El hijo que quiero tener. Entrevista Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande   
Jueves, 13 de Julio de 2017 16:11

EL HIJO QUE QUIERO TENER

LA EDUCACIÓN NO ES LA PALABRA
SINO LO QUE HACES

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 FOTO: www.madridteatro.net

En 2009 la Compañía Pont Flotant (1) presentaba Ejercicios de amor, que según los creadores era

una manera particular de celebrar la unión entre personas, una celebración sencilla y íntima a medio camino entre el teatro y la realidad, donde el espectador es el invitado. Un espacio y un momento alejados de la realidad cotidiana para reflexionar a propósito de las relaciones entre los seres humanos y donde poder ilusionarnos en los dos sentidos de la palabra: la ilusión como mentira y también como deseo. Ejercicios de amor es una manera particular de celebrar la unión entre personas, una celebración sencilla y íntima a medio camino entre el teatro y la realidad, donde el espectador es el invitado. Un espacio y un momento alejados de la realidad cotidiana para reflexionar a propósito de las relaciones entre los seres humanos y donde poder ilusionarnos en los dos sentidos de la palabra: la ilusión como mentira y también como deseo.

EL PAPEL DE PADRES,
ABUELOS, MAESTROS E HIJOS

Ahora vuelve al Teatro de la Abadía  con El hijo que quiero tener.  Una reflexión sobre la educación y el papel de los padres, de los abuelos, de los maestros y de los hijos en el proceso de aprendizaje.

El hijo que quiero tener es una reflexión sobre la educación y el papel del padres, de los abuelos, de los maestros y de los hijos en el proceso de aprendizaje. De su importancia y del valor, la dificultad y el esfuerzo que requiere educar. Una propuesta no exenta de autocrítica, de humor, ternura e ironía, que habla sobre los vínculos emocionales con los hijos y con los padres. Sobre cómo proyectamos en los otros nuestros miedos, nuestras carencias o nuestras expectativas. Del esfuerzo que tenemos que hacer para comprender a los hijos y también de la dificultad para comprender a las generaciones pasadas.

PONER EN EVIDENCIA MUCHAS DUDAS

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  PAU PONS
FOTO: www.madridteatro.net

El núcleo de la Compañía Pont Flotant, como creadores, lo forma: Àlex Cantó, Joan Collado, Jesús Muñoz y Pau Pons Sánchez de las Matas. Lo que se quiere contar con El hijo que quiero tener, según Pau Pons

  • no es aportar una respuesta sobre la educación que es de lo que va. Pretendemos poner en evidencia que hay muchas dudas, muchos conflictos y que no podemos elegir el hijo que tenemos. El que tenemos es el mejor que podemos tener , con lo cual hay que hacer un esfuerzo por asumir que eso es así e intentar ayudarlo y acompañarlo en esa educación. No podemos moldear al hijo que queremos tener. No todos somos iguales y el que tienes al lado en el parque, va a estar en conflicto con los padres de otros hijos. Con lo cual cuál es la mejor educción? Eso es lo que ponemos en evidencia. Entre la tolerancia y el autoritarismo está la magia de lo qu entendemos por educación. Es poner de relieve que educar no es fácil, pero hay que esforzarse. Al principio de la obra se dice: "¿parqué voy a tener más hijos? ¿para que trabajen? ¿para que nos paguen las pensiones?" Si los tenemos hay que educarlos y esforzar en intentar mejorar lo que dejamos aquí.     

ES FÁCIL ESTAR CON 22 PERSONAS EN ESCENA,
PERO ES TRABAJOSO

Para El hijo que quiero tener en Madrid, Pau Pons admite que un espectáculo como este

  • fácil no es, bueno es fácil estar con 22 personas en escena, pero es trabajoso. Es el resultado de un proceso mucho más largo. En la Compañía Pont Flotant trabajamos con creación colectiva  y los temas que tratamos están vinculados a nuestra trayectoria vital. En la séptima producción de la Compañía hablábamos más de crianza, pues los cuatro miembros de la Compañía teniendo hijos. Preguntándonos qué les dábamos para comer, si andaba, si hablaba. Nos pasábamos más tiempo reflexionando sobre las dudas a la hora de criar que con otro tema. Pensamos sobre esto tiene que versar el nuevo proyecto.    

