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SUEÑOS Y VISIONES DE RODRIGO RATO
texto ROBERTO MARTÍN MAIZTEGUI y PABLO REMÓN
dirección RAQUEL ALARCÓN
intérpretes JUAN CEACERO y JAVIER LARA
en el TEATRO PAVÓN KAMIKAZE (SALA PRINCIPAL) de MADRID
Obra ganadora del XXVI Premio SGAE de Teatro Jardiel Poncela 2017 bajo el título El milagro español.
Del 15 de octubre al 19 de noviembre de 2020
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Sueños y visiones de Rodrigo Rato retrata una época de sueños y espejismos, la fiesta de un país que creció disparatadamente y la resaca que llegó después. Y lo hace a través del auge y la caída de un personaje, Rodrigo Rato, desde su infancia, marcada por el arresto de su padre, hasta su propia detención tras el descalabro de Bankia.
MELODÍA A CUATRO MANOS Y SEGÚN LA REALIDAD CAMBIANTE
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PABLO REMÓN |
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ROBERTO MARTÍN MAIZTEGUI FOTOS: www.madridteatro.net |
Autores de este texto son Roberto Martín Maiztegui y Pablo Remón, quienes se muestran especialmente agradecidos al Teatro Pavón Kamikaze de poder volver. La obra se estrenó en septiembre de 2019 en el ambigú ya que
fue una obra pensada para una sala pequeña - precisa Pablo Remón. Funcionó muy bien, tuvo mucho tirón y nos apetecía que la obra volviera. Hacerla en la Sala Grande ha sido una alegría. En Junio no pudo ser por la Pandemia y estamos encantados de poder volver a enseñarla.
Pablo resalta una característica peculiar de la obra: ha ido cambiando con el tiempo según ha ido cambiando la realidad.
Cada vez que la hemos estrenado o reestrenado la hemos retocado, porque en el caso de Rodrigo Rato iban cambiando las cosas, así pues está especialmente viva. Lo que se va a ver en esta reposición no es exactamente igual. Es una obra que va en paralelo con los procesos que va teniendo
Roberto Martín Maiztegui es la otra mano de esta melodía.
Siempre ha sido un ten con ten entre la realidad y nuestra imaginación: cuánta parte son hechos reales y cuánta pertenecen a la imaginación. La obra comenzó a tomar vuelos cuando empezamos a ficcionar con lo que creemos que pudo haber pasado. Ayer leía que se cree que Shakespeare escribió El Rey Lear y Macbeth durante la cuarentena de la peste bubónica. Es una prueba de que el teatro no para nunca. Estamos encantados con la obra.
LA REALIDAD DE LOS ACONTECIMIENTOS SIGUEN ESCRIBIENDO.
Raquel Alarcón (actriz, pedagoga y directora), licenciada en Filología Hispánica y diplomada en Psicopedagogía se encarga de la dirección. Tras ejercer como periodista durante una década se gradúa en Interpretación en la Cuarta Pared. Trabaja como actriz. Comienza en la dirección en 2015 como ayudante de Pilar Massa (La flauta encantada, Teatro Real), Ernesto Arias (Dos nuevos entremeses nunca representados (CLICK), Teatro de La Abadía), Susana Gómez (Los últimos días de la Humanidad (Teatro de La Abadía), Fernando Sánchez-Cabezudo (Storywalker, Kubik Fabrik) y Pablo Remón (40 años de paz, Barbados etcétera, El tratamiento (CLICK), y Los mariachis (CLICK), (para La_Abducción, Festival de Otoño, Teatros del Canal y El Pavón Teatro Kamikaze). Últimamente ha participado como actriz en la ópera San Ignacio, del maestro Gabriel Garrido, en el Marchesato Opera Festival di Saluzzo (Italia), y ha dirigido el Acto de Entrega del XIII Premio Fuente de Castalia a Declan Donnellan, en el Festival Clásicos en Alcalá.
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RAQUEL ALARCÓN FOTO: www.madridteatro.net |
Coincide con el sentimiento de alegría el poder volver y con nuevos retoques, entre ellos la sentencia sobre el caso Bankia.
La hemos tenido que incluir en el texto. No es la primera vez que hemos tenido que retocar el texto durante la función. Es un trabajo muy vivo con los actores a pie de escena incorporando cada una de las cosas que pasan. Estamos muy pendientes de lo que sucede. En esta semana pasada han tenido que incorporar lo de Bankia. Cuando se estrenó en septiembre en el Kamikaze ya tuvimos que cambiar porque fue cuando la fiscalía pidió un aumento de condena a Rato por el caso Bankia y de cuatro años y medio pasó a una pena de 8 años. El público responde muy bien, así que esperamos que en el público de Madrid pase lo mismo.
