MIERDA DE ARTISTA, EL MUSICAL

EL CUERPO SAGRADO DEL ARTISTA

	FERRÁN GONZÁLEZ / GEMMAMARTÍNEZ / FRANK CAPDET / NANINA ROSEBUD / XÈNIA REGUANT FOTO: PRODUCTORA

Piero Manzoni fue un creador un tanto ÁN gON nsólito, que puso en solfa el concepto del Arte y del Artista. Como el título indica la "mierda de un artista", encontrándole la envoltura adecuada, puede convertirse en una obra de arte. En este caso la mierda es la del propio Manzoni, la cual fue enlata en 100 latas (5 cm de alto y un diámetro de 6,5 cm ) de las cuales 10 explotaron debido a los gases. Antes ya había conseguido vender como arte huevos duros con su huella dactilar. También  plantó su firma en el cuerpo desnudo de gente para que fuera exhibida como obras de arte (incluso dio certificados de autenticidad). Según él al firmarlas, éstas se convertirían en obras de arte. Para Manzoni el cuerpo del artista produce arte. Quiere decir que todo lo que sale de él es una obra de arte: su aliento, sus excrementos, o su firma colocada en el cuerpo de una persona. Esta es la historia que Ferrán González & Joan Miquel Pérez nos cuentan, y lo curioso es que no pertenece al mundo de la imaginación sino que cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.

Tales manifestaciones artísticas no están lejos de algunas experiencias artísticas contemporáneas que dejan desconcertado al espectador y le lleva a exclamar:"Es interesante" o "Genial" por no ser tachado de ignorante. Todo ello plantea una pregunta:¿Qué es el Arte? ¿Cuando una obra comienza a considerarse Arte? Hay quien ha culpado al tiempo de tal valoración:"el tiempo hace las obras de arte".

La ingeniosidad de Manzoni con sus huevos, su mierda y los cuerpos firmados de otras personas, plantea otra interrogante: El Arte ¿lo crean los artistas o los espectadores? La experiencia, a lo largo de la historia,  muestra que una obra se convierte en  Arte cuando el entorno social lo considera como tal. Son innumerables los ejemplos de artistas que murieron sin ser reconocidos como tales, y, solamente, cuando una galería de Arte, un museo o cualquier entidad le da un poder económico se le adhiere la etiqueta de "Arte". Todas estas consideraciones se apuntan a lo largo de este ingenioso y divertido musical. No es el momento de proseguir con más disquisiciones.

Mierda de Artista, El Musical, retoma esta insólita figura y el momento de tal inspiración escatológica. En torno a él aparecen otros personajes propios del entorno artístico: Sofía representante-manager (Gemma Martínez); Enrico,su amigo, pintor de inspiración más rastrera (Frank Capdet) ; Apollonia, la novia de Manzoni (Xènia Reguant), y Paola, una peculiar periodista en busca del reportaje de su vida amenazada por una manada de lobos desde la infancia (Nanina Rosebud). Se le añaden tres músicos: Joan Miquel Pérez (Agostino Bonalumi/Piano). Eloi López (Batería y percusión), Paco Weht (Contrabajo).

Al entra en interacción unos y otros se descubre la picaresca e intereses rastreros de todos. El tema central la "mierda", símbolo de lo que puede llegar a considerarse arte da pie para una crítica sobre al Arte y su comercialización, así como la denuncia de un cierto papanatismo por parte de los receptores, ante lo novedoso. Crítica de esta función, pero que procede del auténtico Piero Manzoni.

El libreto y cantables de Ferrán González y Joan Miguel Pérez, es fresco, ágil e ingenioso, plagado de humor. Se recibe con regocijo. Está concebido como un musical de pequeño formato: cinco actores más el propio Joan Miquel Pérez, que interpreta a Agostino y toca el piano, en un cómico trasiego de situaciones reales y de la ficción. Marcos de cuadros, así como algunos muebles que siguen la estética de los marcos, bastan para contarnos esta insólita historia, con toques surrealistas que lo más curioso es que tal surrealismo, parte de la propia realidad.

Los diálogos son rápidos con un ritmo ágil que se acentúa con un movimiento de antores adecuado. El desarrollo de la ficción se corta con "flashes" humorísticos que nos distancian de ella: el personaje se desnuda de su ropaje y es el actor quien pregunta al pianista: "¿Tienes una canción triste?" . Otras ves es el pianista quien irrumpe en escena. Una virtud a resaltar es el darle el tiempo adecuado al "gag" sin reiteración. O se cogen al vuelo o no. Se cogen, a juzgar por la hilaridad del público.  

