Fuego. Apuntes para un ballet Imprimir
Escrito por www.madridteatro.net   
Lunes, 07 de Julio de 2014 17:28

FUEGO
APUNTES PARA UN BALLET 

ANTONIO GADES /CARLOS SAURA

fuego gades 3 b
FOTO: FUNDACIÓN ANTONIO GADES

Apuntes para la ordenación del material dramático y escenográfico de un ballet, inspirado en la música de El Amor Brujo de Manuel de Falla, original de Antonio Gades y Carlos Saura.

PRÓLOGO

Con el telón bajado empiezan a escucharse los primeros compases de El Amor Brujo, aquellos que van a servir de tema para “El espectro”, a continuación la música continúa más misteriosa y envolvente… Sobre esa introducción, se escucha un trepidante ritmo de zapateado y palmas que poco a poco se adueña del ambiente sonoro…

Se levanta el telón

1.- PELEA

El ritmo se vigoriza y acentúa cuando vemos en el escenario iluminados por haces de luz a una veintena de hombres que pelean emparejados utilizando navajas y bastones marcando con sus gestos y movimientos el ritmo.

Es una pela a muerte ritualizada por la danza. Los hombres cambian de pareja, evolucionan por el escenario estableciendo contrastes de movimientos y actitudes.

Entre los que pelean destaca José, un hombre alto, de rasgos marcados, agitanado, que maneja con habilidad de experto la navaja. Su adversario no le va a la zaga. Avanzan y retroceden hasta que en un descuido de José es apuñalado por su contrincante.

José que está herido de muerte se tambalea. Su adversario se detiene asustado. Todos los hombres dejan de pelear. Se van del escenario abandonando a José.

La luz se centra sobre él que con una lentitud exasperante se va desmoronando. Al fin cae José al suelo y allí permanece inmóvil, muerto. Es en ese momento cuando se escuchan los agresivos compases del inicio de El Amor Brujo y se hace un negro que se prolongará lo que dure la música.

2.- TENDEDERO

El escenario se ilumina lentamente. El escenario está dividido en dos espacios definidos, en la derecha se encuentra el destinado a tendedero. Con lentitud descienden las sábanas blancas que penden de una especie de columpios sujetados con sogas. Parecen sudarios iluminados por una penumbra que poco a poco se va aclarando.

Amanece en el poblado y van entrando en el decorado los hombres, que llevan sillas y banquetas de enea, los guitarristas vienen con sus guitarras. Se van sentando. Los guitarristas afinan sus instrumentos. Todo en un ambiente relajado, sin prisas. Se va definiendo una melodía, un ritmo y alguien inicia una canción… Van apareciendo sobre el escenario las mujeres coreando la canción, que ahora se generaliza. Las mujeres coreando la canción, que ahora se generaliza. Las mujeres son jóvenes en su mayoría, y van vestidas con faldas y blusas de fuertes colores, llevan canastas y cubos para recoger la ropa tendida en los colgadores. Ahora domina la claridad, la blancura. Las mujeres se disponen a descolgar las sábanas. Entre esas mujeres está Candela, una joven atractiva, protagonista de esta historia.

Mientras van recogiendo la ropa las mujeres se divierten a costa de Candela, que se va a casar dentro de un mes con Carmelo. Cantan y bailan el tanguillo “Pa cuando es la boda” en un ambiente amable y divertido.

El baile se vuelve más sensual y provocativo. El baile finaliza entre gritos, bromas y risas. Las mujeres recogen sus baldes, sus cestos con la ropa y van saliendo del escenario dejando sola a Candela.

Del grupo de hombres viene Carmelo en busca de Candela, su novia Se encuentra con ella y la pareja empieza un baile a dos intenso y apasionado.

