LA VERBENA DE LA PALOMA
en los
AÑOS TREINTA
CUANDO EL CINE HACÍA FUROR
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SUSANA
1894
LUISA
CAMPOS |
JULIAN
2005
MANEL
ESTEVE |
SUSANA
2005
SANDRA
FERNÁNDEZ |
JULIAN
1894
EMILIO
MESEJO |
Era la época del Teatro por horas. Ruperto Chapí,
tras discutir con los empresarios del Teatro Apolo, había
rechazado musicar un libreto de Ricardo de la Vega:
La verbena de la paloma
o
El boticario y las chulapas y celos mal reprimidos.
Ricardo de la Vega buscó a otro músico: Tomás Bretón.
En principio era el menos indicado. Bretón siempre se
movió en el mundo operístico y la zarzuela le interesaba poco y
mucho menos esos sainetes musicados que el Teatro Apolo se había
inventado con eso del Teatro por horas, cuya última
función - la función golfa - era la más solicitada. Un tipo de
música que reiteradamente criticó. Y para mas “INRI” la orquesta
y compañía del Apolo deambulaba por la modestia. El panorama no
podía ser más desolador para Bretón.

PORTICO DE CARRUAJES
DEL TEATRO APOLO |
Solo los insistentes ruegos del De la Vega le
llevaron a aceptar. Un 20 de enero de 1894
dibujaba la primera nota de la partitura. Un 2 de
febrero de 1894 entregaba el último número musical.
La obra iba a ocupar el horario – 21,30 horas - de la
segunda función, por lo tanto no el mejor horario.
Bretón levantó la batuta tras su frase ya proverbial
Me parece que en esta ocasión me he equivocado |
No se había equivocado.
- El sabor de la música es
tan castizamente español y madrileño, que si el ilustre y
difunto Barbieri hubiera podido oírla, tengo para mí que el
que llamaba a Chueca
su hijo, hubiera considerado La Verbena de la paloma
como heredera legítima de su Barberillo de Lavapiés.
–
escribió el incisivo crítico de la época Enrique
Sepúlveda.
Esta
relación con El Barberillo de Lavapiés (1874), será
comparación continua en comentaristas posteriores. El
secreto del éxito estaba en la música, pero también en el
propio libreto, que además de retratar una serie de tipos
ofrecía al compositor diversos géneros dramáticos y por lo
tanto diversos estilos musicales.
Éxito de público y una crítica con muy pocos peros, El
título se apalancó en el repertorio y todas las Compañías
recurrieron a ella.
Ahora, con motivo del 150 aniversario del Teatro de la
Zarzuela, vuelve de la mano del director argentino
Sergio Renán que nunca ha dirigido zarzuela y que nunca
ha estado el 15 de agosto para asistir a las fiestas de la
Paloma, herederas de aquella Verbena de 1894.
- El que tuviera que
dirigir por primera vez una zarzuela, originó en mí una
indecisión cuando me ofrecen el proyecto. A mi favor
tenía el que es una obra que me gusta y la conocía muy
bien, además de haberla visto muchas veces. Hay por otro
lado un componente castizo de la historia y los
personajes que en manos de un director como yo – no
español – podían plantear dificultades.
 |
Varios momentos de duda por parte de Sergio
y toda su obsesión consistía en encontrar un eje
estético de la obra, en torno al cual girara la
historia. Por fin lo encontró:
- El eje lo
encontré en el agregar al imaginario de
D. Hilarión el cine
– además de director
de teatro, Sergio Renán lo es también
de cine – como componente de
la sociedad y en concreto, en Don
Hilarión, el de las estrellas de cine.
La componente del cine me lleva entonces a
situar la acción no en 1894, sino en los
años treinta. Lo importante es la narración
anecdótica y mi labor está en darle entidad
a los personajes e importancia al texto y
gestualidad teniendo en cuenta la diferencia
de casticismo entre los personajes que he
preservado por el amor que tengo a la obra:
mis recuerdos de mis primeras versiones en
la Argentina y el impacto que dejaron en mí.
Trato, pues, de trasladar una historia y un
modo de contarla que no es la única ni la
mejor.
|
Sergio Román insiste en que las novedades que
aporta
- Respetan la
identidad esencial de esta obra maravillosa. Dicha
identidad está en lo popular, que es el núcleo de la
obra y lo que da su valor.