Esta situación vital llevó a organizar un taller en Valencia - lugar de la Compañía Pont Flotant - con la idea de que las tres generaciones, abuelos, padres e hijos estuvieran sobre la escena. Algo que responde a la filosofía de la Compañía:

  • la incursión de la realidad dentro de la ficción en la escena. Organizamos el taller con niños de 6 a 8 años, la generación de en medio que somos los intérpretes de la Compañía, y gente mayor, de 50 a 86 años. Después de este taller laboratorio para crear materiales, el resultado fue que esas personas  contaban muchísimo más y con más valor de lo que queríamos hablar que lo que los actores podríamos decir sobre ello. Les propusimos si querían quedarse para realizar la función y los 24 nos dijeron que sí. Ese taller que hicimos en Valencia, más largo, lo hemos trasladado a otras ciudades porque no podemos ir todos. Aquí, en Madrid, en el Teatro de la Abadía hemos recreado ese taller con 22 personas de aquí.

DIÁLOGO ENTRE GENERACIONES

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FOTO: www.madridteatro.net  

La convocatoria de esas 22 personas en Madrid se consiguió a través del propio Teatro de la Abadía que ya tiene una red de espectadores ligados al teatro e interesados a las Artes Escénicas, pero también hay gente vinculada al teatro como espectador en plan amateur y hay personas que no han realizado nada de teatro hasta la fecha. Ello supone que la compañía

  • da lugar a todo tipo de perfil interesados en tener una experiencia lúdica. La semana pasada hicimos el taller, mediante juegos lúdicos, expresivos y dramáticos, y poco a poco vamos creando la obra. Ellos casi ni se dan cuenta. Esas escenas formarán parte de una estructura cerrada en la que hay partes más largas interpretadas por los actores de la Compañía, pero ello aportan sus intervenciones, sus miedos, sus vivencias y su biografías sobre el tema. Todos somos hijos, aunque muchos de ellos son padres y abuelos. Incluso hay una niña de 8 años con su madre, una mujer con su madre de 70 años. Es decir es una experiencia que se abre al diálogo entre generaciones, incluso dentro del mismo taller. Es muy bonito ver como el proceso de pases de prensa, de entrevistas, también entran dentro de este viaje. No es sólo una experiencia a nivel pedagógico par ellos, sino que también se exponen delante  del público y todo lo que hay detrás de las bambalinas.

Los 22 participantes también tienen textos así como aportan experiencias propias como es la

  • discutir entre ellos cuál es la mejor manera de criar o la educción de hoy en día comparada con la de hace años. De todas estas reflexiones sacamos frases que ellos protagonizan y que han escrito. También está la exposición de sus miedos. Son sus cosas y ahí no hay filtro mas allá de que de lo rítmicamente, y que encaje con lo que propone la obra. Ellos son parte de la obra y aportan mucho. Se puede decir que, en parte, son coautores.

INCREÍBLE LA CAPACIDAD QUE TIENEN
DE ABSORBER INFORMACIÓN

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  FOTO: www.madridteatro.net

Uno de los elementos primordiales en el teatro, así como en el cine, es el "fijar los movimientos y situaciones espaciales", aunque ello dependerá de la filosofía que se tenga con respecto a esa obra de teatro.

  • son muy capaces de fijar todos los movimientos, todas las escenas y todos los pies (final de texto o movimiento de un personaje para que intervenga otro). Pongo la mano en el fuego a que l harán bien, y si alguno se le escapa algo, se le escapa igual que se puede escapar a mí. Y eso desde niña más pequeña de 8 años hasta el señor de 71 años. Es increíble la capacidad que tienen de absorber información, aunque estén inseguros y nerviosos, y después, en escena, responder. Esto, a los miembros de la Compañía, nos da un aporte energético, vital y de alegría con las ganas que llegan cada día, algo que, como profesional, a veces se te olvida. El grupo te lo recuerda porque lo van a vivir por primera vez y que lo vivirán contadas veces.  Eso a uno de nosotros se le olvida, y se viene con la rutina del trabajo, venir a repetir que se dice que el teatro es repetición.

Aunque existe esa fijación de movimientos la poética de la Compañía es

  • muy extrovertida y distanciada y crea muchos contrastes, con lo cual hay muchos fragmentos que no están cerrados, porque la dinámica del grupo es la que marca el ritmo de esa escena, y muchas veces ellos, desde el taller, nos preguntan "aquí ¿dónde voy? ¿cómo lo hago?" Nuestra respuesta es "hazlo como lo has hecho antes. No se trata de fijarlo o no.  Hazlo viviendo la situación. Si tienes que pintar, tienes que pintar y no hacer que pintas.  Hoy pintaras un árbol y mañana una casa, porque cada día que hagas la función tienes que estar esforzándote para mejorar eso, Si haces una casa es porque crees que es mejor una casa y tu cuerpo y tu mente estará ocupado en hace eso, más que pensar cómo lo hago".  Este es el trabajo de la Compañía: trabajo desde la verdad, desde el aquí y el ahora. Entonces, a veces, no se repite exactamente lo mismo, pero es que nosotros, como actores, intentamos que esté vivo y a lo mejor te dejas una frase o la repites dos veces. A veces es para bien y otras para no tan bien, pero te tienes que arriesgar para que llegue el momento brillante.     

