Juan Mayorga yaestuvo en La Abadía como dramaturgo: Sonámbulo con Helena Pimenta a partir de texto de Alberti sobre los ángeles en la Sala Juan de la Cruz; Hammelin (CLIKEAR) dirigido por Andrés Lima, y La tortuga de Darwin (CLIKEAR) dirigida por Ernesto Caballero. Ahora viene como dramaturgo y director con Intensamente azules. 

Intensamente azules fue un libro ilustrado don dibujos de Daniel Montero Galán y texto de Juan Mayorga. No nació como texto teatral. Sólo el encuentro con él actor César Sarachu - aquel peculiar ser dependiente de mamá en la serie televisiva Cámara Café - y Juan Mayorga para el montaje de Reikiavik (CLIKEAR), del propio Juan Mayorga, puso en movimiento la maquinaria teatral.

DEL LIBRO A LA ESCENA

	JUAN MAYORGA FOTO: www.madridteatro.net

Juan sitúa como piedra angular de este montaje a César Sarachu que define como

• un actor extraordinario que tiene seguidores. Los que le sigue lo serán más a partir de ahora, y los que nos lo conozcan tanto o sólo por la televisión o el cine, se van a encontrar con un actor enorme.  Es un poeta del escenario. Consigue que todo lo que ocurre en el escenario sea hermoso y que parezca sencillo, aunque sea complejo como el desdoblarse en una docena de personajes como es en este caso. Viendo una de las funciones de la gira, en un escenario muy distante  del patio de butacas, yo estaba tan entusiasmado con lo que hacía César, pensé: "Siendo un espectáculo difícil, pues está solo en una 1 hora y diez minutos, si él tuviese que parar la función con el fin de tomar aliento, conseguiría que ese tiempo de reposo fuese bello e interesante". Tiene esa capacidad. Es un actor fuera de catálogo y que tiene pocos afines no ya en el teatro español sino en el teatro europeo, pero, ¡claro! no ha venido de Júpiter sino de Barakaldo (País Vasco), y ha tenido enormes maestros como Jaques Le Coq (París) y estuvo en Londres con la compañía Complicite en los espectáculos The Street of Crocodiles y The Master and Margarita (CLIKEAR), ambos dirigidos por Simón McBurney, así como ha participado en trabajos muy importantes con Peter Brook.

Juan Mayorga lo conoció en los ensayos y funciones de Reikiavik (CLIKEAR), dirigida por el propio Juan Mayorga. Paralelamente  comenzaba a escribir las primeras líneas de Intensamente azules, y le venía la cabeza César.

ÉRASE UNA VEZ LA ROTURA DE UNAS GAFAS

CÉSAR SARACHU FOTO: SERGIO PARRA

El germen de esas primeras líneas había nacido dos Semanas Santas antes, según Juan.

• Estaba con mi familia en un pueblo de Andalucía - no es la primera vez que los textos de Juan nacen en el seno familiar, como también lo fue El Mago (CLIKEAR) -, y en el primer fin de semana de esa Semana Santa se me rompieron las gafas. Al despertar descubrí que estaban rotas en el suelo. Quizás porque les di un manotazo envuelto en una pesadilla o en un sueño gozoso. No tengo de repuesto y me puse unas gafas de bucear que son graduadas. Me las había regalado la familia cuando cumplí 50 años, pues veían que cuando nadaba me desviaba.

Las gafas son azules en la montura y cristales, pero con patillas rosas, que al ser gafas de bucear es una cinta rosa.   

• Ahora están un poco estropeadas porque las metí sin querer en una secadora dentro del bolsillo del bañador. Antes no tenía la cinta rosa, la cual me la regaló mi profesora de la piscina municipal, porque la otra cinta estaba rota. Hice este uso de las gafas de bucear porque no tenía otro modo para no romperme la crisma. Aquella mañana faltaba leche y fui al supermercado con estas gafas con gran escándalo, sobre todo de mi hija pequeña que pensaba que la estaba humillando.    

Eran gafas para un fin de semana, pero le esperaba una sorpresa.

