Fuenteovejuna. Joven Cía. Entrevista Imprimir

FUENTEOVEJUNA
NO REVOLUCIÓN SINO VENGANZA

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 FOTO: www.madridteatro.net

Fuenteovejuna de Lope de Vega viene al Teatro de la Comedia de mano de la Joven Compañía de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Es el último estreno de la Compañía Nacional de Danza de esta temporada. Queda aún la presencia en el Festival de Almagro de tres espectáculos.

COLABORACIÓN DE ACTORES VETERANOS
PARA LA VEROSIMILITUD DE ALGUNOS PERSONAJES

Helena Pimenta, directora artística de la CNTC (Compañía Nacional de Teatro Clásico) , recuerda la costumbre de incorporar actores veteranos al elenco de la Joven Compañía. Tal determinación se debe que,

  • considerábamos que comenzaba a ser importante que ellos abordaran algunos textos, que no estuvieran tan limitados en edad. Si hay un personaje mayor, poner a un actor joven le resta verosimilitud. El año pasado invitamos a Sergio Otegui y Pepa Pedroche para La Villana de Getafe(CLIKEAR), y en este caso a Jacobo Dicenta. Los tres muy vinculados al clásico. De esta manera se cumplen varios objetivos: la edad, la verosimilitud y la mezcla de generaciones diferentes que caminan juntos hacia la experimentación con la palabra.  
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UN FUENTEOVEJUNA CONSTRUIDO A DENTELLADAS

Quien se encarga de la dirección es Javier Hernández Simón, uno de los jóvenes directores del momento. Alberto Conejero,  en estas últimas temporadas han alcanzado notoriedad como dramaturgo, poeta y adaptador, ha versionado este Fuenteovejuna que Helena describe como versión

  • muy particular junto con Javier y todo el equipo de creativos, incluidos los actores. Han conseguido plantear una lectura muy especial, Fuenteovejuna es uno de los títulos emblemáticos, y en la CNTC no se ha hecho tanto como pareciera. Se han hecho multitud de versiones. Aquí estamos ante un texto fiel, que, a la vez, hace una lectura nueva, no sólo estética, sino también anímica e ideológica. Es un orgullo para todos nosotros pensar que en el escenario conviven 23 actores mas todo el equipo detrás, para contar esta historia. Han trabajado muchísimo, y ofrecen un Fuenteovejuna construido adentelladas por la misma violencia que la obra encarna. Es una visión muy personal.

ALBERTO CONEJERO, VERSIONADOR
HE QUERIDO ATENDER A FUENTEOVEJUNA
SIRVIENDO AL ESPÍRITU DEL TEXTO
SIN PRETENDER DEMOSTRAR
NADA FRENTE AL TEXTO, SINO CON EL TEXTO

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  ALBERTO CONEJERO
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Alberto Conejero manifiesta sus satisfacción por poder participar en este montaje de la Joven Compañía, como dramaturgo, y el que Javier, el director, haya confiado en él. Su visión ha pretendido que sirva a

  • Lope de Vega y a todo este elenco maravilloso. Gracias a la CNTC y a Helena por permitirme alcanzar el sueño de todo dramaturgo, que es contribuir a que nuestros clásicos sigan vivos y más en este espacio. Se puede imaginar cómo me siento ante este texto, sabiendo que por ese texto ha pasado tanto caudal de experiencia humana y cómo este texto ha estado en manos de grandes dramaturgistas, desde Mayorga a Bousoño y el propio García Lorca. Siempre digo que te acercas a Fuenteovejuna intentando evitar esa intimidación que es estéril, porque los clásicos lo son en cuanto resultan contemporáneos. He querido atender a Fuenteovejuna como un primer testimonio de nuestro tiempo, sirviendo al espíritu del texto sin pretender demostrar nada frente al texto, sino con el texto. No se trataba de abrir Fuenteovejuna par encontrar algo que no estaba ahí, sino atenderlo sin tanto ruido de ciertas tradiciones de lectura como Fuenteovejuna ha arrastrado.  

En el estudio del texto, Alberto lo ha encontrado muy contradictorio y muy doloroso que

  • nos habla de la grandes virtudes y de las grandes miserias que arrastramos como pueblo, y sobre todo cómo nos relacionamos con la violencia. Cómo cuando no alcanza una determinada escala no hacemos nada  contra ella, cuando ya, quizás, es demasiado tarde, y entonces también somos hijos de la violencia. En cualquier proceso violento la primera víctima somos todos nosotros. Dejar que la violencia sea, es formar parte de la violencia. He tratado de servir a esta lectura que Fuenteovejuna me contaba a mí, y que creo que forma parte del texto de Lope de Vega.