CREACIÓN COLECTIVA EN VIVO

Una de las marcas e fábrica de Pont Flotant es la expresión corporal en todos los trabajos.

  • Se crea el contenido a través del trabajo físico. Nacimos en el año 2000 como compañía estable y, previamente, todavía estudiando en la Escuela de Arte Dramático de Valencia, hicimos un estudio paralelo físico. No queríamos llevarlo al campo de la danza, sino desde el cuerpo ir al contenido. En esta función utilizamos nuestro cuerpo y el de los compañeros para crear escenas plásticas, y siempre es fundamental unir el código del cuerpo directamente sin concesiones con la palabra, con el audiovisual. No hay un impas: ahora viene la escena física y luego la del texto. Siempre va ligado. De hecho nuestra creación es colectiva y no vamos creando la escenas y el texto sobre mesa. Lo creamos en vivo. Uno aporta una acción, otro un texto y esto se va mezclando tanto, que, al final, la autoría es colectiva, hasta el punto de que no sabemos de quién fue tal idea. Lo que sí entendemos que  el cuerpo tiene otro tempo, otro ritmo y llega de otra manera. Puedes llegar a la emoción a través de una imagen utilizando el cuerpo sin que necesariamente sea un movimiento estético danzado.
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UN ESPACIO LÚDICO PARA CREAR

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FOTO: www.madridteatro.net  

El núcleo de actores crearon la dramaturgia y luego se fueron incorporando las aportaciones de los participantes. Pau define el proceso como

  • algo muy curioso y muy bonito. Intentamos crear un espacio lúdico en el que los niños, los abuelos  y la generación del medio, nosotros, estuviésemos al mismo nivel, sin responsabilidades añadidas a los adultos cuidando de los niños, ni nosotros como generación de en medio teniendo que cuidar a los mayores por si se hacían daño o de los niños para que no molestasen. Y los niños no sintiéndose de hacer lo que quieran, porque hay una figura de autoridad que te dice lo que puedes o no puedes hacer. Ellos tienen que ser responsables de sus actos. En este espacio lúdico se viene a jugar todos al mismo nivel, o a bailar o gritar juntos, o a saltar en un charco lleno de agua con ropa de calle. No había una censura o límites para unos y otra para otros. cuando propusimos ese espacio nos dimos cuenta que contaba mucho con la acción de un señor de 86 años que hay en Valencia salte en un charco con una capucha puesta con la misma energía que un niño, o que un señor de 60 se suba a una mesa y grite igual que un niño. Lo que hacen estaba contando más sobre el hecho de educar o lo que  piden los mayores y los niños. Hay un momento de sus frases que reivindican sus deseos o aquello que no les dejan hacer. Nos dimos cuenta que los niños pedían lo mismo que  las personas mayores. "Yo quiero comer chuches y pasteles y mis padres no me dejan". Los mayores decían "quiero que mis hijos me dejen tranquilo, y me dejen comer tantos pasteles como me dé la gana". Nos dimos cuenta de la coincidencia de este contenido, y la generación de en medio, que somos nosotros, que llevamos esa mochila de responsabilidades y de no poder descansar,  pues hay que atender a unos y a otros.  En este espacio más neutro par todos, nos dimos cuenta que contaban estas acciones todos juntos. Es  tremendo ver a un señor de 71 años frente a Álex de 40 y detrás un niño de 11 años. Es el mismo a lo largo de los años. Ver cómo dialogan. Sería estupendo poder dialogar con tu Yo de hace 30 años. Es impactante.     
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FOTO: www.madridteatro.net

LA EDUCACIÓN NO ES LA PALABRA
SINO LO QUE HACES

Al asistir al pase gráfico, da la sensación de que los actores se relacionan con el gesto del grupo como los maestros en la escuela frente a sus alumnos.