• El lunes fui a la óptica y me dijeron en ese pueblo, que no mencionaré, que hasta el Domingo de Resurrección me olvidase de conseguir otras gafas. Había visto en las farmacias gafas y pensaba que eran de graduación fija y para un apaño…Me enteré que eran gafas para ver de cerca, par la lectura. Me pasé una semana con estas gafas yendo a los chiringuitos, a los supermercados, a los parques…Lo hice sin ningún afán provocador, sino porque tengo casi 5 dioptrías en cada ojo y no quería caerme. La gente reaccionaba de forma interesante: quien se apartaba porque me tenía miedo; quien se me acercaba porque quería ayudarme, pero queriendo ayudarme me ponía en peligro; quien hacía como que no me veía. El caso es que muchas cosas cambiaron en mi al derredor. Propongo a cualquiera que pruebe a mirar con unas gafas como éstas las cosas habituales que les rodea. Esa misma Semana Santa empecé a escribir este texto con gafas de nadar azules. La obra podría haber sido otra, si se quiere algo cotidiano, en el que hay un elemento de extravagancia: un personaje que empieza a vivir así.

UN TEXTO ESCRITO ENTRE
JUAN MAYORGA Y SU PERSONAJE

	CÉSAR SARACHU FOTO: SERGIO PARRA

El texto tomó otra línea porque junto a lo que vivía Juan, el personaje empezó a vivir. 

• Entre lo que yo vivía y lo que vivía el personaje las fronteras son borrosas. Es cierto que el texto tenía una forma narrativa, pero empecé a sentir que en la oralidad que  la palabra iba tomando y las imágenes que el texto proponía, sentía que había un deseo de teatro. Un texto puede tener una intención distinta de la de su autor. Compartí el texto con mis editores de la Uña Rota que lo pusieron en manos de Daniel Montero, que hizo un bello libro ilustrado. En un cierto momento el texto llegó a manos de César, y, gracias a una buena amiga nuestra Elena Rayos, que interpretaba al muchacho en Reikavik , los tres empezamos a buscar forma teatral. Como en otros textos míos hay gente que me pregunta "¿Qué mensaje tiene la obra?" Casi siempre  me resulta difícil responder y más en este caso. Uno de los personajes de César dibuja unas gafas de natación y dice:"Quien pueda entenderlo, lo entenderá inmediatamente. A quien no lo entienda, de nada servirá darle explicaciones". Esto se podría aplicar al espectáculo: "Quien lo entienda lo recibirá sin necesidad de explicaciones y quien no quiera recibirlo será inútil explicarlo".

Juan confiesa que el personaje tiene algo que ver con él en cuanto que

• parte de esa experiencia que he contado y también otros detalles, pero es mucho más gracioso y simpático que yo, gracias a que César lo ha hecho suyo, pero que tiene ver conmigo, con César y con el público. Al ponerse las gafas comienza a ver las cosas como si nunca antes las hubiera visto. Se fija en cosas que antes hace mucho no reparaba. También esto sucede cuando mira a los otros y se mira así mismo y se atreve a hacer cosas que nunca había osado hacer. No sé si algo de esto tiene mensaje, pero sí la obra quiere provocar en el espectador envidia de imaginación, envidia de libertad y envidia de alegría. Esto es lo que podemos ofrecer.

CÉSAR SARACHU COAUTOR DEL PERSONAJE ESCÉNICO

CÉSAR SARACHU FOTO: www.madridteatro.net

César retoma la advertencia de Juan de que es un personaje autobiográfico y que César lo había hecho suyo. Esto, según César  supuso

• una especie de combate en la sala de ensayos, porque el proceso no ha sido fácil. Cuando empezamos no sabíamos qué forma podría tener y que si sería más drama que comedia o más comedia que drama. Era un texto tan abierto y, en un principio, tan poco teatral y no escrito para  el teatro, que ha supuesto un proceso difícil y sorprendente. Ha sido muy bonito lo que hemos hecho entre  Elena, Juan y yo, en el cual hemos ido descubriendo, poco a poco, cosas. Importante ha sido esa lucha en la que el actor se  ha tenido que pegar con el autor, para poner, también, parte suya. En la forma  de cómo está contado hay una parte importante de César Sarachu, por supuesto Juan Mayorga como director y el texto que es fantástico. Hay mucho de cómo es el actor de César Sarachu en el modo de cómo está contado.

Siendo cierto todo esto, César  piensa que lo más importante para él como actor es que

• el texto de  Juan llegue claramente porque es un texto tan brillante, tan divertido, tan sorprendente, tan juguetón. Concepto este último que, para mí como actor después de los años y la gente  con la que me he encontrado, es importante en lo que tiene de jugar. El texto y la dirección de  Juan me ha ofrecido  "jugar", y yo he disfrutado mucho en el proceso y sigo disfrutando mucho porque es un texto que  irá creciendo en la puesta en escena.        

