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DOS NUEVOS ENTREMESES "NUNCA REPRESENTADOS"
LA GUARDIA CUIDADOSA EL RUFIÁN VIUDO LLAMADO TRAMPAGOS
de MIGUEL CERVANTES SAAVEDRA
producción de la ABADÍA
en el TEATRO DE LA ABADÍA (SAL JUAN DE LA CRUZ) de MADRID
Del 23 de noviembre al 10 de diciembre de 2017
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FOTO: www.madridteatro.net |
Cuando se inauguró el Teatro de la Abadía, José Luis Gómez, su director artístico, recuerda que se dio muchas vueltas entre Rosario Ruiz, la gerente Isabel Navarro, el mismo José Luis y una persona que estaba desde el principio y que califica de "venerable, admirable, milagrosa" y fue Agustín García Calvo.
- Queríamos, antes que nada, hacer Cervantes, padre de las letras y del teatro, pero temimos que Cervantes fuera demasiado conocido, demasiado visto, que no era tal, y elegimos Valle Inclán por parecernos más complejo, más avanzado, plateaba unas incógnitas más intensas, e hicimos el Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte.
Pasado ese montaje se volvió al tema de Cervantes y los entremeses y se convirtió en uno de los signos de identidad de la Abadía. El grupo de actores de entonces y sus maestros fueron la semilla que ha cuajado. Ahora surge una nueva generación de actores con proyecto de Nuevos entremeses "nunca representados", título tomado de la portada de la primera edición impresa de las piezasEl rufián llamado Trampagos y La Guarda cuidadosa.
UN TRABAJO COLECTIVO
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FOTO: www.madridteatro.net |
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Ernesto Arias se ocupa de este nuevo montaje. Entró en la Abadía en 1994 junto al grupo inaugural. Además de actor, su labor en estos años fue impartir talleres en la Abadía y compartir proyectos con otros compañeros. Todo ese camino desemboca con la dirección de Dos nuevos entremeses "nunca representados". Primero fueron unas prácticas sobre la palabra de Cervantes, luego la función y al final el espectáculo a exhibir. El resultado es fruto de un trabajo colectivo: la coordinadora artística Rosario Ruiz Rodgers, la dramaturga Brenda Escobedo, José Troncoso con su taller de bufones, Javier García con su taller sobre danzas de la época; Eduardo Aguirre con su taller sobre músicas y melodías de la época y se ha encargado de la música de la función; Carlos Díaz con las luces, y, sobre todo, los actores.
Las prácticas mencionadas las realizaron 16 personas y han quedado 10 actores, por exigencia de producción. Actores que Ernesto Arias advierte que "darán mucho que hablar". Ellos son: Ion Iraizoz, Juan Paños, Aida Villar, Nicolás Sanz, Marcos Toro, Pablo Rodríguez, Nicolás Sanz, Luna Paredes, Carmen Bécares, José Juan Sevilla, Carmen Valverde.
DOS NUEVOS ENTREMESES "NUNCA REPRESENTADOS"
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FOTO: SERGIO PARRA |
Ernesto Arias destaca el título pues une tres aspectos:
- Hace referencia a la edición de Cervantes cuando presentó Ocho comedias y ocho entremeses nuevos nunca representados. Brenda propuso utilizar el "nunca representados" y me gustó mucho, porque son dos entremeses nuevos para la Abadía, pues ya había presentado tres y ya son cinco. Un tercer aspecto es que El Rufián viudo llamado Trampagos nunca se ha representado, sí La Guarda cuidadosa, a la cual se recurre mucho en el ámbito escolar y universitario.
UNA OPORTUNIDAD ESCÉNICA PARA EL TEATRO DE CERVANTES
Al enfrentarse a estos entremeses Ernesto ha descubierto la enorme actualidad de Cervantes y no ve tan complicado buscar los caminos para que el discurso cervantino del siglo XVI pueda ser presentado hoy en día.
- Nosotros no hemos cogido el universo de Cervantes para traerlo al nuestro, sino sumergirnos en su universo, tratar de entenderlo y de presentarlo de modo que sea bien recibido hoy en día. Por eso, el taller de bufones, el saber cómo eran los bailes de la época de El Rufián Viudo, no poner música actual, pero sobre todo indagar y sumergirnos en la sonoridad y habitar la palabra de Cervantes. En el proceso han habido alegrías y desesperación, pero eso es la vida.
