hermoso se ha inventado
un pueblo para ella: Almadrones, pero hemos visto que ese pueblo
existe. Bueno, esa llaneza le lleva a rebatir cosas al escritor.
Los argumentos se los da por lo campechana que es, su profesión
de currante, su mucha historia a sus espaldas: embarazada,
abandonada y su misión de tener que sacar adelante a su hijo.
Vamos la historia de siempre.
Miguel Hermoso no está presente. Está rodando otra de sus
películas y no podemos saber por qué ha querido escribir esta
historia. Miguel Hermoso, además de director de cine es
guionista, por lo tanto alguna relación con el mundo de la
escritura tiene que ver.
MIGUEL RELLÁN/BEATRIZ CARVAJAL
FOTO: J. P. LEDOS |
-
El punto de arranque es ese
atasco de no poder escribir
algo distinto de lo que ha
estado escribiendo. Tal
falta de inspiración se debe
a que al adentrarse en el
mundo femenino, comprueba
que no lo conoce. No sabemos
exactamente por qué, ya que
no se habla de si ha tenido
demasiadas relaciones y si
éstas han sido fallidas. Sí
se desprende que es algo
misógino. Se barrunta que ha
podido tener alguna relación
rara con su madre y por eso
al querer hablar de ella, se
atasca.
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Ante tal personaje no parece que pueda caber una historia
sentimental entre el escritor y Rosa.
- Algunos espectadores la han querido ver
– aclara
Beatriz, y
optan por la tesis de que Rosa se enamora del escritor. Yo creo
que de lo que se enamora es de la figura y lo que sí le fascina
es que le pida consejo para poder salir del atasco literario.
Eso la deja colgada.
-
Lo cual es lógico
– advierte
Miguel Rellán. Es como si
Paco
Umbral dice a su asistenta:
Mari Pili necesito que me ayudes en
mi próximo libro. ¿Qué mujer no se quedaría colgada?
ESTRUCTURA TEATRAL
AL USO
Y DIRECCIÓN CON SENTIDO COMÚN
El texto de Miguel Hermoso no va de experimentalismos, advierte
Miguel Rellán.
-
Se apoya en los
gigantes de la
literatura teatral
de siempre,
manteniendo la
estructura
tradicional de una
obra de teatro. No
hay descanso y todo
va en continuidad,
con, solamente, un
oscuro de
transición. Se
mantiene fiel, en
líneas generales, a
las tres unidades
clásicas.
Miguel Hermoso regaló este texto a
Beatriz y Miguel con una
condición: él quería dirigirlo, a pesar de ser novicio en la
dirección teatral. La experiencia no ha sido negativa.
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C.ZAPARDIEL/M. RELLÁN/B.CARVAJAL
FOTO: J. P. LEDOS |
-
Hemos tenido
– confiesa
Beatriz-, que hacer de dejar de mirar
la obra bajo la experiencia del cine, que le es tan familiar a
Miguel. Aquí en el teatro no hay primeros planos.
-
Pero
Miguel tiene esa cualidad que yo le he oído a
Amparo Baró
con respecto a este tema: Lo primero que hay que tener es
sentido común.
-
Que es el menor común de todos los sentidos,
- apostilla
Charo
Zapardiel.
Gracias a ese sentido común, a la amistad y a la buena voluntad
de unos y otros se ha podido levantar el telón.
M. RELLÁN/ B. CARVAJAL
FOTO: J. P. LEDOS |
-
Es
cierto
que
Miguel
tiene
falta de
experiencia
en este
campo
– abunda
Beatriz.
Pero ha
admitido
sugerencias,
y por
otro
lado, él
siempre
ha
tenido
muy
claro lo
que
quería.
Es muy
importante
dar
opiniones
distintas
sobre el
personaje
y eso es
lo que
me
gusta.
Después
se
discute,
se habla
y al
final
nos
ponemos
de
acuerdo.
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-
Por mi parte
– añade
Charo – confieso que he aprendido mucho y
he podido sacar los intríngulis de mi personaje
Para Miguel Hermoso, los ensayos han sido una experiencia nueva
y gratificante.
-
Miguel viene del cine donde se ensaya más o menos. En teatro y
con un mes y medio quitando y poniendo es una experiencia
totalmente distinta
– revela
Miguel Rellán
Y ese regusto de ir perfeccionando una puesta en escena es una
nostalgia en Miguel Hermoso, según Beatriz Carvajal:
-
Cuando estábamos de gira nos llamaba y decía:
Tengo mono de
estar con vosotros, de los ensayos y de ir a veros.
Cuentos del Burdel es de esas obras que cuando se levanta el
telón y contemplas el saloncito estudio realista del escritor
Mario, puedes decir como dijo un amigo mío después de asistir a
muchas obras de corte experimental:
-
¡Ah! mira esta obra es de las que se entienden.
El enfrentamiento de Mario y Rosa va más allá de una historia
particular. El prisma bajo el que vemos a estos personajes y sus
peripecias es el del humor y la ternura. El final no se lo
podemos contar porque es un final abierto, lo que sí les podemos
decir es que termina con una sonora carcajada del público,
aunque éste provenga de las latitudes más ariscas al sentido del
humor.
Miguel Hermoso adora la comedia como expresión dramática y ha
manfestado. |
M. RELLÁN/B. CARVAJAL
FOTO: J. P. LEDOS |
- Pienso que la perspicacia – declara Miguel Hermoso – la ocurrencia elegante y la ironía, tres de sus herramientas fundamentales, son muy difíciles de manejar. Pero no es menos cierto que la sonrisa, es “salto mental de un contexto asociativo a otro”, del que nos habla Arthur Koestler es un instrumento ideal para lograr, a través de ella, introducir reflexiones que puedan mejorar el entendimiento entre los seres humanos. Ojalá lo consiga con ustedes.
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