HUIR DE UNA LECTURA ROMÁNTICA

Alberto denuncia que sobre Fuenteovejuna ha habido cierta lectura romántica, por la que

  • el pueblo se alzaba como un ente uniforme monolítico. Creo que Lope de Vega es una escuela humana, y nos muestra cómo reaccionamos de manera muy distinta dependiendo de nuestros propios intereses respecto a la violencia. En este caso mi mirada se ha centrado primero en servir al equipo de la Joven Compañía, pues queríamos que fuese una obra de todos. Segundo que fuera un lugar ideológico y que no fuera tan complaciente con nosotros, sino que nos interrogara nuestra responsabilidad ante la violencia. En este sentido hay dos personajes, Jacinta y Mengo, que la contemporaneidad debe mirarlos como es el papel de todas las mujeres y no sólo de Laurencia, sino también de las que antes fueron víctimas de la violencia del Comendador. También cómo la violencia se tolera en ciertas capas sociales y sólo parece convertirse en un problema, sólo, cuando llega a un estrato social. Eso ocurre en muchos procesos violentos, en muchas dictaduras en la que hasta que la violencia no llega a las puertas del capital o de cierto poder no reaccionamos ante ella. Por último me interesaban esas escenas finales de Fuenteovejuna que algunas versiones han suprimido, como es la llegada de los Reyes. Me parece que  Lope de Vega es mucho más contradictorio y oscuro. De repente todas esas torturas  parecen haber sido olvidadas. Eso versos que dice Frondoso a Laurencia "Tú me ha matado de amor" y ella dice "Me das espanto". Creo que hay que atender a los textos valientemente y con el respeto, procurando no tener miedo de la tradición. Creo que Fuenteovejuna, cada vez más, es un texto contemporáneo porque planea una pregunta, que quizá no tiene respuesta, y el teatro tiene que ocuparse de ella. La pregunta es: si la violencia es una respuesta a la violencia y cuándo, de verdad, reaccionamos ante ella y según qué intereses. Si algo he servido como bisagra ente Lope de Vega y el público ha sido un inmenso honor poder participar en este equipo.        
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PAULA IWASAKI / JACOBO DICENTA / PABLO BÉJAR
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NO SE TRATA TANTO DE UNA REVOLUCIÓN
COMO DE UNA VENGANZA

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 PABLO BÉJAR / JACOBO DICENTA
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En ese intento de no ir al texto con la idea de imponer algo preconcebido, sino de atender al texto de Lope, Alberto reconoce que había dos escenas que le causaban pavor:

  • la escena en que Jacinta es agredida y violada por todo el regimiento, y en la escena siguiente se monta la boda de Frondoso y Laurencia, la clase más pudiente,  aunque luego quede abortada. Por último el final, en mi opinión, Lope fue un maestro, porque  siempre tuvo un pie dentro de su tiempo y de la política, pero, a la vez, sabia meter cuestiones muy amargas. Ese final tiene algo de "lampedusiano": todo ha tenido que cambiar par a que nada cambie. En Fuenteovejuna parece que ha cambiado mucho, pero, realmente, un poder absolutista, como es el del Comendador, ha sido sustituido por otro poder, que al tener Lope un pie dentro del sistema, lo refleja en los versos de Frondoso. Es un pueblo que ha sido torturado hasta la muerte, las mujeres violadas, y las últimas estrofas Frondoso habla "Me estás matando de amor". Lope y Calderón, y no solamente Shakespeare, generan ya personajes muy contradictorios y no caracteres. Hay algo en ese final, que no me resultaba la solución de quitar a los Reyes. Todo está hecho para que sea ese final. Lope nos está llevando allí. No se trata tanto de una revolución como de una venganza, porque se trata de cambia un poder por otro. Sólo se mueve de esta manera, en esta versión, cuando tocan a la hermana del Alcalde, la hija del Alcalde en el texto fuente. Lope está siendo muy claro en ciertas cuestiones que tiene que ver con la estratigrafía de la Sociedad. Nos movemos cuando toca a la hija del poderoso. Si se llevan a los judíos, como son y no son, yo no hago nada. Hay algo ahí por el que tenemos que hacernos cargo, porque la cobardía forma parte de nosotros. El miedo forma parte  de nosotros. No creo que estemos dando una versión más amarga de Fuenteovejuna, sino una versión más honesta de Fuenteovejuna, que es una radiografía de las virtudes y las miserias. Esto no impide la fuerza del monólogo de Laurencia. Eso no se ha perdido, pero unas escenas antes Jacinta le ha pedido ayuda y nadie le ha ayudado, excepto Mengo, el otro labrador.  Creo que hay que atender a lo que nos dice Lope de Vega más allá de las visiones heredadas, sobre todo por ser fiel a él y no tanto por imponer la mirada. Hay que descubrir lo contemporáneo que  hay en esta obra, y lo contemporáneo tiene que ver con o arcaico. Es decir qué tenemos de igual con los hombres y mujeres de Fuenteovejuna. Qué sabían del pasado que hay en mí y no lo que yo sé del pasado. La respuesta de Fuenteovejuna no es una respuesta amable. A veces la hemos utilizado con una visión consoladora como es la del pueblo heroico español. Todos sabemos lo que hace España más o menos cada 70 años con sus luces. Entonces Lope de Vega está haciendo una radiografía muy contradictoria y por eso muy apasionante.               

JAVIER HERNÁNDEZ SIMÓN, DIRECTOR
DAR VOZ A UNA GENERACIÓN DE CREADORES

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  JAVIER HERNÁNDEZ SIMÓN
FOTO: www.madridteatro.net

Javier Hernández Simón agradece a Helena Pimenta la apuesta que ha hecho por la producción y por haber confiado en él como director, y por un equipo de  diseñadores menores de cuarenta años. Tal decisión la califica como de

  • dar voz a una generación. Es un privilegio que podamos estar aquí con este texto tan gigante. Esta voz generacional es la que hemos intentado poner en escena. Una forma de entender el mundo y los textos clásicos, y en concreto este Fuenteovejuna dese la mirada de una generación que ha nacido, más o menos , en los mismos años. En este aspecto Fuenteovejuna es como una obra gigante, como un torrente. Te sumerges y te arrastra. Está llena de fuerza y de intensidad. Eso es lo que hemos intentado en la escenificación. Es una obra que pendula entre extremos: ente la mayor  belleza y la crueldad más extrema. Intentamos que la escenificación vaya en ese camino y en la dirección que decía Alberto: esta obra se llama Fuenteovejuna y habla de un colectivo. Es un trabajo muy de elenco, y ha sido un placer inmenso y un aprendizaje continuo el haber trabajado con estos 23 actores que no sólo tiene las virtudes que se presupone a la juventud, con son la vitalidad, el entusiasmo…, sino que son actores de un grandísimo talento, con un compromiso y trabajo, y con un amor al teatro impactante. Ceo que hemos logrado hacer un trabajo muy juntos, muy honesto, y como decía Helena "una Fuenteovejuna que nos la comemos a dentelladas".

MIRAR HACIA OTRO LADO.
LA VENGANZA UN MAL CIMIENTO
PARA CREAR UN MUNDO MEJOR

La obra de Lope, le lleva a Javier el reflexionar sobre

  • la función nuestra como ciudadanos. Evidentemente no vivimos en una situación tan extrema como la de los hechos acaecidos en Fuenteovejuna, sin embargo hay que reflexionar ¿por qué es tan sencillo mirar hacia otro lado, cuando la justicia no nos toca tan directamente? O ¿por qué nos resulta tan sencillo obviar la injusticia? Es una reflexión que deberíamos hacer constantemente como ciudadanos. Es una responsabilidad y un deber.

Otra de las reflexiones que Javier resalta es

  • ¿Cuál lo que significa una revolución? ¿Cuál es el fondo de ella?, porque no es lo mismo una venganza que una revolución. En ese aspecto creemos que la violencia es un mal cimiento para crear un mundo mejor. La historia nos lo ha demostrado constantemente. Eso es lo que hemos querido contar en Fuenteovejuna, incidiendo, esta vez, en este pueblo que, tal vez, no sea tan solidario, que, tal vez, no sea tan amable, que, tal vez, no se ayuden tanto entre ellos y que, tal vez, se sientan más cómodos mirando hacia otro lado, buscando ese miedo que nos atenaza y nos hace permitir la injusticia a nuestro alrededor. Esta ha sido nuestra intención y gracias a este equipo del que me siento orgulloso.      
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FOTO: www.madridteatro.net

