Las brujas de Salem. -Lima-Crítica Imprimir

LAS BRUJAS DE SALEM

UNA LECTURA BRECHTIANA
DE UN CLÁSICO CONTEMPORÁNEO

 

   t bruixes 235e B
  FOTO: DAVID RUANO

Entre 1950 y 1956, en plena guerra fría, el senador norteamericano Joseph McCarthy llevó a cabo una feroz persecución de centenares de intelectuales y artistas acusados de connivencia con el partido comunista y de desarrollar actividades subversivas que ponían en peligro la seguridad del país. Con total desprecio a los derechos humanos y a las garantías propias de un estado democrático, las meras sospechas y la delación fueron las herramientas que usó para condenar a los que integraban la lista negra. En 1953, Arthur Miller, quien tres años después llegaría a figurar en ella tras ser denunciado por Elia Kazan, escribió Las brujas de Salem, drama inspirado en un hecho real sucedido en las postrimerías del siglo XVI en la puritana ciudad de Salem, en el actual estado de Massachussets. El baile nocturno de unas niñas en un bosque cercano y la explicación que se inventaron para evitar ser castigadas por ello, provocó que el juego fuera considerado como un acto de brujería, cuya investigación por parte de las autoridades eclesiásticas y judiciales desembocó en una auténtica caza de brujas. Fundamentalismo religioso, rumores sin fundamento, denuncias falsas, disputas vecinales por la propiedad de las tierras y la histeria colectiva fueron los ingredientes de un proceso que llevó a la detención y ejecución de numerosas personas acusadas de sufrir alucinaciones y estar al servicio del diablo. Las brujas de  Salem fue el alegato del dramaturgo estadounidense contra lo que estaba sucediendo en su país. Para formularlo, se sirvió del viejo recurso de acudir a hechos históricos pretéritos para hablar del presente, utilizado por no pocos escritores de países dominados por regímenes dictatoriales para sortear el rigor de la censura.

Para un público informado como el neoyorkino, el paralelismo establecido por Miller debió ser evidente, pero quizás no lo fuera tanto para el español ni para nuestros censores. Estos autorizaron sin problemas su representación, que llegó al Teatro Español, de Madrid, en 1956, de la mano de José Tamayo. Quizás, la razón se debiera a que la obra fue presentada como una historia del pasado ajena a cualquier doble lectura o simplemente a que la información que se tenía sobre la caza de brujas de McCarthy era escasa o no nos interesaba demasiado. En 2007 subió de nuevo al mismo escenario con puesta en escena de Alberto González Vergel y, en esa ocasión, antes del estreno y durante el tiempo que permaneció en cartel, se hizo hincapié en resaltar la relación entre la obra de Miller y las persecuciones macarthistas. Buena prueba de ello es que la edición que del texto hizo el Teatro Español incluía diez páginas con datos históricos sobre los sucesos que inspiraron al dramaturgo y nada menos que ochenta a informar de los que provocaron la escritura de la pieza, incluida la relación completa de víctimas y verdugos y la transcripción de la audiencia de Bertolt Brecht ante la Comisión sobre Actividades Antiamericanas. La gran novedad del espectáculo que ahora presenta Andrés Lima es que incorpora información sobre la caza de brujas de los años cincuenta del pasado siglo. De proporcionarla se ocupa Lluis Homar, quien, al papel de gobernador Danforth, suma el de narrador. Las escenas intercaladas dan a la representación cierto aire que le aproxima al didactismo brechtiano, lo que no es malo, sino, a mi modo de ver, innecesario. En el pasado hubiera tenido sentido escenificar el paralelismo existente, pero hoy no. Más de medio siglo después de su escritura, Las brujas de Salem ha adquirido la condición de clásico contemporáneo, a pesar de sus imperfecciones, algunas corregidas por el propio autor y, otras, por los responsables de las versiones que se han hecho. Y es así porque su asunto, más allá del que le inspiró, tiene plena vigencia en el mundo actual, en el que han empezado a resucitar los viejos fantasmas del fascismo y la intolerancia. Por eso, puestos a introducir escenas explicativas en el texto original, tal vez hubiera sido mejor que nos ilustraran sobre lo que está sucediendo ahora.

La puesta en escena de Andrés Lima desborda los cauces realistas por los que discurre el primer teatro de Arthur Miller, al que esta obra pertenece. Lo hace dotando a la interpretación de una carga expresionista que borra cualquier asomo naturalista y disimula la base documental del texto, construido en buena medida a partir de las fuentes históricas consultadas por el dramaturgo. Para ello, ha contado con un solvente reparto encabezado por el citado Lluis Homar, en el que también destacan Borja Espinosa en el papel de John Proctor; Nora Navas, en el de su esposa Elisabeth; y Nausica Bonnin, en el de la Abigail. La escenografía diseñada por Beatriz San Juan y magníficamente iluminada por Valentín Álvarez, juega un papel esencial para crear el ambiente de creciente angustia que envuelve a acusados y acusadores. Son los propios actores los que la van construyendo a lo largo de la representación sobre el escenario desnudo. Se trata de paneles construidos con tablas de madera, las cuales, tienen, al principio, aspecto de empalizada. Luego, van definiendo los espacios en los que transcurre la acción, pero, a medida que la estructura crece, va adquiriendo, por un lado, el inequívoco aspecto de una iglesia y, por otro, el de una gigantesca jaula en la que quedan atrapados sus propios constructores.

  t bruixes 178e D 
  BORJA ESPINOSA / NORA NAVAS
FOTO: DAVID RUANO 

Título:Las brujas de Salem
Autor:Arthur Miller
Adaptación teatral:Eduardo Mendoza
Versión castellana:José Luis López Muñoz
Escenografía y vestuario:Beatriz San Juan
Iluminación:Valentín Álvarez
Música original:Jaume Manresa
Espacio sonoro:Jordi Ballbé
Caracterización:Toni Santos
Diseño cartel:ByG / Isidro Ferrer
Fotos:David Ruano
Coproducción:Centro Dramático Nacional, Teatre Romea y Grec 2016 Festival de Barcelona
Ayudante de dirección:Ester Nadal
Intérpretes (por orden alfabético):Míriam Alamany (La señora Ann Putnam),  Nausicaa Bonnín (Abigail Williams), Marta Closas (Betty Parris),  Borja Espinosa (John Proctor),  Miquel Gelabert (Thomas Putnam),  Núria González i Llausí (Mercy Lewis),  José Hervás (Giles Corey), Lluís Homar (El vicegobernador Danforth),  Carles Martínez (El reverendo John Hale),  Anna Moliner (Mary Warren),  Nora Navas (Elisabeth Proctor), Albert Prat (El reverendo Parris),  Carme Sansa (Rebecca Nurse),  Yolanda Sey (Tituba),  Joana Vilapuig (Susana Walcott)
Dirección:Andrés Lima
Duración:2 horas 40 min
Estreno en Madrid:Teatro Valle Inclán (Sala Principal), 20 - I - 2017

Más información
     Las brujas de Salem. Miller-Lima
 
    Las brujas de Salem. Miller-Entrevista

JERÓNIMO LÓPEZ MOZO
Copyright©lópezmozo

 

 

 

 

 

TEATRO VALLE INCLÁN
(Polivalente)
DIRECTOR: ERNESTO CABALLERO
SALA PRINCIPAL:
Aforo: 510
SALA FRANCISCO NIEVA
Aforo: 150
PZ. DE LAVAPIÉS, S/N
28012 – MADRID
TF. 91 310 15 00
METRO: LAVAPIÉS
e-mail: 
Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla