BALLET D’ EUROPE
SORPRENDENTE CALIDAD
L’Usine
Corot (Sede del ballet d’Europe) Marsella.
Foto: J.F. Gaultier.
Ensayo de Petoruchka (2003)
El
Ciclo De Danza del Centro Cultural de la Villa,
dentro de la programación de los Veranos de la
Villa, ha sido coronado con la intervención del
Ballet D’Europe. Digo “coronado”, porque ha
mostrado su buena preparación y su capacidad
creativa como lo prueba la original puesta en escena
de Petrouchka, ballet ya avanzado, para su
época (1911), que ideó Fokine y bailó
Nijinski. |
Jean - Charles Gil |
El responsable último del “buen
baile” de esta Compañía es Jean -
Charles Gil, que en su tierra de origen - Murcia -
responde al nombre de Juan Carlos Gil.
Un bailarín español que, como muchos otros, a falta de Compañías
de Clásico en nuestro país, desarrollaron sus cualidades en el
extranjero.
A los 19 años ya era Primer Bailarín del Ballet Nacional de
Marsella de Roland Petit. Prosiguió su carrera como
Bailarín principal en el San Francisco Ballet (1985 -
1988) y en el de Monte-Carlo (1991 - 1997).
Baryshnikov lo llama para bailar en el American Ballet
y Nureyev para la Ópera de París. Maurice
Béjart también contaría con él para sus coreografías.
Desde 1995 crece su interés por la coreografía y firma una
Electra para el Ballet del Grand Théâtre de Burdeos.
Después vendrán otras.: Bach to äfrica para la Fête de
la Musique d’Aix-en-Provence, Corps Accords en
Lausanne (1998), que supone una nueva evolución en su línea
artística.
Nati te quiero |
Constatando, él mismo, su
capacidad como coreógrafo, decide en 1998 iniciar una nueva
etapa en su profesión: coreógrafo y profesor. Su experiencia
como bailarín, coreógrafo y maestro las transmite en los Cursos
de verano en las Universidades de Sur de Francia. De ahí
nacerá el Ballet des Jeunes d’Europe (BJE), y se presenta
artísticamente en 1999 con la Fantaisie pour tous, sobre
la fantasía opus 80 de Beethoven. En el 200 crea un
Boléro de Ravel, a partir de una versión de 2 pianos a 4
manos.
Tras estas experiencias Gildes Bourdet, le da total libertad
para presentar en el Théâtre National de Marseille La
Criée, Nati te quiero: un enfervorizado homenaje a su
madre y a la España de su infancia.
Entre el 1998 y el 2003, el grupo ha adquirido una cierta
consistencia y se transforma en el Ballet D’Europe,
creado en Marsella en el 2003. Su sede será L’Usine Corot
de Marseille. Su primera producción será Dock de Suds en
que estrenará en Marsella del 18 al 23 de diciembre de ese año.
A partir de entonces comenzará su gira regional y nacional.
Veinte bailarines constituyen el elenco, que, a la vista del
difícil repertorio elegido, demuestran una gran calidad y la
capacidad para formar un sólido bloque de gran homogeneidad.
Entre ellos una española: Beatriz Uhalte.
ELENCO
Balazs Baranyai, Jean-Philippe Bayle, Helena
Dmitrienko, Michel Béjar, Fabrice Gallarague,
Maria-Florencia Gonzalez, Audrey Lièvremont, Anne
Marchand, Nathanaël Marie, Kenji Matsuyama-Ribeiro,
Cosima Munoz, Aline Richard, Mathilde Van de Wiele,
Beatriz Uhalte |
Foto: Pascal Delcey |
UN
RÊVE
Título: Un rêve
Coreografía: Jorma Uotinen
Música: Kimmo Pohjonen. - Kielo (1999)
Vestuario: Erika Turunen
Iluminación: Mikki Kunttu
Compañía: Ballet d’Europe
Estreno en Madrid: Centro Cultural de la Villa, 28 de
Julio de 2004 (Veranos de la Villa)
Jorma Uotinen firma esta coreografía. De origen
finlandés, este coreógrafo ha desarrollado en su país un intenso
y valioso trabajo coreográfico al frente del Ballet Nacional
de Finlandia durante 30 años.
