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NIGEL
CHARNOCK: FRANK
comunión
perfecta
entre
personaje y público.
Frank
es un
personaje curioso, alocado, inclasificable y que pone en solfa a todo el mundo
que le rodea, pero al que pronto se le empieza a querer
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Título: Frank
Bailarines: intérpretes Nigel Charnock
Iluminación: Rachel Shipp
Responsable
técnico: Christopher Copland
País: Reino Unido
Género: Danza-Teatro
Productora: Gwen Van Spijk
Dirección
artística y coreografía: Nigel
Charnock
Duración: 1 hora
y 10 minutos, sin intermedio
Estreno
en España
Estreno
en Madrid: Círculo de Bellas Artes, 12 – IV - 2007
www.cueperformance.com/nigel.html |
FOTO: MATTIAS EK |
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Que el público se divierte y lo
agradece con repetidos aplausos al final es innegable. Nigel Charnock con su Frank –
uno de los cinco solos creados por él desde 1990 – nos entrega un monólogo con
toques de improvisación – ciertos elementos del 13 de abril no estaban en el
día anterior – sobre una estructura fija. Es un monólogo en cuanto que él lo es
todo sobre el escenario. Pero no un
monólogo de texto – al estilo del Club de
la Comedia – o un solo de danza, una vez que es coreógrafo y bailarín. Para su monólogo acude a un sinfín de
lenguajes escénicos: palabra, danza, canto, música, teatro y todo ello en modo alterno, asociado
o en un lúcido collage. La libertad en mezclar inteligentemente estos lenguajes
es lo que más le caracteriza. Se han calificado sus espectáculos como performance, pero incluso aquí rompe los
limites del performance. Más bien habría
que decir que, como género – imagino que odia estas palabras que encasillan -, su espectáculo es Niguel Charnock. |
Frank es un personaje curioso, alocado,
inclasificable y que pone en solfa a todo el mundo que le rodea, pero al que
pronto se le empieza a querer. Frank es una especie de camaleón que viste diversas situaciones y de ese modo surgen una serie de personajes que se expresan
por el canto, la danza y el propio cuerpo recurriendo a multitud de
expresiones.
Nigel posee
unas grandes facultades para imitar cantantes – bajo el sigo de la parodia – y para
la danza. Se descubre que es un gran bailarín. Prácticamente pone en tela de
juicio, con una fina ironía, lo que el ser humano ha
creado y se ha transformado en tópicos. Se cuestiona también lo
estereotipado y vaciedad de ciertos pasos de danza clásica o las contorsiones
de la danza contemporánea. |
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Homenaje – imagino - a España es una parodia de
la España
flamencóloga en un baile mezcla de zapateado y el arte del toreo con una capa
que es la bandera española. De ahí pasa a hermanarla con la inglesa ya
que “somos vecinos”, por aquellos del Peñón, pienso. El tema de las
banderas siempre es delicado y sobre todo en el tiempo en el vivimos que
prácticamente se ha sacralizado. No obstante, desmitifica esa sacralidad al
marcarse un zapateado sobre la bandera inglesa.
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La simpatía – con un toque de
perversión - con que va desgranando su crítica salta las lindes del proscenio e
invade el patio de butacas. Se engolfa desinhibidamente con los espectadores,
con los que juega y uno y otros disfrutan de la fiesta que termina por ser este Frank. Abunda el texto en inglés, lo cual resta, sólo en pequeña
parte, cierta información, pero Nigel es tan apabullantemente visual y sensorial que suple esa posible falta de
información.
Frank tiene
la frescura de lo improvisado y es una
hora y diez minutos de comunión perfecta entre personaje y público.
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