FUENTEOVEJUNA, UN PUEBLO
ABSOLUTAMENTE INSOLIDARIO

Entre las diversas versiones está la balletística de Antonio Gades, el cual entendía Fuenteovejuna como el paradigma de la solidaridad. La versión de la Joven Compañía es

  • justamente lo contrario - refrenda Javier.  Nosotros entendemos que es un pueblo absolutamente insolidario entre ellos mismos y que, como ha dicho Alberto, hay escenas en que "¡Ayudádme!". "Mira, te quiero mucho, pero mejor a ti que a mí", y esto se dice casi literalmente en la obra. A Alberto y a mí nos costaba mucho entender cómo es que en una escena se pasa por algo tan terrible como el potro a 300 personas y en la escena siguiente se esté diciendo"¡Que guapos son los reyes!", que son los que les han torturado. Esa contradicción y esa inconsciencia del pueblo ante el sistema que les oprime nos resultaba absolutamente impactante. Es algo que no podía entender cuando leía las primeras veces Fuenteovejuna. Era como de otra obra. Siempre digo que cuando un pueblo se rebela contra un síntoma del sistema, pero no del sistema en sí mismo, es un pueblo que está condenado a ser oprimido, y es un poco lo que hace Fuenteovejuna. Se rebela contra un síntoma de la injusticia pero no contra la injusticia en sí misma. Después una vez eliminado el síntoma vuelven a ser dóciles y resignados y vuelve a importarles poco lo que ha ocurrido un segundo antes. Esa falta de memoria, que es tan nuestra, es algo que está implícito en Fuenteovejuna y que nosotros hemos querido desvelar. Evidentemente, cada momento tiene su lectura y cada artista también la tiene.         

UNA CORRIDA DE TOROS
CON ENSAÑAMIENTO Y CRUELDAD

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JACOBO DICENTA / PABLO BÉJAR / PAULA IWASAKI
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El arranque de esta versión es una corrida de toros, emplazada en una estructura que evoca, estilizadamente, las plazas de la época. Un tropel de gente del pueblo huye del toro, al cual tal tras torearlo improvisadamente, se ceban con él dándole muerte y ensañándose con patadas. La presencia del Comendador en lo alto apacigua al populacho, el cual se arrodilla ante él.  Viene a ser un anticipo del ensañamiento del pueblo contra el Comendador, y, de alguna manera, parece como si Fuenteovejuna fuese una corrida de toros.  Según Javier se trata de un prólogo que

  • pretende contar la idiosincrasia de este pueblo que se  mueve entre lo bello y lo cruel, lo valiente y lo cobarde, y pretende marcar un poco el tono de lo que va a ser la escenificación y dotarla ya desde el comienzo de ese hálito trágico que va a tener toda la obra y está en Lope.    
  • En el texto de Lope que, a veces, pasamos por alto - añade Alberto Conejero -, y que me recuerda a Las Bacantes con Penteo, es que no sólo matan al Comendador, sino la barbarie que cometen con su cuerpo.  Hay un regocijo en la sangre y ese pasear la cabeza del comendador. Lógicamente Lope está enseñando eso por alguna razón. Esa escena que es creación de todo el equipo y no forma parte de la versión escrita, hemos pasado muy por encima de eso.  Claro que el Comendador es un monstruo y alguien llevado por sus demonios, por supuesto. Lanzo analogías. Alguien comete un crimen, ¿quiere decir que tenemos que ir a su casa, sacarlo, decapitarlo y pasear la cabeza? ¿Esa es la solución? Cuando uno quiere cambiar un régimen político ¿la solución es pegarle un tiro en la nuca para que eso ocurra? Al final, la violencia es tan contagiosa…En el fondo Fuenteovejuna nos habla del contagio de la violencia y ese es un propio triunfo de la violencia. Mi opinión es que la violencia tiene esa capilaridad de inundarlo todo. Fuenteovejuna, al final, reacciona con una violencia que le ha sido incubada y está infectada.
  • Siempre me ha venido a la cabeza -  abunda Javier -, todo el movimiento de la primavera árabe, todo lo que pasó con Gadafi, las imágenes de ese linchamiento absoluto, terrible y cruel. Siempre me planteé: de esa crueldad ¿qué puede salir? Vamos viendo lo que va saliendo y no parece que vaya a salir algo mucho mejor, porque cuando cimentas en la crueldad, en la violencia y en la venganza las bases de un nuevo mundo, ese nuevo mundo no va a cambiar para nada. Va a ser más de lo mismo. La historia nos va demostrando en estos hechos históricos y políticos que siempre ocurre así. La revolución rusa, Rumanía,…hay tantos y tantos ejemplos de revoluciones que se han basado en la violencia, y lo que ha venido después ha sido más violencia.