SÓLO DOS ACTORES PUEDEN CON TODO ENTRE EL DOCUMENTAL Y LA FANTASÍA
Dos actores interpretan a Rodrigo Rato y al resto de personajes, a la vez que actúan como narradores de la historia. Ellos son Javier Lara y Juan Ceacero, los cuales definen la función como un "juguetito escénico" para ellos.
Estamos mano a mano - especifica Javier Lara -, y no hay más que nuestro trabajo de estos dos (los autores). Tengo la sensación de todo el rato estamos hablando por boca de ellos dos, que son los autores. Al final nos estamos inventando una historia, recordando algo que ya sabemos todos, pero no está mal recordar, y por otro lado estamos contando los puntos ciegos que no se saben y no se sabrán nunca, porque como vemos, al final, todo se disuelve, pasa el tiempo y nada se soluciona. Churchil decía "La historia la construyen los vencedores", pero nosotros nos la inventamos.
La otra mano de este dúo es Juan Ceacero, quien asume todo lo dicho. Resalta el que la obra sea un placer por lo que tiene de continua adaptación.
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JUAN CEACERO FOTO: www.madridteatro.net
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JAVIER LARA FOTO: www.madridteatro.net |
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Se diseñó para un espacio más íntimo, pero funciona muy bien. Este verano hemos hecho dos bolos, uno en Baeza y otro en Ribadavia y es interesante ver cómo funciona con un público muy amplio y en abierto. Es muy expansivo el utilizar los dos narradores y a la vez actores. Nos apetece mucho hacerlo en la Sala Grande. En estos tiempos de la Pandemia tenemos que sentirnos muy afortunados poder volver a hacerla y con todas las medidas de seguridad. Quiero recordar que el teatro es un espacio necesario, seguro y que contar historias reales como éstas es fundamental ahora mismo para sostenernos en estos tiempos.
Mucho de lo que cuentan es histórico y está documentado: son hechos reales, y las palabras que dicen sus personajes, palabras textuales. Pero muchas otras no, porque muchas veces los hechos no son suficientes para conocer la verdad, Sueños y visiones de Rodrigo Rato es una obra a medio camino entre el documental y la fantasía, entre la verdad de los acontecimientos y otra verdad: la de la ficción.
RODRIGO RATO, SÍMBOLO DE UNA ESPAÑA PECULIAR
La obra obtuvo el XXVI Premio SGAE de Teatro Jardiel Poncela 2017 bajo el título El milagro español. Aquel texto premiado era distinto a lo estrenado, pues cuando se vio la posibilidad de estrenarlo, ya se pensó quienes iban a interpretarlas y se fueron variando muchas cosas. En realidad el texto analizaba España desde una vertiente muy peculiar y el nombre de Rodrigo Rato apareció después como símbolo de esa España. La versión actual está pensando en Kamikaze y en Javier Lara y Juan Ceacero.
Rato lo que hace es simbolizar toda una época. Es el reflejo del auge y caída de todo el período económico de los últimos 20 años, pero no era una obra donde Rato fuera el protagonista, sino que Rato encarnaba todo ese período - declara Raquel.
Es así - corrobora Pablo Remón -, la obra fue cambiando de título. Tuvo varios. Nos quedamos con Sueños y visiones de Rodrigo Rato porque nos gustaba tratar a Rato como si fuese un personaje de Shakespeare: alguien más grande que la vida. Un símbolo. En el título Sueños y visiones estaba claro que nosotros no tenemos acceso a los sueños y visiones de Rodrigo Rato. Entonces la parte documental se quedaba más esquinada y abríamos un poco más la puerta a la fantasía o a tratar ese personaje como un personaje histórico, a partir del cual elaborar nuestra fantasía, la cual optaba porque fuera un símbolo de una determinada época. Él ha estado en los momentos más importantes de este país a nivel económico y social los últimos 20 años. En ese sentido era un personaje muy rico. Lo que no queríamos era que fuera un reportaje o algo periodístico, sino que fuera una obra de teatro con todo el potencial poético y metafórico que tiene el teatro. Queríamos usar un personaje real y por eso hay cosas que son reales y otras que no lo son. La propia obra lo dice y lo explica: "esto es verdad, pasó así y esto no sabemos". Se explicita qué partes son más ciertas, qué partes no; qué partes se pueden conocer encontradas en un reportaje o en un sumario, y qué partes no se pueden saber. Son "puntos ciegos" porque forman parte del interior de su cabeza. Por ejemplo la razón de Rato de por qué él decidió no presentarse a ser Presidente del Gobierno cuando Aznar se lo propuso. Sólo podemos especular las razones y todo lo que hay en los libros son especulaciones. A lo mejor ni siquiera él está seguro del por qué. La obra es muy consciente de hasta dónde puede llegar o no, y hay un ejercicio nuestro desde la escritura de explicitar los límites: hasta dónde podemos llegar y hasta dónde estamos imaginando, contando con el juego del espectador.