LA VERBENA DE LA PALOMA
EL TEATRO LÍRICO DEL SIGLO XX
Miguel Roa – habitual en el Teatro de la
Zarzuela – es el director de orquesta de esta
versión que…
- Una vez más
esta casa
– el Teatro de
la Zarzuela – borda otra
producción. La Verbena es importante
porque marca el final de una época y principio
de otra del que partirá el teatro lírico del
siglo XX. Aquella noche del 17 de febrero a la
madrugada del 18 fue de las más importantes. Fue
un éxito inenarrable. La versión de
Sergio Román
es novedosa como los fueron otras anteriores.
Tengo un recuerdo especial, por otras cosas, de
La Verbena de José Luis Alonso.
En la noche que menciona Miguel Roa,
muere también Francisco Asenjo Barbieri.
-
Llega a tener conocimiento del éxito
a través de Ricardo de la Vega.
Con la muerte
Barbieri desaparece la
época clásica de la zarzuela grande
y con La Verbena se inicia
una época en la que se cuida de modo
especial el género chico y se cuidan
más orquestaciones y puestas en
escena. Ayuda al éxito el libreto
que es modélico con
caracterizaciones muy personales y
con la creación de tipos muy ricos.
|

UN MANTÓN DE LA CHINA,NA,NA |
Hasta este momento abundaban, para el llamado
género chico, la llamada “chapuza literaria”.
Urgía el estreno y el llenar ese nuevo invento
el Teatro por horas. Libretistas y músicos
trabajaban a destajo, con los lógicos resultados
mediocres en textos y músicas.
- Por el
contrario
Tomás Bretón era un compositor
sólido, aunque no tuvo suerte hasta que
compuso La Verbena. Antes ya había
compuesto 44 zarzuelas y después 42, que
pasaron sin pena ni gloria. A ello hay que
añadir el calvario que sufrió por sus
óperas, que es ahora cuando comienzan a
representarse.
UN HILARIÓN
CINCUENTÓN Y CINÉFILO
Además de esa traslación a los años treinta,
hay también una nueva concepción del
personaje de Don Hilarión que
interpreta Juan Manuel Cifuentes…
 |
-
El
personaje de Don Hilarión
es el más complicado. Yo no
estoy en la edad de tradicional
Hilarión y no quería
crear la farsa o el típico D.
Hilarión. Así que lo hemos
llevado hacia los cincuenta años
y lo hemos vinculado al mundo
del cine. Está tratado bajo una
perspectiva naturalista. Es ese
cincuentón en el filo de su edad
amorosa al que le gustan las
mujeres. Personalmente ha sido
un acierto trasladar la época a
los años 30 y no daña al texto.
Metidos en esta perspectiva,
Sergio me ha dado
mucha libertad. Su dirección es
muy agradable, tolerante y
siempre atento a las propuestas
que se le hacen. Todo este
cúmulo de cosas me ha permitido
afrontar ese rol que jamás se me
hubiera ocurrido afrontarlo.
|
CONFIANZA EN LOS
CANTANTES JÓVENES
En esta ocasión el reparto se ha encomendado
a cantantes jóvenes:
- Y es
un punto a favor del teatro de la
Zarzuela el que confíe en un elenco
joven
- agradece
Sandra Fernández (Crevillent), la
Susana
de esta versión y la princesa en la
ópera El Gato con Botas
de Montsalvage, de reciente
reposición el Teatro Real de Madrid.
Ha sido un trabajo estupendo tanto con
René
como con
Roa.
Ha resultado muy divertido y yo he
disfrutado mucho.
Casta es Diana López,
que se ha movido entre el repertorio
operístico y de zarzuela y también en el
teatro de texto.
-
La obra sigue teniendo
vigencia tanto por los
personajes- tipo como el
tema que plantea el
conflicto universal de los
celos, el amor y la
necesidad de un señor mayor
que todavía quiere disfrutar
de la
juventud.
El Julián lo
interpreta el barítono Manel
Esteve (Barcelona). Su debut
fue con el Joaquín
de La del manojo de Rosas.
Después siguieron óperas y
zarzuelas. Ya ha sido otro
Julián en una versión
de Bilbao.
-
El que se haya trasladado de
época me ha resultado un
acierto y el trabajo con
Renán y Roa ha sido muy
cordial.
|
 |
LA EDICION
MUSICAL
Uno de los problemas, a nivel musical,
que tiene la zarzuela y la ópera es que
no existen publicadas las partituras de
orquesta. Solamente la de piano y canto.