ES UN ASESINATO LO QUE SE DA,
DIFÍCIL JUSTIFICARLO

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  FOTO: www.madridteatro.net

Javier subraya la dificultad de justificar el asesinato que se da en Fuenteovejuna  

  • Es un asesinato lo que se da. Me costaba justificar ese asesinato sobre el escenario. Ese pueblo tenía muchas más opciones. Podía haber retenido al Comendador, pero la realidad es que lo despedazaron. En el propio texto de Lope cuenta exactamente lo que le hicieron: una barbarie absoluta. En esa revuelta popular de Fuenteovejuna o había una idea de buscar la justicia, sino la venganza. Si es así, estamos condenado a hacer lo mismo contra lo que luchamos. Decía Alfonso Sastre que la injusticia es algo terrible, pero que la crueldad no consigue corregirla y tarde o temprano se convierte en cómplice. Yo creo firmemente en eso, también.
  • Mengo, el labrador, que luego va a ser torturado - precisa Alberto -, dice: "yo sostengo que nos tenemos amor, cada uno a sí mismo", y luego ocurre lo que ocurre en Fuenteovejuna. Creo que Lope va sembrando eso. Ha sido un descubrimiento tender a la partitura del texto, si no ¿por qué esa aparentemente discusión inocente en la Primera Jornada? Mengo está diciendo la verdad: "Esto es un sálvese quien pueda".

Con esta versión el famoso "Fuenteovejuna todos a una" visto como un acto positivo y solidario de otras versiones y del imaginario literario popular, queda desplazado. Alberto Conejero comprende el utilizar los  textos

  • para construir ese imaginario político social y entiendo perfectamente la función de Fuenteovejuna en La Barraca, y no me cabe duda que son miradas válidas, pero si se atiende a la partitura textual de Lope de  Vega, es tan difícil justificar el que violan a Jacinta, y Laurencia y Frondoso arman la boda en la siguiente escena, como he dicho. Me cuesta mucho justificar eso de "todos a una", en la tercera jornada y no en la primera o segunda. El tiempo es un buen lector de las obras, y, a veces, nos devuelve una lectura que había sido sustraída.

NO ES UN TEATRO CONSOLADOR

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PAULA IWASAKI / JACOBO DICENTA
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Alberto hace hincapié en que, otras lecturas han propiciado un teatro consolador, algo que  no ve como es terminar diciendo

  • Fuenteovejuna, "!Qué bien!. Somos un pueblo heroico. Somos una sociedad". En un momento en el que ,realmente, somos todos tan insolidarios y en un "sálvese quien pueda", el dar un versión consoladora de Fuenteovejuna, sería muy irresponsable de momento., Creo que Fuenteovejuna se alza como una señal de advertencia sobre  el dejar hacer a la violencia, y sobre cómo los poderes, a veces, son muy líquidos  e invisibles. Toleran una revolución, un estallido para poder perpetuarse. Un poder más invisible. Creo que  por ahí va ese final de Fuenteovejuna.       

En la escena de la corrida, todo el pueblo ante el Comendador, se inclina y parece expresar el miedo al poder. Situación muy parecida al final de la obra ante los Reyes.  Alberto Conejero más que hablar de miedo, prefiere expresarlo como lo que  llama una

  • gama de colores. Hay un primer estallido de rebeldía como es el monólogo de Laurencia. Sí que hay una cadena de sumisión. Fuenteovejuna no es un grupo anarquista, que, de repente, se saliera del sistema, sino que eliminó una parte infectada del sistema, pero ingresó en la Monarquía para seguir el vasallaje.  Enciento que  en ciertas lecturas políticas se vea un poder revolucionario, pero no está en el texto de Lope de  Vega. También entiendo el derecho de cada sociedad a reconocerse en los clásicos como ella quiera. Insisto no se trata de  un Fuenteovejuna tan oscuro, donde no esté la luz,  donde no esté la fuerza ,donde  no esté la mirada sobre  los personajes femeninos, en lo que respecta a la violencia de género.