Javier Lara precisa que
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JUAN CEACERO / JAVIER LARA |
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JUAN CEACERO / JAVIER LARA FOTOS: VANESSA RÁBADE |
es muy importante que sea Rato y no la figura de Aznar, porque es el más shakesperiano, el de más expectativas y el más sagrado de todos como carrera. El que más viaje dramático tiene. Eso le da como una humanidad a todo lo que podamos inventar. Si contáramos sobre Aznar sería otra cosa, sería una farsa. Sin embargo Rato es el más humano de todos.
Tiene humanidad - añade Remón -, porque lo hemos visto "divino", pero lo hemos visto en la cárcel. Ahí es donde entra nuestra empatía y debería entrar la empatía del espectador. Siendo tan poderoso, de repente, es uno más como nosotros. Eso es importante en la obra, la cual no pretende hacer un juicio de valor. No pretende juzgar ni opinar sobre este personaje, sino acercarse a él y empatizar con él. Simplemente es dar testimonio de lo que hemos visto.
HUMOR PARA RATO
Una manera encarar el texto desde la puesta en escena y que está en el texto es a través del humor - advierte Raquel. Se genera una distancia que te permite dialogar con esta realidad inabarcable, cuyas consecuencia no conocemos. Entonces a través del humor se abren espacios que, normalmente, ante una noticia documental no es posible, porque los hechos se imponen y ahí no hay posibilidad de respirar. Con el humor y el trabajo de los actores se ha abierto mucho ese espacio que permite ese viaje, y meternos realmente en el "qué pasó por la cabeza cuando…"
Los actores tienen delimitados sus personajes. El de Rato lo asume Javier Lara, pero ambos juegan a entrar y salir con distintos personajes. Juan Ceacero es el que más personajes interpreta. En su opinión para él
el texto tiene muchas cosas que son muy modernas, pero al mismo tiempo muy clásicas. Me lleva a la forma de dos comediantes que llegan al escenario con una cortina blanca detrás y "vamos a contar no sé qué cosa". Salen y entran. Tiene esta cosa casi de "cuenta cuentos". La escritura nos lleva a distintos planos de actuación: ahora cuento y establezco una relación con el público muy determinada; luego entra en escena y soy un personaje, pero, al mismo tiempo tengo un pie fuera; cambio en un segundo, escena tal… y soy otra cosa. El humor, lo lúdico y esa mirada de no querer juzgar está implícita en el propio juego, tanto desde nuestro lado como del texto. Eso deja espacio para imaginar juntos y ver cómo es escena. La obra se crea a sí misma. Da la sensación de que la estamos improvisando, cuando, en cambio, es un artefacto que está medido, desde el texto y la dirección, al milímetro. Como actores un reto el entrar en esa mecánica.
Esta función es la esencia del teatro porque no tiene nada más que la palabra y los actores. Es teatro puro en el que todo está en la imaginación del espectador - añade Remón.
Javier Lara destaca como algo muy bonito el que
más allá del conflicto de las escenas hay un conflicto de los actores a la hora de contarlo, pues uno entra y otro sale. A veces está dentro y el otro lo saca. Hay un conflicto en la dinámica. Es el motor por el que te lleva la función. Es algo como metateatral. Por ejemplo hay algo que Rato no quiere hacer, como es la escena de Bankia. Es el actor el que no quiere hacerla.
Juan Ceacero especifica que si en el teatro hay que contar siempre con el compañero, aquí más.
Si conecto con mi compañero, entonces todo aparece. Si nos aislamos un poco también eso se refleja en el espectador. Es muy exigente.