Desde hace unos años el instituto
Complutense de Ciencias Musicales
(ICCMU) ha comenzado a editar zazuelas y
sainetes, cuyos manuscritos están
archivados en la SGAE (Sociedad General
de Autores de España).
Jugar con fuego (Asenjo
Barbieri), El bateo (Chueca),
La canción del olvido (Serrano) y
Marina (Arrieta) son títulos cuya
representación ha seguido la partitura
editada.

JUAN PEDRO DE GASPAR
(ESCENÓGRAFO) |
La Verbena de la Paloma
apareció publicada en 1994 y es
la que se utiliza en esta
versión y ya se había utilizado
para la versión de Buenos Aires
y para la grabación del disco de
Auvidis.
-
He podido disponer
–
aclara Miguel Roa –
no sólo de la copia de la
SGAE, sino del manuscrito
original para orquesta y del
manuscrito original para
canto y piano, ambos en
poder del nieto del
compositor
Joaquín Hernández Bretón.
Esto ha permitido corregir
errores y añadidos de la
copia de la SGAE y restituir
la obra a su redacción
original. Estas tres fuentes
han permitido valorar las
diferencias, corregir
detalles y elegir las
opciones más fiables.
|
A lo largo de los años, en muchos casos,
las partituras originales se adecuaban a
los cantantes o a la orquesta en
cuestión. A veces se complicaba y otras
se simplificaba. Algo de esto ha
sucedido con La Verbena. Por eso
Miguel Roa apunta…
- La
redacción original es más arriesgada
que la copia moderna, y presenta
aspectos más originales y menos
convencionales. En la edición hemos
reseñado minuciosamente todas las
divergencias y valoraciones. Espero
que, en las representaciones, pueda
percibirse desde ahora un mayor
acercamiento a la versión original.
LA ESCASA
DURACIÓN
EL TELÓN CINEMÁTICO
Desaparecido el Teatro por Horas –
20:45 h, 22:00 h, 23:00 h, 24:00 h
(la hora golfa) – la escasa duración
de estas obras presentó cierta
dificultad a la hora de
representarlas ante un público
posterior, habituado a un teatro de
hora y media o dos horas. Se
buscaron diversas soluciones, unas
más espúreas que otras. La más
frecuente ha sido representar dos
obras. Tiene sus peros, ya que es
inevitable la comparación entre
ambas y siempre una de ellas sale
perjudicada. A ello se añade que con
las dos obras nos vamos a las dos
horas o algo más y viene la
tentación de realizar cortes, que
siempre desdoran la obra.
Otra solución es alargar la obra
mediante números musicales del mismo
compositor de otras obras suyas o
añadir textos. Ello lleva a
destrozar la obra original que posee
su estilo propio y su ritmo. Por lo
general el relleno se palpa.
Hay una tercera solución que plasma
Ramón Barce en el programa
que se editó con motivo de La
verbena de la Paloma de 1994,
para celebrar el centenario de su
estreno:
La posibilidad de
resucitar aquel
Teatro por horas, ya
que hay un amplio
repertorio y muy
atractivo. También sería
un modo de animar a
nuevos autores.
Ahí queda la idea,
que considero
perfectamente viable. |
Para esta representación se ha
creado un Prólogo titulado Telón
Cinemático.
-
Se trata de un
Prólogo de
Bernardo
Sánchez
- comenta
Luis Olmos,
director de El teatro de la Zarzuela
– que quiere ser un guiño al
Teatro
Apolo. Con él nos trasladamos, como
espectador y ciudadano, al entorno,
interior y atmósfera del
desaparecido Teatro Apolo y a una de
sus funciones. Recorremos aquel
ambiente con elementos y tipos
característicos que recuerdan la
mítica cuarta de Apolo y deambulan
por la propia sala está que tiene
bajado el llamado telón Cinemático,
un telón de anuncios, famosísimo en
la época y muy representativo.
Utileros, sastra y pianista de sala
evocan tramos de la historia del
género y del antiguo Apolo.
|

TELÓN CINEMATICO DEL
TEATRO APOLO |
De los personajes de La Verbena uno
de ellos aparecerá en este prólogo.