Las noche blancas de Finlandia inspiran esta cerebral e
interesante coreografía, inmersa en el mundo onírico del sueño y
de la vigilia. La música de Kimmo Pohjonen -Kielo, (1999), de
corte post-modernista, crea el clima sonoro para una narración
que se aparta de la realidad que conocemos y así sumergirse en
el onirismo del subconsciente y en la desaceleración del tiempo.
Los personajes deambulan en soledad o se fusionan en pareja en
un ir y venir soñoliento y mágico. Para ello acude a un estilo
que entrelaza lo clásico y lo contemporáneo, en el que se puede
leer a W. Forsythe, en buena dosis, a Mark Ek o a
J. Kylian. Abunda más en lo cerebral y reflexivo que en
lo externamente emocional. Ello puede desconcertar al espectador
medio, que tiende, por lo general, a leer una historia,
descubrir un concepto abstracto o experimentar una emoción. Todo
esto existe, pero en otra clave: la del sueño y la del mundo
mágico que engendra el propio estado de soñolencia. Esto es lo
que produce una sensación de frases coreográficas inconexas y
desconcertantes. A medida que avanza el desarrollo a base de
especiales pasos a dos, muy elaborados, esa lentitud y
ambigüedad que produce el estado onírico, impregna todo el
transcurrir coreográfico. De ahí que se tenga la sensación de
cierta ambigüedad. No obstante el tratamiento estético del
movimiento aislado o en pareja o en contrapunto de las diversas
parejas termina por ser un bello análisis del movimiento - a
veces ralentizado - del cuerpo humano.
Foto: Pascal Dekey |
PETROUCHKA
Título: Petrouchka
Coreografía: Jean-Charles Gil
Asistente del coreógrafo (hip-hop): Edouard Lavelle
Música: Igor Stravinsky
Escenografía: Xavier Fananas
Creación del vestuario: Jérôme Kaplan
Realización del vestuario: Sylvie Lefray, Nathalie
Elbaz, Minok y Sandra Pomponio
Video: Jean-Chistophe Aubert (obras de Víctor Vasarely)
Compañía: Ballet d’Europe
Estreno en Madrid: Centro Cultural de la Villa, 28 de
Julio de 2004 (Veranos de la Villa).
Siempre que me acerco a un título clásico, experimento una
sensación indefinida. Por un lado un cierto atractivo. Por oto
cierto temor. El atractivo se funda en la esperanza de que el
ballet clásico llegó a una cota de tal virtuosismo y vistosidad
en su mejor época que siempre atrae. Temor porque la realidad
que a veces aparece, tiene un olor a rancio y el virtuosismo o
la brillantez de sus pasos a dos, las danzas o los conjuntos de
hileras coreográficas fallan si no se dispone de una compañía de
elevada categoría. La intranquilidad es mayor cuando de ese
clásico se hace una nueva propuesta en cánones contemporáneos
tanto en la historia como en la coreografía.
El 13 de junio de 1911 en el Théâtre du Chatelet, en
París, los míticos Ballets Rusos de Sergei Diáguilev,
estrenaban un título: Petrouchka, de corte vanguardista
tanto por la música de Igor Stravínski como por la propia
coreografía de Mijaíl Fokín que mecanizaba, un tanto, los
movimientos. Su protagonista Vaslav Nijínski, era el
bailarín ideal para un ballet de vanguardia, en la que ya
comenzaba a moverse desde hacía unos años.
Igor Stravinski no había compuesto su música para un
ballet, sino que era un pieza de concierto en la que el piano se
contrapone continuamente a la orquesta. Diáguilev, al oírla,
pidió a Alexander Benois (pintor) y al propio Stravínski
que escribieran el libreto. Dos años antes (1909) Stravínski
había compuesto la música para el ballet El Pájaro de
Fuego, pero Petrouchka consagrará al músico y hará que
las reticencias hacia su innovadora música desaparezcan.
Estamos en una plaza de San Petersburgo en 1890, en
la que una compañía de circo ofrece su espectáculo.