Va cambian la luz y la pareja se aísla de todo y de todos. Cuando el baile se vuelve más intimo y Carmelo y Candela se abrazan se escuchan los primeros compases de “El Espectro”. De repente, como iluminado por un relámpago, aparece JoséEl espectro”, que viene del mundo de las tinieblas a perturbar a los enamorados. Candela no puede remediar la atracción que siente hacia él y como si de una extraña y oscura fuerza interior le empujara trata de ir a su encentro, pero Carmelo se lo impide.

A partir de ahora “El espectro” perseguirá á la pareja cada vez que estos traten de amarse.

3.- NAVIDADES

Todo el mundo se ha reunido para celebra las Navidades. Formando grupos familiares, a los que ocasionalmente se integran amistades, se sientan en las sillas de anea alrededor de los fuegos y utilizando instrumentos típicos: panderetas y panderos, zambomba y almireces, cantan y bailan con alegría villancicos y canciones de Navidad. Vemos a Candela y a Carmelo que participan en la fiesta cantando y bailando animadamente. Cuando la fiesta está en su apogeo aparece, iluminado violentamente, “El Espectro”.

Todo el mundo se inmoviliza, “El Espectro” desaparece con la misma rapidez que apareció.

El tiempo parece detenerse para todo el mundo excepto para Candela, que como en trance, empieza a bailar la canción de Falla: “Yo no sé, no sé qué me pasa…

Todos permanecen inmovilizados, paralizados, como sorprendidos en una instantánea fotográfica, mientras Candela baila entre ellos.

Cuando Candela termina el baile, vuelve la vida, el movimiento, el ritmo, las canciones y el ambiente festivo de antes, como si nada hubiera sucedido…

La fiesta continúa y todos se van marchando del escenario, excepto Candela a la que retiene en el lugar una fuerza misteriosa…

Cuando Candela está sola en el escenario se escuchan de nuevo los compases de “El espectro”. Aparece el espectro iluminado violentamente Candela trastornada, empujada por una fuerza irresistible, echa a andar hacia él.

Bailan “La danza del terror”, un baile violento y ritualizado. Esto mismo con guitarra al final se mezcla con los panderos.

4.- EL ROCÍO

Hombres que hacen de caballo con mujeres en sus grupas aparecen en el escenario. Las mujeres desmontan y empiezan a bailar por “sevillanas” al son del pandero.

El grupo se recoge y canta “Y tu mirar”. Es el momento en que aparecen en el escenario por derecha e izquierda Candela y Carmelo. Se aproximan con lentitud hasta que se encuentran y sin tocarse giran el uno alrededor del otro en un baile amoroso, lento y ceremonioso.

Ahora bailan todos de nuevo, el ritmo se acelera y las parejas evolucionan en el escenario.

Todos se detienen cuando baila por “sevillanas” una pareja cincuentona con la sabiduría ancestral de su raza. A esa pareja se unen pronto otras. El baile se generaliza y todos vuelven a participar en la fiesta mientras las “sevillanas” se vuelven más primitivas y rituales.

Y llega la tarde... La luz se vuelve misteriosa. Se canta de muevo “Y tu mirar” y Carmelo baila con Candela una sevillana lenta, densa, cargadas de emoción y sentimiento… Y es en ese momento cuando se escuchan los compases que preludian a “El Espectro”.

La pareja se separa. Una vez más “El Espectro” viene a perturbar sus vidas.

5.- LA HECHICERA

Mientras Candela permanece desolada en el escenario, Carmelo va en busca de la Hechicera. Aparece Carmelo con la Hechicera. Esta se dirige hacia donde se encuentra CandelaCandela a la izquierda y Carmelo a la derecha de la Hechicera permanecen inmóviles mientras ésta inicia su ritual.

Hace la Hechicera sus exorcizos. En el centro del escenario aparece un haz de luz rojiza que simboliza el fuego. Suenan las primeras campanadas que anteceden a la “Danza del Fuego”.

A su ritmo van apareciendo en el decorado todos los hombres y mujeres del poblado que van ocupando el escenario.