EL ÁRBOL DE LOS PRIMEROS ENTREMESES, EN ENTREDICHO
Brenda Escobedo se ha encargado de la dramaturgia de los dos entremeses que no los sitúa en el ámbito rural como otras veces sino
- en el ámbito urbano que empieza a crecer en el ámbito español. Al mismo tiempo había que dar una unidad con los entremeses anteriores, porque había elementos que íbamos a usar como era el árbol del espectáculo de José Luis Gómez, que se iba a mantener. Era como una metáfora de cómo está Cervantes en medio: el árbol sigue y las generaciones se pierden y regresan. Sin embargo la palabra de Cervantes sigue presente.
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FOTO: SERGIO PARRA |
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Al hablar con Ernesto Arias y al estar en temporada también los entremeses anteriores había que mantener una unidad, pero también hacer notar la diferencia. Los entremeses de José Luis Gómez estaban ambientados en el campo, pero Ernesto proponía llevarlos a la ciudad.
- La guarda cuidadosa habla mucho de los pequeños oficios y eso se iba a resaltar. La obra empieza con todos alrededor del árbol, como terminan los otros entremeses. Al mismo tiempo había que unir los dos entremeses con los propios personajes. Ernesto tenía varias ideas, pero toda dramaturgia está unida a la producción teatral.
CHICO ELIGE CHICA, CHICA ELIGE CHICO
Había que resolver el problema del números de actores y personajes, así como el números de actores femeninos y masculinos. Los 16 actores del taller se reducían a 10.
- Otro problema era que El rufián escoge entre tres mujeres, y en La guarda cuidadosa la fregona tiene que escoger entre dos pretendientes hombres. Por otro lado a Ernesto le interesa mucho el personaje femenino en Cervantes, la fuerza femenina. Para balancear el chico elige chicas y la chica elige chicas, pusimos en la dramaturgia el discurso de Marcela de El Quijote, que es una preciosidad y venía a cuento: la doncella determinante. Íbamos uniendo la música de las rondallas que están dentro de los propios entremeses y así se hilvanaban las historias dentro de los propios entremeses, para después desembocar en Marcela, que puede estar en esa ciudad y decidir.
DE BRENDA AL ESPECTÁCULO REAL
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FOTO: SERGIO PARRA |
Todas las ideas de Brenda se han metamorfoseado en el espectáculo - precisa Ernesto -, con lo cual algunas de esas cosas ya no están. El árbol ya no está y se ha metamorfoseado en un pozo. Al pasar de 16 actores a 10 actores se ha transformado el montaje. La creación escénica tiene mucho que ver con lo que propone Cervantes, como es la conjugación, la contraposición o la dialéctica entre lo que se sueña o la ilusión, y la inapelable realidad: El Quijote, un personaje que apuesta por vivir el ideal, el sueño, pero la realidad le pega una serie de bofetada inapelables. En toda su obra es una constante entre una cosa y otra.
EL POZO EN UNA ENCRUCIJADA DE CALLES
En los primeros entremeses el centro era el árbol y lo siguió siendo en la primera versión que se hizo de este montaje en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares. Al adaptarla al escenario de la Abadía se creyó más oportuno recurrir a un pozo como centro. Tal elección, en parte, venía impuesto por tratarse de entremeses de tipo urbano, algo que ya está en el original de Cervantes. La guarda cuidadosa transcurre en Madrid y se nombras sus calles, y El Rufián viudo en Sevilla. Al llegar a la Abadía
- nos encontramos con un espacio nuevo y ha habido que buscar ese espacio. Optamos por incidir más en lo urbano y entre lo que uno sueña y los recursos, al final se decidió el Pozo, porque es un elemento que cumple la misma función, pero es más urbano y empasta mejor con el espacio escénico de la Abadía. La propuesta es un cruce de calles. Cabía un árbol en lo urbano, pero marida mejor el Pozo. Además tiene un juego muy interesante. También era bueno despegarse un poco de aquella función, para dejar claro que no son los mismos entremeses sino nuevos.
POÉTICA BUFONESCA PARA LOS PERSONAJES
La poética que barnizaba los primeros entremeses se inspiraba en la Commedia dell'Arte. Ernesto vio que el espíritu de estas dos piezas llevaba a buscar algo y desembocó en un tratamiento bufonesco, asesorado por José Troncoso.
