La controversia de Valladolid. Entrevista. Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande.   
Miércoles, 17 de Marzo de 2010 12:55

LA CONTROVERSIA DE VALLADOLID


FOTO BASE: DAVID RUANO

Las Indias Occidentales, tras un comienzo de explotación del “indio” por parte de los conquistadores españoles, plantearon como discusión teológica si aquellos seres, aparentemente, iguales a ellos: tenían alma o no.
 

  • A veces vemos este planteamiento – aclara Carlos Alfaro, el director de este montaje - como con cierto escándalo: El que unos teólogos pongan en duda la igualdad de aquellos seres de las Indias. Pero ya me gustaría a mí que los poderes actuales se plantearon ciertos temas, como en 1550 se lo plantearon. Plantear un debate en esos términos, como hizo la Iglesia en su momento, es algo a considerar. Otros colectivos ni se lo propusieron. Preferían la postura más cómoda de no preguntarse nada para poder seguir explotando. Hoy no se hacen estos planteamientos de debate en temas importantes actuales. En eso vamos a peor.

CARLOS ALFARO

Jean – Claude Carrière – guionista durante 19 años de Luis Buñuel y dramaturgo y guionista teatral de Jean-Luis Barrault y Peter Brook – había escrito en 1992 La Controverse de Valladolid: una prosa acerca del debate de si los indígenas son seres humanos completos y verdaderos, criaturas de Dios, o sí, por el contrario, cómo se venía afirmando, son seres de una categoría distinta, inferior o incluso súbditos del Imperio del Diablo. Las dos posturas las encarnarán el filósofo, jurista y teólogo Diego de Sepúlveda y el inquieto Bartolomé de las Casas, defensor de la causa india, de la evangelización pacífica y contrario a la esclavitud,

Ferrán Rañé se mete en la piel de Bartolomé de las Casas y ha sido el motor que ha hecho subir al escenario la obra de Carrière.
 

  • Soy mitad catalán, mitad aragonés – confiesa Rañé y si se me apura casi familia de Buñuel porque he nacido en un pueblo cerca de Calanda. La bonita biografía sobre Buñuel que Carrière había escrito y mi interpretación en La Agenda de Carrière, me llevaron a La Controversia por la que me sentí atraído. Descubrí que Carrière había escrito una gran obra abordando este tema. Inmediatamente pensé que había que llevarla a escena Encontré a Carlos Alfaro para dirigirla. Surgieron más ideas que dinero, pero al final con la Producción del Grec, pudimos representarla en el Teatro Liure de Barcelona.

FERRÁN RAÑÉ
FOTO: DAVID RUANO

El texto original en prosa encontró una adaptación en la Televisión francesa, que interpretaron Jean Marais y Jean Louis Trintignan. Ultimada la decisión de llevarla al teatro, se descubre que Carrière ya tenía hecha la adaptación teatral y se lleva a cabo la simple traducción sin ninguna otra adaptación.

  • Sólo hay un añadido – precisa Carlos Alfaro -, los indios hablan en su idioma, pues es un elemento mágico como arma y como encuentro. A Carrière le pareció fantástico y ha quedado entusiasmado. Este recurso lo tomamos de la versión televisiva francesa, pues allí se hablaba en indio. Se trata del Náhualt, que ha traducido Lucio Carpanta y que el propio Rañé (Bartolomé de las Casas) utiliza para hablar con los indios. Claro que solamente conoce 100 palabras.

UN PELIGROSO ESPECTACULO DE IDEAS

Ferrán Rañé envió el texto a Carlos Alfaro. Era un texto apetitoso en cuanto a las ideas pero muy hablado
 


FOTO: DAVID RUANO
  • Era consciente de que un texto como éste – aclara Carlos tenía muchos peros, sobre todo porque, hoy en día, plantear un espectáculo de ideas o con una atracción por la dialéctica no es gusto del público. Por lo tanto mi primer acercamiento fue ver cómo crear un tipo de espectáculo con este texto. Renuncié a la tentación de inventar algo que fuese más entretenido para el público. No era necesario. Jean-Claude Carrière es muy inteligente y es un gran conocedor de lo que se llama el pálpito escénico. No había construido personajes pedagógicos que mostraban posturas, sino personajes de carne y hueso. Empezamos con posturas muy enfrentadas y teóricas, pero en ese enfrentamiento se ve que son muy necesarias esas ideas que van más allá de la simple anécdota. Hoy en día hay mucho miedo a dialogar, debatir o contrastar. Por eso me fascinó que en 1550, se plantease aunque en la trastienda de la Iglesia esa temática.
     

DE LA EXISTENCIA DEL ALMA
A UN PROBLEMÁTICA MÁS AMPLIA

La controversia sobre el “alma” de aquellos indios implica un sinfín de temas:

  • Tal temática – añade Carlos abre un planteamiento teológico y moral, pero también económico. Esta es la sorpresa para todos. Estamos en una colonia y de ahí que, prescindiendo de disquisiciones más elevadas, la aceptación o no tesis desvela la ingerencia económica si se acepta el alma para los indios: Si los indios no son esclavos, hay que pagar. La Corona y la Iglesia no tendrán el dinero que hasta ahora les está llegando. Este debate me parece fantástico.