PAULA IWASAKI ES LAURENCIA.
PARA CONTAR ESTA VERSIÓN ES NECESARIO
QUE NADIE TENGA MÁS O MENOS IMPORTANCIA.

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  PAULA IWASAKI
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Paula Iwasaki interpreta a Laurencia, y destaca el sentido de esta versión  que no apela a esa solidaridad.

  • Para nosotros ha sido emocionante hacer este texto bajo la mirada de Javier y de Alberto. Javier siempre nos cuestionaba el porqué aquellos personajes que tenían más presencia verbal, teníamos necesidad de hablar, así cómo tenían la necesidad de callar aquellos personajes que forman parte de un pueblo, y que, desde un principio, quizás deciden mirar hacia otro lado y se  posicionan. Son todos igual de importantes. Por eso cuando Javier decía que Fuenteovejuna es un colectivo y ese es el protagonista, en este Fuenteovejuna con los 23 actores eso es lo que contamos continuamente todos. Para contar esta versión es necesario que nadie tenga más o menos importancia.

JACINTA Y LAURENCIA VIVEN LA VIOLENCIA
DESDE LADOS MUY DIFERENTES

Referente a su personaje de Laurencia lo considera un reto precioso bajo esa mirada, porque no se aborda el personaje

  • bajo esa heroicidad o ese aspecto revolucionario, que parece que ella es la que despierta al pueblo y hace ver lo que no han visto desde un principio. Todos lo han estado viendo desde que comienza la obra, incluida Laurencia, y ella ha decidido mirar hacia otro lado. No es hasta que a ella le toca, arrastrada por la violencia del Comendador, cuando decide  hablar sobre ello, pero el miedo se había instalado en ella y decidió mirar hacia otro lado. Ha sido precioso trabajar este arco del personaje junto al de Jacinta y Mengo, los cuales cobran una dimensión en esta función. Laurencia, la hermana del Alcalde, que pertenece a otra clase social , y Jacinta que representa al pueblo llano y por lo tanto a la clase labradora común, es interesante ver cómo estas dos mujeres, ambas víctimas del Comendador, reaccionan y viven la violencia desde lados muy diferentes.    

SIEMPRE HAY UNO QUE PAGA TODO,
COMO ES EL ÚLTIMO DE LA ESCALA SOCIAL.

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Helena Pimenta piensa que estamos en una evolución importante con los textos clásicos españoles, tras 30 años de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Lo considera un

  • logro cultural importantísimo, pero, curiosamente, a Shakespeare con 32 obras le han visto por aquí y por allá, en cada época, y cada director encuentra lo que busca. Para mí es emocionante que en una obra tan estereotipada como Fuenteovejuna, con final feliz y con forma tan esquemáticas de afrontar el papel de la ciudadanía obedecen a épocas diferentes, y nuestros clásicos han pasado por épocas distintas: s. XVIII, XIX… que han sometido las lecturas e incluso han encontrado lecturas necesarias como las de La Barraca. En Shakespeare esto se ve constantemente. Me parece que lo que hay que hacer con el teatro clásico es que nos pertenezca y que cuenta lo que somos. En España eso no ha ocurrido tanto con los textos, por eso esta lectura es inusual y raro, ya que ha sabido ver que eso estaba ahí, en el texto. Eso apela a nuestras conciencias. Estoy seguro de que a Alberto y Javier les duele esta visión, y consideran que es bonito un final más apoteósico. Les tiene que doler reconocer que, todavía, somos limitados como sociedad y que lo eran, y que siempre hay uno que paga todo, como es el último de la escala social.

A pesar de esta negatividad, Helena piensa que

  • es de una esperanza extraordinaria, porque tomar conciencia es avanzar, y, en este siglo, saber que nuestros clásicos, también,  nos están contando eso, esa afirmar que, al final, sí todos vamos a una.  Me impresiona su forma de enfrentar la escena, y cómo actores y creadores jóvenes respondiendo a otra época e ideología, siempre están aportando pensamiento, reflexión y valentía. No creo quesea nada cómodo y les admiro muchísimo.        

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    Fuenteovejuna. Lope_ Joven Cía

José Ramón Díaz Sande
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