- El "bufón" es un estilo muy marcado y muy concreto ha estado al servicio de lo que necesitaban estos personajes. El "bufón" tiene una condición completamente imperfecta, que por eso también es muy humana y muy terrenal. En aquella época me imagino viendo a los personajes como gente cercana. Algo de eso hay en esta revisión. Se han hecho urbanos y muchos de los tipos deberían corresponder con gente que conocemos. Si están en ese estatus de pobreza ¿qué es lo correcto? ¿Qué es lo que está bien o está mal, si no tienes nada? Ellos están vivos, y el bufón trae esa vida, esa necesidad de comer y otras muchas necesidades: beber, cantar, bailar, expresarme…
En esta línea bufonesca Ernesto destaca el trabajo de Silvia de Marta en lo que se refiere a la ambientación y vestuario.
- Ha hecho un vestuario con prendas, prácticamente, actuales pero al conjuntarlas y dándoles color pasan por vestuario de época sin ser de época. Lo mismo la escenografía mantiene el que pueda ser del pasado o de hoy en día. Hay un equilibrio entre lo clásico y lo actual. Por eso recurrir al mundo del bufón, que es un mundo maravilloso.
RONDALLAS PARA UNA DRAMATURGIA
Al largo de la obra una serie de rondallas interpretan músicas de la época , pero su función no es tanto la de ambientación sino de hilvanar la dramaturgia. De esta forma se presentaban los dos entremeses unidos y no distantes. Son rondallas que van por las calles buscando el balcón adecuado a quien cantar. Así se van encontrando con las diversas figuras.
- La estructura la forman un prólogo, los dos entremeses con una rondalla que los une, y luego un epílogo de la doncella determinante, el monólogo de Marcela, que viene muy bien pues habla de la situación de la mujer de la que hoy no hay que dejar de hablar. En realidad son tres entremeses. Todo esto está presentado con mucho humor, con mucha alegría, con mucha fiesta como hacía Cervantes. Tratar temas muy profundos, como son la libertad de las mujeres, el valor individual y la fuerza colectiva, pero con fiesta - concluye Ernesto.
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FOTO: SERGIO PARRA |
Se ha diseñado una campaña escolar a partir de 12 años abarcando un total de unos 2.000 alumnos, que acuden al teatro.
FUNCIÓN De martes a sábado: 20:30 h. Domingo: 19:30 h.
Encuentros con el público 1 y 3 de diciembre al finalizar la función. Entrada libre hasta completar aforo.
PRECIO 21 €
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FOTO: SERGIO PARRA |
Título: Dos nuevos entremeses "nunca representados". Laguarda cuidadosa. El rufián viudo Trampagos Dramaturgia: Brenda Escobedo Coordinación artística: Rosario Ruiz Rodgers Ambientación: Silvia de Marta Música: Eduardo Aguirre de Cárcer Coreografía: Javier García Iluminación: Carlos Díaz Maestro de voz: Vicente Fuentes Taller de bufones: José Troncoso Ayudante de dirección: Raquel Alarcón Fotografía: Sergio Parra Intérpretes: La Guarda Cuidadosa Ion Iraizoz (Soldado), Juan Paños (Sacristán), Aida Villar (Mozo (Andrés)), Nicolás Sanz (Uno (Manuel)), Marcos Toro (Zapatero), Pablo Rodríguez (Amo), Nicolás Sanz (Grajales), Luna Paredes (Cristina), Carmen Bécares (Ama (Ella)), José Juan Sevilla (Músico), Carmen Valverde (Músico)
El Rufián Viudo Llamado Trampagos Marcos Toro (Trampagos), Juan Paños (Vademecúm), Ion Iraizoz (Chiquiznaque) Nicolás Sanz (Juan Claros), Carmen Valverde (La Repulida), Luna Paredes (La Pizpita), Carmen Bécares (La Mostrenca), Aida Villar (Niño), José Juan Sevilla (Escarramán), Pablo Rodríguez (Músico), Carmen Valverde (DONCELLA)
Dirección: Ernesto Arias Estreno en Madrid: Teatro de la Abadía (Sala Juan de la Cruz), 23 - XI - 2017
Teatro de la Abadía Sala Juan de la Cruz
C/ Fernández de los Ríos, 42
28015 – Madrid
Tel.: 91 448 11 81
Fax.: 91 448 61 32
Metro: Quevedo, San Bernardo,
Argüelles, Moncloa, Canal,
IslasFilipinas us: 2/16/37/61/202 Localidades: Taquilla (Tel.: 91 448 16 27) Telentradas y CaixaCatalunya (Tel.: 902 10 12 12)Pag. Web: www.teatroabadia.com Prensa:
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