El frío arrecia. La historia es el amor desgarrador
de un muñeco que palpita como hombre, pero que se
topa con la muralla de un mundo hostil en el que no
puede expresar sus sentimientos. La incomprensión le
rodea por todas partes. |
Víctor Vasarely
(1908 - 1997)
|
Jean-Charles Gil relee
el libreto y lo transporta a nuestro mundo de la informática y
de la ciencia ficción. Experiencia sobre el argumento y
coreografía tradicional no le falta, ya que la ha interpretado
varias veces. Por lo tanto si, en principio, siempre es un
cierto atrevimiento remendar la plana a lo consagrado, Gil tiene
garantías al ser un buen conocedor del tema, a nivel práctico.
La concepción de ciencia ficción necesitaba algo más que el
mecanicismo de los muñecos de entonces, a niveles de vestuario y
escenografía. Jérôme Kaplan le viste los personajes en
una línea imaginativa y colorista que recuerda muchos de los
personajes de los films de ciencia-ficción. La escenografía
proyectada sobre los coloristas y geométricos dibujos de
Víctor Vasarely (Hungría (Pecs) 1908 - 1997), proporcionan
ese aire futurista que tiene este nuevo tratamiento. Acorde con
ello son los movimientos robóticos de los bailarines,
acentuados, en algunas ocasiones, por el estilo hip-hop.
Todo el espectáculo es vistoso y atractivo, tanto por los
movimientos coreúticos robotizados como por los fondos de
Vasarely. Hay una policromía de color y de movimientos
entrelazados que se acomodan perfectamente al estilo colorista
del pintor en el que la línea, elegante y flexible, proporciona
el dinamismo al espacio. En el conjunto no se sabe si Gil ha
buscado fondos para su nueva concepción dramatúrgica y
coreográfica y se topó con Vasarely, o bien esta Petrouchka
sirve como disculpa para bailar al pintor húngaro.
Otra vez más el grupo de bailarines vuelven a mostrar su gran
capacidad y su perfecta disciplina.
Esta propuesta ha querido ser - en palabras del programa - un
homenaje al bailarín Serge Golovine y a los Ballet
Rusos. Puede perfectamente serlo y al mismo tiempo hace
creer en la posibilidad de la continua renovación de textos
antiguos.
BALLET D’EUROPE
UNE ETONNANT QUALITÉ
L’Usine
Corot (Sede del ballet d’Europe) Marsella.
Foto: J.F. Gaultier.
Ensayo de Petoruchka (2003)
Le
Festival De Danse du Centre Culturel de la Ville,
composante du programme des Etés De la Ville,
a été “couronné” par la représentation du Ballet
d’Europe. Je dis “couronné”, parce qu’il
témoigne d’une bonne préparation et d’une capacité
créative comme le montre la mise en scène originale
de Petrouchka, ballet qui fût déjà en avance
à son époque (1911), d’après une idée de Fokine
et dansé par Nijinski. |
Jean - Charles Gil |
Le véritbale responsable de
cette Compagnie est Jean Charles Gil, qui , dans son pays
d´origine - Murcia - s´appelle Juan Carlos Gil. Un
danseur espagnol qui, comme beaucoup d’autres, par manque de
compagnies de danse classique dans notre pays allèrent
dévelloper leurs qualités á l’étranger. Dans les années 19 il
fut danseur étoile du Ballet National de Marseillle de
Roland Petit. Il poursuivit sa carriére de danseur étoile au
Ballet S. Fco (1985 - 1988) puis à celui de Monte
Carlo (1991 - 1997). Baryshnikov lui demanda de
danser pour l’ American Ballet et Nureyev pour l’Opéra
de Paris. Maurice Béjart comptera aussi dur lui pour
ses chorégraphies.
Depuis 1995 son intéret pour la chorégraphie s’affirme et il
crée Electre pour le Ballet du Grand Théâtre de
Bordeaux.
Ensuite en viennet d’autres:
Bach to äfrica pour la Fête de la Musique d’Aix-en-Provence,
Corps Accords en Lausanne (1998), qui marque une
nouvelle évolution de sa créativité artistique.
Nati te quiero |
Son succés de chorégraphe
s’affirmant, il décide en 1998 de passer une nouvelle étape dans
son métier : comme chorégraphe et professeur. Il tramsmet son
expérience de danseur, de chorégraphe et d’expert durant les
cours d’été des Universités du Sud de la France. De là va naitre
le Ballet des Jeunes d’Europe (BJE), qui se fera connaître en
1999 avec la Fantaisie pour tous d’aprés la fantasía opus 80 de
Beethoven. En 2000 il crée un Boléro de Ravel, dans une version
pour deux pianos á 4 mains.