6.- LA DANZA DEL FUEGO

Da comienzo La Danza del Fuego. Alrededor del cúmulo del fuego se van ordenando hombres y mujeres. Con la excepción de Carmelo todos bailan la danza del fuego. Rodean el círculo luminoso y alrededor de él se baila una danza ritual. Candela baila cada vez más ensimismada, contagiada por la intensidad de la música. El ritmo se acelera hasta el paroxismo… Candela entra en trance. Todos la rodean. Candela, al límite de sus fuerzas, cae en el círculo de fuego desmayada, como muerta…

El fuego se extingue con lentitud. Todo el mundo se aleja de allí, dejando a Candela sola en el escenario.

Es entonces cuando aparece Carmelo. Se dirige hacia la mujer que yace en el suelo. Se arrodilla junto a Candela cuando el fuego está a punto de extinguirse. Se escuchan lejanos los compases de “El Espectro”. ¿Será posible que la danza del fuego no haya podido conjurar el maleficio?

Se incorporan Carmelo y Candela y empiezan a bailar muy juntos. Bailan la danza de “El fuego fatuo”… ¡El maleficio parece definitivamente conjurado!

Pero no… Vuelven a escucharse los compases de la música de “El Espectro". Aparece “El Espectro”. Pero esta vez Carmelo está dispuesto a luchar contra él y consigue, aunque con trabajo, llevarse a Candela con él.

7.- EL FINAL

Todo el pueblo acompaña a Candela y Carmelo al espacio escénico para conjurar a “El Espectro”… Dejan en el centro a la pareja y se alejan para permanecer en la penumbra esperando los acontecimientos.

Una vez en el centro del escenario, Carmelo baila con Candela un baile apasionado…

Cuando la melodía alude al tema de “El Espectro”, aparece éste iluminado brillantemente. Pero igual que ha aparecido, desaparece y Candela y Carmelo bailan de nuevo. Vuelve a aparecer “El Espectro” y a esfumarse seguidamente… ¡Aparece de nuevo “El Espectro” marcando los compases agresivos que le anuncian. “El Espectro” imagen del mal, del infierno, de la muerte!

Frente a él se organiza el pueblo: la vida. Todos cantan “Tu eres aquel mal gitano…” Como reacción, “El Espectro” inicia un ritmo salvaje, tratando de dominar el espacio sonoro. Pero los grupos de hombres y mujeres se organizan y siguiendo el trepidante ritmo avanzan hacia “El Espectro”.

El espectro se enfrenta con el pueblo, que retrocede ante su fuerza… Se reorganizan y avanzan hacia él para cercarle. El espectro no puede hacer frente a la avasalladora fuerza de todos, que lo van acorralando.

Al fin, El espectro es derrotado y desaparece entre la multitud. El decorado se oscurece… Amanece y se escucha la canción de Falla: “Ya está despuntando el día”

Aparecen en el escenario Candela y Carmelo vestidos para la boda. Todo el pueblo está contento porque se va a celebrar la boda de la pareja

8.- LA BODA

Suenan los primero compases de la “alborea” interpretada a la guitarra. Un grupo de hombres se dirige hacia donde se encuentra Carmelo y lo levantan sentándolo sobre sus hombros. Entre tanto las mujeres han ido a cantar la “alboreá”: “Hermanita de mi alma…”

Los dos grupos se organizan detrás y alrededor de los novios y como si fueran pasos de la Semana Santa los pasean por el escenario siguiendo el ritmo de la canción. Los dos grupos se separan, se abren, se enfrentan… En medio del alborozo final, y ¡por fin!, los novios se encuentran y se abrazan. Bajan de las alturas y una vez en tierra alguien grita: "¡Vivan los novios! ¡Que bailen los novios!..." Todos empiezan a dar palmas siguiendo un ritmo y Candela y Carmelo bailan por tangos jaleados por todo el poblado…

FINAL 

Texto: Fundación Antonio Gades 

 

Última actualización el Martes, 08 de Julio de 2014 15:50