DOCE PERSONAJES PARA CÉSAR

	CÉSAR SARACHU FOTO: SERGIO PARRA

César se desdobla en unos 12 personajes y al ser un obra autobiográfica aparece la familia pero incluso

• el Rey, el guardaespaldas, el psiquiatra, varios personajes en un bar muy curioso, mucha gente… Cuando hablamos del desdoblamiento todo va muy rápido y de una manera muy económica. El paso de un personaje a otro no puede ser muy complicado, simplemente un gesto, una manera de respirar o de hablar. También está hecho de una manera muy juguetona e ingenua, pero creo que el espectador está preparado y disfruta  mucho aceptando ese juego. Pasar simplemente de una hija a otra o al hijo, puede estar pendiente de un objeto o un pequeño gesto.

Las gafas azules, punto de partida del texto y crucial para contemplar  el mundo, no la llevan todos los personajes.

• Las lleva nuestro personaje central o héroe que es el que cuenta la historia. El resto, la mayoría, no las llevan…
• Se encuentra con una suerte de sociedad secreta  - precisa Juan Mayorga. Son profesores de secundaria pesimistas que, también, llevan gafas y leen a Shopenhauer, campeón del pesimismo.
• Exacto. Se encuentran en un bar especial: el número i.  

César está, en principio, solo en escena pero Juan Mayorga considera que es una verdad a medias ya que  cuenta con las luces de Juan Gómez Cornejo, la música de Jordi Francés, y por el espacio escénico de Ángel Andújar. Todo ello es muy importante en este espectáculo

PERSONAJES SURGIDOS EN LA ELABORCIÓN
DEL LIBRO Y DURANTE  LOS ENSAYOS

En la obra  se ven reflejados una serie de acontecimientos que  fueron transcurriendo mientras Juan escribía la obra, y luego durante los ensayos. Juan muestra como ejemplo la inclusión de

• el Rey de España. El personaje es invitado a una cena en el Palacio Real y dice conocer al Rey de España. Luego sucede que el Rey de España, según él dice, o inventa, le propone leer a solas junto El mundo como voluntad y  representación se Shopenhauer. En un discurso navideño el Rey pronuncia una frase de  Shopenhauer, y eso como es propio de nuestro país genera una enorme controversia, ya que es interpretado de forma muy distinta en los diversos territorios, de forma que efectivamente esta obra es muy española. Aquí, en España, con motivo de una frase se crea un enorme lío. Es una obra atravesada por esa tensión territorial.

CÉSAR SARACHU FOTO: SERGIO PARRA

Entre el personaje original, el del libro, y el escénico hay ciertas diferencias

• El original es un filósofo y el escénico es un tipo que un día con esas gafas se atreve a hacer cosas que antes no se atrevía. Una de ellas es ir a la Biblioteca Municipal a abrir libros con títulos intimidantes. Uno de los libros es el que antes he mencionado: El mundo como voluntad y representación  de Arthur Shopenhauer que hasta ese momento le había dado miedo. Por fin lo abre. El personaje nunca acaba de entender de todo ese libro, pero, poco a poco, se va haciendo un "shopenhaueriano" o un polizón en esa tripulación. La presencia de las mentiras en la vida pública y su sofistificación es tan importante  en nuestras vidas que, probablemente, todos nos hayamos vuelto, incluso los niños, escépticos e incluso, algo más grave: cínicos. Por otro lado este tema es muy español. Es un tema calderoniano, cervantino: ¿En qué medida lo que estamos viendo y cómo nos estamos viendo responde a ninguna realidad? ¿Qué es la realidad? Este personaje, es cierto, que inventa la suya y goza con ella, pero creo que no hace daño a nadie en su imaginar. Creo que también propone a los espectadores que imaginen y recuperen, de algún modo, el derecho a imaginar.

LAS VERDADES Y LAS MENTIRAS
CREAN NUESTRA FICCIÓN

Éste tema lleva a otro de imperante actualidad: la verdad o la mentira acerca de todas las  informaciones que nos rodean, a través de los medios o las redes sociales. Juan afirma que este tema está en la obra ya que entra en el mundo de la ficción.

• Es una obra  que de forma constitutiva es importante la mentira, pero a través de esas mentiras se quieren decir algunas verdades o se quieren lanzar algunas preguntas a los espectadores para  que ellos encuentren las suyas. La pregunta acerca de lo que es verdad y lo que es mentira y dónde empieza la ficción de  nuestras vidas es fundamental una y otra vez. Todos nosotros somos en alguna manera ficciones, pero lo importante es que seamos autores de esas ficciones y no personajes construidos por otros.   