Aprés ces expériences, Gilles Bourdet, lui laisse carte blanche
pour présenter au Théâtre National de Marseille La Criée,
Nati
te quiero: un enfervorizado fervent hommage à sa mére et à
l’Espagne de son enfance.
Entre 1998 et 2003, le groupe acquiert une certain consistance
et se transforme en Ballet d’Europe , création á Marseille en
2003. Il s’installe dans l´Usine Corot, dans le 13éme
arrondissement de Marseille.
Sa premére oeuvre sera Dock de Suds qui se donnera à
Marseille du 18 au 23 décembre de cette année. A partir de là,
il commence une tournée regionale et nationale.
La troupe comprend vingt danseurs , qui, vue la difficulté du
repertoire choisi, montre une grande qualité et capacité à
former un ensemble d’une grande homogénéité. Parmi eux, il y a
une espagnole Beatriz Uhalte.
TROUPE
Balazs Baranyai, Jean-Philippe Bayle, Helena
Dmitrienko, Michel Béjar, Fabrice Gallarague,
Maria-Florencia Gonzalez, Audrey Lièvremont, Anne
Marchand, Nathanaël Marie, Kenji Matsuyama-Ribeiro,
Cosima Munoz, Aline Richard, Mathilde Van de Wiele,
Beatriz Uhalte |
Foto: Pascal Delcey |
UN
RÊVE
Titre: Un rêve
Choréographie: Jorma Uotinen
Musique: Kimmo Pohjonen. - Kielo (1999)
Costume: Erika Turunen
Eclairage: Mikki Kunttu
Troupe: Ballet d’Europe
Premiére a Madrid: Centro Cultural de la Villa, le 28 juillet 2004 (Veranos de la Villa)
Jorma Uotinen est l’auteur de cette chorégraphie.
D’origine finlanaise il a produit, durant 30 ans dans son pays,
un intense et fructueux travail chorégraphique pour le Ballet
national de Finlande.
Les nuits blanches de Finlande inspirent cette chorégraphie
réfléchie et prenante, qui nous plonge dans ce monde onirique au
bord du rêve. La musique de Kimmo Pohjonen - Kielo 1999, . de
facture post-moderne , crée le climat sonore d’un récit, qui
s’éloigne de notre réalité, pour nous plonger dans l’onirisme du
subconscient et un ralentissement du temps. Les personages
deambulent solitaires ou se fondent en couple dans un aller et
venue rêveur et magique. Il le fait dans un style qui croise
classique et contemporain , dans le quel on peut reconnaître du
W. Forsythe, à bonne dose, du MarkEk ou J.Kylian. Il donne plus
dans le cérébral et le réflexif que dans l’émotionnel. Ceci peut
deconcerter un public peu averti, qui, en général, aime lire une
histoire, decouvrir un concept abstrait ou experimenter une
emotion. Tout cela est présent, mais traité d’une autre maniére:
celle du rêve et d’un monde magique qui crée ses propres images.
C’est cette sensation que produisent une série de phrases
chorégraphiques discontinues
et deconcertantes. A fur et à mesure que se developpe une série
de pas de deux spéciaux
et trés elaborés, cette lenteur et cette ambiguïté produisent un
état oniriqua impregnent
tout l’ensemble chorégraphique. De là vient aussi la sensation
d’une certaine ambiguité.
Cependant le traitement esthétique du mouvement seul ou en
couple ou en en jeu de contrepoint de differents couples finit
par séduire le spectateur. Ce rêve finit par être une belle
Analyse du mouvement - parfois au ralenti - du corps humain.
Foto: Pascal Dekey |
PETROUCHKA
Titre: Petrouchka
Chreographie: Jean-Charles Gil
Assistant de choregraphie, coreógrafo (hip-hop): Edouard Lavelle
Musique: Igor Stravinsky
Scénographie: Xavier Fananas
Costume: Jérôme Kaplan
Realisateur des costumes: Sylvie Lefray, Nathalie Elbaz, Minok y Sandra Pomponio
Video: Jean-Chistophe Aubert (obras de Víctor Vasarely)
Troupe: Ballet d’Europe
Premiére a Madrid: Centro Cultural de la Villa, le 28 juillet
2004 (Veranos de la Villa).