  • Hay algo de eso.Somos maestros del taller, pero es verdad que la obra está estructurada dramatúrgicamente en tres espacios. Es un camino. Llegan a la escuela y ejercemos de profesores. Álex en esa escena ejerce de profesor, y el resto somos alumnos. Después pasamos por el parque, donde hay los conflictos típicos entre padres, y después a la casa que es el momento más íntimo donde contamos el cuento, y aparecen los miedos más íntimos. Entonces en una de las partes hay literalmente un profesor, pero también la figura del padre es una especie de maestro para el niño. Mi personaje que es un madre bastante limitadora le dijo a Jesús, que es bastante más tolerante y abierto, le digo:"Pero tú eres imagen para tu hijo. Eres un referente y no puedes hacer lo que te dé la gana, porque los niños te imitan y lo que tú hagas…" "Es que no quiero que imiten" "Aunque no lo quieras te van a imitar". Es decir eres un profesor o un maestro y éste es un referente. La educación no es tanto la palabra, lo que dices sin lo que haces. Con tus actos vas educando a alguien que te mira y aprende sólo eso. Muchas veces nos enfrascamos en cómo decimos las cosas y qué cosas decimos, cuando lo que hacemos y cómo lo decimos, seguramente, será más importante.        
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FOTO: www.madridteatro.net

EL MITO DE SÍSIFO

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  FOTO: JOSÉ IGNACIO de JUAN

Al tener que volver a incorporar nuevas persona en cada ciudad, el montaje de este espectáculo se parece mucho al mito  de Sísifo, cuya condenada es continuamente subir la rueda a lo alto de la colina, para luego volver a empezar.

  • Es así y de hecho hacemos estrenos en cada ciudad. Es trabajo y mucha implicación emocional, porque, quieras o no, compartir escena con veinte y pico personas, requiere voluntad para ellos y para nosotros. Hay que entenderse, crear equipo y hay que volver a empezar de cero cada vez. Lo que pasa es que es muy gratificante. Para ellos es una cosa nueva cada vez, y para nosotros, al ser gente nueva, también. Supone formas nuevas, aunque en esencia es lo mismo. Cambia mucho si hay gente más mayor o hay niños más pequeños o más mayores, más mujeres o más hombres. Todo eso lo hace particular. Está, también la ilusión con la que se vive. Aunque sea un tópico, es la verdad. No es un taller que ellos hagan de manera íntima y se quede en el trabajo y que, a lo más , se hace una muestra para amigos. Lo vasa mostrar al público, y ellos tiene la experiencia, por un tiempo, de ofrecer un producto artístico que depende de ellos. Eso es, también, parte de ese taller. De hecho cerramos el trabajo el último día de funciones con una "picaeta", un pica pica y hacemos ahí la valoración. No hablamos de dramaturgia hasta que hemos estrenado, porque el proceso vaya desde la improvisación y no desde la racionalización. La van creando y eso es lo que pasa en la creación colectiva. Vas por fases y estás totalmente desorientado, hasta que vas uniendo elementos , fragmentos y vas creando una dramaturgia con sentido y con ritmo.  Van recreando ese proceso de recreación de material, después la unión y con las funciones de reconocer lo que están contando porque se encuentran con el espectador, que es el que les devuelve lo que cuenta la obra.        

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(1) El Pont Flotant es una compañía de teatro estable que nace el año 2000, como grupo de investigación sobre la técnica del actor. Alejadas de parámetros convencionales, sus piezas son el resultado de un trabajo de creación colectiva, caracterizado por largos procesos de investigación que reflejan una clara voluntad de búsqueda y reflexión de nuevas formas de comunicación y expresión teatrales contemporáneas. El trabajo físico del actor y su particular relación con el espacio y el espectador, la mezcla de lenguajes diferentes, la pobreza o economía de recursos y la experimentación con la realidad dentro de la ficción son también señas de identidad en sus creaciones. Algunos de los espectáculos de la compañía son What a wonderful war!, Tránsit, Como piedras, Algunas personas buenas y Yo de mayor quiero ser Fermín Jiménez. Paralelamente a la producción propia, los miembros de El Pont Flotant desarrollan una amplia y variada actividad pedagógica y de investigación teatral en el espacio que ellos mismos gestionan, la sala flotant - espacio teatral, donde ofrecen cursos y talleres de creación y donde han trabajado en laboratorios con artistas como Juan Domínguez, Daniel Abreu, Isabel Úbeda, Núria Inglada, Laila Skovmand, Walli Höffinger o Christiane Hommelsheim, entre otros.

Más información
     El hijo que quiero tener. El Pont Flotant

José Ramón Díaz Sande
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Última actualización el Jueves, 13 de Julio de 2017 18:58