Es Don Hilarión que desea anunciar
en el mencionado Telón unas grajeas
de fabricación propia. Para ello
trata con el encargado del Telón
Cinemático, un joven cinéfilo como
Don Hilarión e hijo de empresario de
cinematógrafos y hombre anuncio.
Posteriormente éste joven
reaparecerá en la representación de
La Verbena de la Paloma.
LOS PERROS DE LA TÍA ANTONIA
Y EL CAFÉ CANTANTE
Entre las acotaciones del texto
están los perros de la Tía Antonia:
ANTONIA: (Saliendo con los perros)
¡Canalla, chulapo, - guripa, soez!
¡Si te echo los perros – te arrancan
la piel!
(Achucha los perros, sin soltarlos,
para que ladren) |
En la Verbena, vemos que han mordido
a Julián:
(Julián saca el pantalón roto de
haberle mordido los perros).
He visto muchas Verbenas y a lo más
los tales chuchos ladran
histéricamente desde dentro.
El otro tema, también fuera del
escenario, es el Café de Melilla, un
café Cantante. En el tal café canta
una Cantaora – acompañada por un
piano - que, según el texto de la
partitura, entrevemos a través de
una cristalera; más tarde suena un
violín y piano con una mazurca, que
Casta y Susana aprovechan para
bailar dentro de su casa. Son, pues,
acciones fuera de la vista del
público. Como se trata de un
tratamiento naturalista, la orquesta
deja de tocar y se encomienda el
sonido a un violín y piano, entre
bastidores. Voz, violín y piano no
tienen las mejores condiciones
acústicas para el público.
 |
A lo largo de las diversas
representaviones de La Verbena se ha
recurrido a diversas soluciones,
todas discutibles. Hay algo
importante: la escena de la Cantaora
sólo la pueden ver los que están en
el Café, que para eso pagan. El
resto de los vecinos se tienen que
conformar con oírla, y por otro
lado, los tales vecinos son los que
desarrollan la actividad escénica
ante el público con los piropeos y
sandungas de la tía Antonia y las
advertencias de Casta y
Susana y
demás vecindario. Para resolver el
problema del volumen el piano, a
veces, ha sonado el de la orquesta –
le falsea la perspectiva sonora - ;
otras se ha situado, ocultamente, en
el escenario. Piano y violín se
escucha perfectamente, incluida la
Cantaora sacando ante los
espectadores el café Cantante con la
convención de que el vecindario no
lo ve, aunque esté ante sus narices. |
Y como una cosa lleva a la otra al
sacarlo a la vista del público, ha
llevado a la tentación de arropar a
la Cantaora con una coreografía de
conjunto, así como también la tal
coreografía arropaba a la Casta y
Susana en su Mazurca.
En esta versión se ha buscado una
solución nueva que no se desea
desvelar, ya que esa será una de las
sorpresas – amén del traslado a los
años treinta y el telón Cinemático -
de esta representación.
EL REGUERO DE PÓLVORA QUE FUE
LA VERBENA DE LA PALOMA
El éxito de aquella noche, hizo que
al mes de estrenara en Barcelona en
el Teatro Eldorado. En Madrid se
llegó, en junio, a las 100
representaciones. El resto de las
ciudades españolas la subieron al
escenario. Vinieron parodias,
alusiones en versos y cuplés y el
uso de mucha fraseología:
“¡que tiés
madre!, hay que comprimirse, lu que
te la gana” y por supuesto los
cantables de
“Por ser la Virgen de
la Paloma”, “Una morena y una rubia”
y el “Dónde vas con mantón de
Manila”.
La gente de fuera supo que en Madrid
había “unos toros en Carabanchel”.
Siguió su gira triunfal en América y
Madrid se vio, en el extranjero, a
través del casticismo de la obra.
Hoy no es ya, naturalmente, un
paradigma de lo madrileño (salvo
arqueológicamente), ni de una
actualidad social o psicológica. En
cambio ha adquirido la gravedad y la
estabilidad de las obras maestras.
Con La Verbena de la Paloma se
alcanza la cumbre del sainete lírico
como forma original y autóctona de
la zarzuela, liberándose de los
modelos de la ópera cómica francesa
e italiana. (Ramón Barce, programa
del centenario (1894 – 1994):
La
Verbena de la Paloma, Madrid, Teatro
de la Zarzuela- Ministerio de
Cultura-INAEM, pp7-17). |
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