Chaque fois que je m’apprête à voir une oeuvre classique,
j’éprouve une certaine gêne.
D’un coté un certain attrait. De l’autre une certaine crainte.
L’attrait vient de ce que le
ballet classique est arrivé á un tel niveau de perfection et de
beauté, à sa meilleure époque qu’ié continue à attirer. Crainte
parce que la realité, ce qui arrive parfois, a un air de dejá vu
et que la virtuosité ou le brillant de ses pas de deux, les
danses ou les effets d’ensemble chorégraphiques échouent si la
qualité de la compagnie fait défaut.
La gêne est encore plus grande quand on fait une nouvelle
interprétation d’une œuvre classique selon les canons
contemporains tant dans le traitement de l’histoire que de la
chorégraphie
Le 13 juin 1911 au Théâtre du Chatelet, á París, les
mythiques Ballets Russes de Sergei Diáguilev
donnent Petrouchka, de facture avanguardiste tant par la
musique de Igor Stravínski que par la chorégraphie de
Mijal Fokin qui automatise, un peu, les mouvements. L’acteur
principal, Vaslav Nijinski, était le danseur idéal pour
ce type de ballet d’avangarde, dans lequel il commencait à
travailler depuis quelques années.
Igor Stravínski n’avait pas composé cette musique pour un
ballet, mais l’avait composé comme un concert dans lequel le
piano joue continuellement en contre point avec l’orchestre. En
l’ecoutant Diáguilev demanda au peintre Alexander
Benois. et a Stravínski lui même d’écrire le livret.
Deux annés auparavant (1909) Stravínski avait composé la musique
pour L’Oiseau de Feu. Mais c’est Petrouchka qui
consacrera le musicien et mettra fin aux reticences du public
devant l’innovation de sa musique.
Nous
sommes sur une place de Saint Petersbourg, en 1890;
une compagnie de cirque
presente un spectacle. Le froid est intense.
L’histoire est celle de l’amour déchirant
d’un pantin, qui vibre comme un homme, mais qui se
heurte au mur d’un monde hostile
oú il ne peut exprimer ses sentiments.
L’incompréhension l’entoure de toutes parts.
|
Víctor Vasarely
(1908 - 1997)
|
Jean - Charles Gil relit le
livret et le traduit pour notre monde de l’informatique et de la
science fiction. La connaissance du sujet et de la chorégraphie
traditionelle ne lui manque pas car il l’a déjà interpreté de
nombreuses fois. Cependant s’il y a un certain risque, en
principe, à revenir sur ce qui a été bien fait, Gil a toutes les
moyens pour bien conduire pratiquement le sujet práctico.
Le rendu de science fiction nécessite plus que le mecanisme des
automates d’antan; au niveau des costumes et de la scenographie.
Jérôme Kaplan habille les personages dans une ligne imaginative
et colorée qui évoque beaucoup les personnages des films de
science fiction. La séquence scénographique projeté, sur les
dessins colorés et geometriques de Víctor Vasarely. (Hongrie
Pecs) 1908 - 1997), donne un air futuriste à ce nouveau
traitrement de l’oeuvre. Ceci s’accorde avec les mouvements
saccadés des danseurs, accentués, parfois, par le style hip-hop
Tout le spectacle est beau et attractif tant par les mouvements
saccadés du choeur que par les projections en toile de fond de
Vasarely. Il y a un jeu de couleurs et de mouvements entrelacés
qui s’accordent parfaitement au style coloré du peintre dont la
ligne élegante et flexible ajoute au dynamisme de l’ensemble.
Dans cet ensemble on ne sait pas si Gil, en cherchant des toiles
de fond pour sa nouvelle oeuvre dramatique et choréraphique est tombé sur
Vasarely ou
bien si Petrouchka sert de prétexte au peintre hongrois pour
danser Une fois de plus la troupe de danseurs montre sa grande
maîtrise et sa parfaite discipline.
Cette proposition a voulu être – voir la dédicace du programme-
un hommage au danseur Serge Golovine et aux Ballet Russes. Il
peut l’être parfaitement et en même temps permettre de croire à
la possibilité d’une réécriture permanente des textes anciens.
Pierre Olry
(Traducción) |