Esta última temática es la que ha sido importante en el momento de acoger el espectáculo en La Abadía, ya que coincide con el objetivo de contenido para la temporada 2018/19 de La Abadía: noticias falsas, los límites de  verdad y mentira, la manipulación intencionada  o no. De hecho van a coincidir este espectáculo con Nekrasov de Jean-Paul Sartre en la Sala Juan de la Cruz, obra  en la que también trascurre por esta temática.

¿MONÓLOGO O UNA SUPERPRODUCCIÓN CON UN ACTOR??

	CÉSAR SARACHU FOTO: SERGIO PARRA

Al interpretarse la obra con un solo actor, en principio se le podría clasificar de Monólogo. No es el parecer de Juan Mayorga.

• En este caso si hablamos de Monólogo es dar una visión reducida de lo que se va a ofrecer. Aquí estamos ante una superproducción con un solo actor. César de una forma muy sencilla y extraordinariamente compleja, consigue hacernos ver un partido de baloncesto infantil y a dos padres en la banda haciendo comentarios sobre ese partido y al mismo tiempo uno de  los personajes hablando con el Rey de España. Todo eso lo hace en el espacio de una baldosa y yendo de un personaje a otro, simplemente, con una modificación de la mirada. En este sentido no he insistido en el carácter  narrativo de la propuesta. Lo que se narra es sólo una parte de la oferta. Es fundamental el que los espectadores van a ver a muchos personajes en el escenario, y van a ver muchos espacios. Siempre  me  digo que el teatro no sucede en el escenario sino en la mente del espectador. Precisamente lo que consigue  un gran actor  como César es convocar esa complicidad para que el espectador, de forma gozosa, no laboriosa, sino placentera asista a la presentación de todos esos personajes, esos espacios y esos tiempos. En este sentido me cuesta utilizar la expresión Monólogo para este trabajo. Estamos ante un espectáculo complejo en que hay un solo actor en escena, pero no echamos de  menos a ninguno más.     

TODO DEPENDE DEL CRISTAL CON QUE SE MIRE

Esas gafas que proporcionan una nueva mirada y actitud del personaje ante el mundo que le rodea podría traducirse en la frase proverbial "Todo depende del cristal con que se mire". Juan Mayorga cree que podría ser así pero añade un matiz

• el mero hecho de cambiar de color  ya lo transforma todo y no es retórica, sino que es una experiencia de la que se puede hacer una descripción fenomenológica. Si uno cambia de color, de  pronto,  la mirada de uno se vuelve extranjera y al mirar a ese mundo, uno se mira así mismo de  otro modo. No sólo es un cambio de color, sino que ese cambio hace que atiendas a lo que antes no atendías..

FUNCIÓN
De martes a sábado: 20:00 h.
Domingo: 19:00 h.

PRECIO
22 €
Descuentos
Mayores 65 años, Menores 30 años, Demandantesdeempleo, Familia numerosa : 18 €
Carné Joven, Convenios, Tarj. Abadía / Corral Tempo. 18/19: 16 €

	CÉSAR SARACHU / JUAN MAYORGA FOTO: www.madridteatro.net

Texto: Juan Mayorga
Espacio Escénico y Vestuario: Alejandro Andújar
Iluminación: Juan Gómez Cornejo
Música y Espacio Sonoro: Jordi Francés
Imagen Gráfica: Sergio Parra
Instrumentos musicales:
Cello: Iván Siso
Flauta: Jesús Gómez
Piano: Beatriz González
Melódica: Jordi Francés
Dirección Técnica: Amalia Portes
Técnico de Sonido: César Cortés
Transportes: Transportes Fegopar
Redes Sociales: Chema Cortés
Distribución: Cuca Villén
Producción Ejecutiva: Chusa Martín-Susana Rubio
Una Producción: De Entrecajas Producciones Teatrales
Ayudante de Dirección: Elena Rayos
Intérprete: César Sarachu
Dirección: Juan Mayorga
Duración: 1h 10 min
Estreno en Madrid: Teatro de La Abadía (Sala José  Luis Alonso), 10 - I - 2019

Más información      César Sarachu. Actor del gesto y del silencio        José Ramón Díaz Sande Copyright©diazsande

Teatro de la Abadía Sala José Luis Alonso Director: José Luis Gómez C/ Fernández de los Ríos, 42 28015 – Madrid Tel.: 91 448 11 81 Fax.: 91 448 61 32 Metro: Quevedo, San Bernardo, Argüelles, Moncloa, Canal, IslasFilipinas us: 2/16/37/61/202