Se trata de un musical, cuyos cantables salpican el texto y se integran bien en el conjunto con una interpretación corporal muy a lo musical americano, que termina por ser una cierta ironía hacia el género. Los primeros números musicales nos dejan un tanto desconcertados en el momento de valorar la partitura. Suenan, demasiado,  al estilo de la comedia musical de estos últimos años, y resultan un tanto anodinos. A medida que avanza la acción la partitura progresa hacia la madurez y hacia la originalidad, desembocando con fuerza en la romanza final de Piero (Ferrán González). Si comparamos esta partitura, en cuanto a  su estructura musical, con las óperas, podría afirmarse que los primeros números pueden equipararse a los recitativos de las óperas.

A la parte musical se incorporan sencillos pasos de danza, creados por Marta Tomasa,  muy al estilo de la comedia musical americana trillada. Todo ello con discreción y sin pretensiones. Funciona, y no deja de  destilar, creo, su "mijilla" de ironía hacia el género.

Los personajes están bien trazados en una clave que deambula entre la comedia y la caricatura. Nos divertimos con todos los personajes y nos enamoramos de ellos. Tal enamoramiento, no sólo reside en los personajes en sí, sino que buena parte de ello, corresponde a una interpretación de calidad. La voces cumplen bien y no desdicen del género. Ferrán González (Piero Manzoni), es voz que muestra todo su talento en sus romanzas, por usar el término clásico del teatro lírico.

Cada uno borda su personaje, y es injusto destacar uno más que otro. Se percibe una labor de conjunto unitaria buena, que dirige con acierto y ritmo Alicia Serrat. No  obstante, sobresale Gemma Martínez con un descastado, procaz y surrealista personaje que nos divierte en exceso. Sus espontáneas y groseras expresiones, que no ofenden por la forma en que están dichas y el contexto cómico, desencadenan la carcajada del público.

Creo que Mierda de Artista ha pasado un poco desapercibida en los Teatros del Canal. En concreto, yo acudí en el último momento y con ciertas reticencias. Al bajar el telón uno lamenta que no se la haya hecho mejor justicia.

Por cierto, después de más de treinta años de la muerte de Piero, su amigo Agostino Bonalumi, que en la obra interpreta Joan Miquel Pérez, en un artículo publicado en Il Corriere de la sera escribía que las latas contienen yeso. No se ha abierto ninguna, pues hacerlo sería destruir la obra  de Arte que concibió Piero: la mierda en una lata y con textos escritos en el lateral: Artist`s Shit (inglés), Merde d’artiste (francés), Merda d’artista (italiano), Künstlerscheiße (alemán). Contenido neto: 30 gramos. Conservada al natural. Producida y envasada en mayo de 1961. Sería como rajar una pintura famosa. El tiempo ha terminado por convertir la idea de Piero, en principio peregrina y burlona, en una Obra de Arte. Al no abrirse ninguna de ellas, sólo podemos confiar en la palabra de Agostino. La duda permanece: "¿Hay mierda o no?" Haya yeso o mierda, lo que sí hay que reconocer es que las latas forman parte del mundo artístico al contemplar su etiquetado, porque "el tiempo hace las obras de arte".

Volviendo a Mierda de Artista, El musical, si tienen oportunidad vayan a verlo. Se sorprenderán y se divertirán. Comprobarán un buen trabajo a todos los niveles teatrales.

FERRÁN GONZÁLEZ	XÈNIA REGUANT	GEMMA MARTÍNEZ

FRANK CAPDET	NANINA ROSEBUD FOTOS: PRODUCTORA

	JOAN MIQUEL PÉREZ / PACO WEHT / ELOI LÓPEZ FOTO: PRODUCTORA

Título: Mierda de artista. El musical
Musical de: Ferrán González y Joan Miquel Pérez
Escenografía: Nil Brullet
Diseño de iluminación: Albert Pastor
Diseño de sonido: Carles Auli
Vestuario: Laia Cambrils
Caracterización: Teresa Alonso
Coreografía: Marta Tomasa
Diseño Gráfico y fotografía: Javier Naval
Producción: Irene Reig
Músicos: Joan Miquel Pérez (Agostino Bonalumi/Piano), Eloi López ( Batería y percusión), Paco Weht(Contrabajo)
Intérpretes: Ferán González ( Piero Manzoni), Gemma Martínez (Sofía Canevaro), Xènia Reguant (Apollonia Avaloni), Frank Capdet (Enrico Castellani), Nanina Rosebud (Paoloa Pisani)
Dirección musical: Joan Miquel Pérez
Dirección de escena: Alicia Serrat
Estreno en Madrid: Teatros del Canal (Sala Verde), 29 - V - 2014 

Más información       José Ramón Díaz Sande Copyright©diazsande

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