De todos modos, el desafío estaba en conjugar actores y no caer en el posible tedio de un debate. Por eso, el punto de partida era encontrar el material humano. Ferrán Rañé y Manuel Carlos Lillo, aparecían como actores idóneos, puesto que sobre ellos recae gran parte de la controversia.

  • Este es un gran trabajo de actores. Cuando te enfrentas con un trabajo dialéctico, se tiene que transformar las ideas en pensamientos y necesidades por parte de ellos. Para mí ha sido emocionante el ver cómo esas ideas se van personalizando y las distancias se acortan.

CARLES ARQUIMBAU (SUPERIOR)
FOTO: DAVID RUANO
En un mundo actual que, en teoría, habla de solidaridad, se puede leer la obra como de buenos y malos. Lógicamente, para nuestra mentalidad, el bueno es el defensor de la causa india: Bartolomé de las Casas, pero en opinión de sus creadores, no existe tal dicotomía.
  • No hay exactamente buenos y malos – precisa Carlos. En principio la imagen de Bartolomé es el bueno de la película. Pero hemos querido que sea humano y por eso está lleno de contradicciones. Lo mismo Sepúlveda, que sería el malo. Pero es un ser muy inteligente y muy sabio. Es muy conocedor de los Evangelios.
  • Mi personaje me gusta – añade Ferrán Rañé -, porque no es plano y por lo tanto es menos malo. Tiene tantos problemas de conciencia como los otros. De hecho históricamente ha sido uno de los que ha fomentado la Leyenda negra sobre España. Defendió a los indios, una especie de teología de la liberación pero iba enrolado en la conquista y las campañas. Me fascinó.

Ferrán Rañé, tonsura dominicana incluida, contemporaniza a Fray Bartolomé con un espectáculo sobre el mítico payaso catalán Charli River.

  • Esta no existencia de buenos y malos – confiesa Carlos - es lo que me apasiona de un debate. Es mágico. Me encantan las dialécticas que nos desnudan y nos quedamos con lagunas. En el teatro los que llevan esos pensamientos son portavoces de nada. No son buenos o malos. Me ha apasionado siempre hacer aflorar en los buenos las contradicciones y en los malos que lo que defienden lo hacen creyéndolo y no con maldad. Aquí, en nuestro país, a los malos no los queremos entender. Tenemos un problema de terrorismo y nos da pavor hablar de ello. Parece como si hablar de ello, para hacer luz sobre el problema es ir contra las víctimas. Como el hablar de un tema que no entendemos, nos da miedo. Por eso, este debate es por sí mismo contemporáneo. No hace falta vestirlo de contemporáneo. Es cierto que hoy es un tema que nadie debate, pero lo importante no es sólo lo que se discute, sino cómo se discute. Cómo se adaptan los argumentos a lo que más conviene.
     
Si los indios tienen alma, es una formulación que casi la totalidad de nuestros contemporáneos, lo da como evidente: la tienen. Y se ve como zafiedad o escándalo el sólo pensarlo e incluso no comprenden cómo se pudo llegar a formular tal interrogante. Plantearla en nuestro siglo XXI parece desfasado, no obstante si a nivel teórico es una tesis ya liquidada, a nivel práctico, si analizamos los comportmientos, una parte de la población piensan que hay seres inferiores: la extorsiones, los actos de crueldad y vejación con los prisioneros de Abu Ghraib, la explotación de tantos y tantos pueblos por parte de los que se sienten superiores etc… Y para todo ello existen tesis con qué defenderlo.
RAÚL CÁCERES/ABRIL HERNÁNDEZ
FOTO: DAVID RUANO
  • Las masacres de hoy – advierte Ferrán - se pueden argumentar desde Aristóteles con la afirmación de que hay pueblos inferiores y hay que conducirlos. Entra pues más allá del debate original del alma o no alma. A lo largo de la discusión van surgiendo las dudas, los planos débiles de las argumentaciones y es en eso donde hemos ahondado. Aflora la vulnerabilidad de las personas. Lo importan es ver cómo los dos se arrogan, para defender sus posturas, las mismas palabras de los Apóstoles en forma contradictoria y antagónica.

VOYEURISTA PUESTA EN ESCENA

Mucho texto, prácticamente dos personajes hablando, mínimo de acción y esgrima intelectual dialéctico no eran líneas muy agradecidas para la plástica teatral.
 