EL ÑAQUE del SIGLO XVII
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JAVIER LARA / JUAN CEACERO FOTOS: VANESSA RÁBADE |
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En el siglo XVII a las compañías ambulantes del teatro barroco con dos únicos actores, se les denominaba Ñaque. Representaban entremeses, loas, fragmentos de algún auto, rimas de octavas… Venían descritos como cómicos que "vivían contentos, dormían vestidos, caminaban desnudos, comían hambrientos y en el invierno con el frío no sentían los piojos". Oyendo hablar de los componentes de esta función, podrían comparase a Ñaque en versión actual. Pablo Remón corrobora que
yo también pensaba en eso, porque Ñaque tiene esa parte metateatral. Probablemente esta obra tiene algo de eso. Los feriantes que llegan y empiezan a hablar. Es buena referencia. Cuando la estábamos escribiendo no lo teníamos tan presente, pero ahora viéndola tiene algo
Javier Lara puntualiza que hay algo distinto con Ñaque en
el nivel de conflicto de los actores sobre lo que están contando y el nivel de complicidad que tienen con el público sobre lo que se está contando. Los del s. XVII hablan sobre el siglo de oro, aquí no estamos jugando con la información que sabemos todo. El nivel de conciencia es mayor. Eso es lo que le da la contemporaneidad a esta obra distinta
Pusimos mucho la mirada en la dificultad de los actores para contar la obra. Una cosa es hacer la obra y otra la dificultad de ellos para hacer la obra. En esa dificultad es donde realmente está la obra y ponerla en pie. Para mí, también, es un paralelismo con lo que pasa en esta sociedad a la hora de relacionarse con esta realidad y entenderla. Ellos tienen igualmente una dificultad para entender, para completar, para inventar o para explicar lo que pasó. Ahí es donde respiraba la obra en el momento de ponerla en pie. Estaba reflejado en el texto pues hay personajes que tienen su nombre y luego roles o voces que son uno o dos. Esa es la figura del actor que se tiene que enfrentar a esa dificultad. Ahí es donde puede entrar el público a ser cómplice con ellos de lo que está pasando. Esto se hace verdad en cada función - concluye Raquel.
Se muestra el proceso de cómo se hace la obra. los diferentes caminos que pudo haber tenido la obra, los borradores digamos. Se enseña la trastienda, como también se enseña la trastienda de cómo ellos hacen el teatro. Es decir "¿Cómo hago yo de Aznar, como hago de Fraga…" Esa dificultad está mostrada al espectador y eso es bonito de ver. En lugar de esconderlo es ver cómo hacerlo - añade Remón.
LA DISTANCIA ENTRE LOS ESPECTADORES FUNDAMENTAL PARA EL ESPECTÁCULO
En este tipo de teatro el espacio es fundamental y Juan Ceacero recuerda el espacio del Corral de Comedias de Alcalá de Henares que recogía muy bien todo este proceso de puesta en escena de acercamiento al público.
Algo muy distinto en Baeza que era un patio y el público estaba sentado en sillas individuales separadas. Ello nos mostró que el público necesita estar cerca unos de otros por el contagio de la risa, la complicidad. Si el público está entre sí a una determinada distancia, no se produce. Ahora con la mascarilla la risa no se ve. Se oye, pero no es un problema. El problema es que si no se produce esa mínima complicidad entre el público no se da la comunicación de la obra.
De todos modos Javier Lara advierte que la mascarilla oculta mucho de la reacción del público. Tienes que mirar a los ojos para intuir lo que siente. Otras veces notas la ausencia de la mascarilla cuando sales a la escena.
FUNCIÓN Martes a Sábados: 20:30 h. Domingos: 20:00 h. Horarios especiales Domingo 1 Noviembre: 20:30 h.
Función especial Lunes 2 Noviembre: 18:00 h.
Encuentro con el público Viernes 23 Octubre de 2020
PRECIO De 18 € a 14,40€
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JAVIER LARA / JUAN CEACERO FOTO: VANESSA RÁBADE |
Título: Sueños y visiones de Rodrigo Rato Texto: Roberto Martín Maiztegui y Pablo Remón País: España Idioma: Castellano Año de producción: 2019 Dirección de producción: Jordi Buxó y Aitor Tejada Producción ejecutiva: Pablo Ramos Escola Producción: Pablo Benlloch y Víctor Hernández Iluminación: Paloma Parra y Juanan Morales Distribución: Caterina Muñoz Luceño Comunicación: Pablo Giraldo Ayudante de dirección: Carlos Pulpón Fotografía: Vanessa Rábade Diseño gráfico: Patricia Portela Una producción de Buxman Producciones para El Pavón Teatro Kamikaze Intérpretes: Juan Ceacero y Javier Lara Dirección: Raquel Alarcón Duración: 1 hora y 15 minutos Reestreno en Madrid: Teatro Pavón Kamikaze, 15 - X - 2020
Más información
José Ramón Díaz Sande Copyright©diazsande |
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El Pavón Teatro Kamikaze C/ Embajadores, 9 (Plaza de Cascorro) 28012- Madrid Tf. 91 528 28 19 Metro: La Latina Tf. 915 282 819 |
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