  • En efecto, nunca me había encontrado con tanta dificultad - confiesa Carlos. Personalmente me cuesta hablar de escenografía, en general, porque no la domino y tampoco el aspecto pictórico. Prefiero hablar de Espacio Escénico, es decir no tanto la creación de un espacio material sino de un espacio que vaya más allá de lo material. Uno de los problemas era situar el triángulo de posiciones de los interlocutores, propio de todo debate, en un formato de teatro a la italiana. No sabía cómo resolverlo, ya que son personajes estáticos: ¿de espaldas, algunos, de medio espalda…? Me vino la solución a través del “voyeurismo” del propio espectador, el cual iría focalizando, según su interés, de un lado a otro. La cuestión era cómo proporcionar este voyeurismo. Le di muchas vueltas y terminé optando porque el escenario girase imperceptiblemente durante la representación, sin que el espectador se diera cuenta. De pronto percibes que estás al otro lado.

MANUEL C. LILLO
DIEGO DE SEPÚLVEDA

Superado el escollo escenográfico, surgía otro: la iluminación. Lógicamente al ir girando el escenario y la luz queda fija, ésta varía con respecto a los personajes.
 


FERRÁN RAÑÉ/M. C. LILLO
FOTO: D. RUANO
  • Tuve que trazar una auténtica coreografía con partitura como en el cine: planos y contraplanos. Ver quién es el que habla y quién es el que escucha. Con todo esto se hace el espectáculo. No tiene nada más. A pesar de este estaticismo, se llega a momentos muy violentos y brutales, como cuando se va a ejecutar a un niño. Se crea una espiral de violencia, de locura debido a las ideas: la postura del legado del Vaticano que no es serio y va a provocar mediante la inclusión del bufón. Éste pretende hacer reír al niño antes de que lo ejecuten, porque es un modo de demostrar si es humano.

  • En este pasaje – añade Ferrán, hay que reconocer la huella de Jean-Claude que une ejecución y risa, mediante el bufón, como sucede en muchos de sus guiones. En este momento la controversia adquiere dimensiones de brutalidad. Tiene razón el Legado de su Santidad, cuando dice que “la risa es lo que nos diferencia de los animales”. Lo que sucede es que el humor del bufón es occidental y para ellos tal tipo de humor es algo horrible.

ENRIC BENAVET/PIERO STEINER
FOTO: DAVID RUANO

LA LEGITIMIDAD DE LA
CONQUISTA IMPERIAL

Tres personas: El legado de su Santidad, Fray Bartolomé de las Casas y Diego de Sepúlveda van a decidir el destino de todo un colectivo.

  • La decisión de tres seres sobre millones y millones de personas – reflexiona Ferrán, se me apareció como algo terrible. Y sobre todo porque están cayendo en continuas contradicciones y de ello dependen los demás. En esto va implícito el planteamiento de la legitimidad de la conquista. Y aquí estamos muy cerca de lo moderno y de la atemporalidad del texto. Se sigue haciendo ahora. Cualquier pretensión de Imperio pasa por ahí: obligamos a los que conquistamos a nuestro Dios y nuestra cultura. Esto que se desprende de la controversia, Carrière ha sabido darlo muy bien huyendo del panfleto.

La actualidad y presencia de todas las consecuencias todavía están hoy presentes según Carlos Alfaro:
 


FOTO: DAVID RUANO
  • Es algo tremendo. Vemos cómo se mueren de hambre miles y miles de personas en África. Pero son negros. Si esto ocurriera en Occidente, habría otra reacción. Y es que ellos son distintos, en el fondo. No somos igualitos. Por lo tanto no estamos tan lejos de aquella formulación sobre el alma.

Esta reflexión de Carlos Alfaro y que cualquier espectador puede sacar al asistir al espectáculo, no está claro que la haya pretendido Carrière al escribir el texto.

  • Queriendo plasmar lo sucedido en 1550, surge la contemporaneidad del hecho. Lo que se plantea en 1550 es importante y grave y se lo plantean. Pero en aquella época no tenían conciencia de la gravedad. Hoy en el siglo XXI sí tenemos conciencia de la no esclavitud, la no explotación, del respeto a las culturas etc… a nivel teórico, y sin embargo en la práctica se siguen dando esas diferencias. Por eso la desfachatez de nuestro tiempo es mayor.
No es la primera vez que sube en España este texto. Hace unos años, el colectivo teatral Rayuela lo estrenó en el Convento de San Antonio de Valladolid.

Jean-Claude Carrière ha visto el montaje de Carlos Alfaro y de él ha dicho:

Al ver el montaje he sentido una doble emoción: la de escuchar el texto en castellano, en su versión original, y la de seguir paso a paso, gracias al juego de los actores y al sutil movimiento escénico, cada chispa que todavía surge de este viejo brasero, de cenizas mal apagadas.

JEAN-CLAUDE CARRIÈRE

La Controversia de Valladolid es definida como
 

una pieza dialéctica con un enorme dinamismo de ideas, con argumentaciones que podría haber avalado cualquier dictador enmascarado de nuestros días, con diálogos bajo los cuales se ocultan intereses económicos y con una clara reflexión sobre las duras condiciones de los indígenas de algunos países sudamericanos.

(Dossier, teatro de La Abadía)


José Ramón Díaz Sande
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Última actualización el Jueves, 17 de Enero de 2019 15:03