Novecento. Baricco. Rellan. Raúl. Crítica Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande   
Viernes, 30 de Mayo de 2014 11:53

 NOVECENTO
PROTAGONISMO DE LA PALABRA

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   MIGUEL RELLÁN
FOTO: www.madridteatro.net

Novecento es libro, es película y ahora monólogo teatral. No he leído el libro, no he visto la película, así que no puedo caer en la tentación de comparaciones. La historia que cuenta Alessandro Baricco me llega exclusivamente a través de la palabra emitida e introyectada de Miguél Rellán. Por decirlo de una vez, Novecento-teatro es todo un acierto, tanto por la puesta en escena de Raúl Fuertes como por la ajustada e inteligente interpretación de Miguel Rellán.

Tal cual se ha concebido, la palabra es protagonista absoluta. Como nunca, ha estado tan desnuda la escena, ausente de cualquier tipo "atrezzo".  Ni siquiera está presente la trompeta de quien nos lo cuenta  - era trompetista - para evocar los momentos del pasado. En el tiempo en que nos narra la historia de su amigo Novecento, ha vendido la trompeta, y es lógico que no la posea, pero al ser un adelante y atrás en el recuerdo cabría la posibilidad de recurrir a ella. No es necesaria.

Desnudo también está el sonido. Ni un atisbo de ambiente sonoro - podría ser el rumor e las olas, la evocación de la melodía del piano, ya que Novecento, el nombre del personaje recordado, era un "crack" en esto de interpretar músicas que procedían de no se sabe dónde... -, salvo la voz de Miguel que llega al espectador con naturalidad y sin retoricismo. Una palabra cálida y con una gran fuerza evocadora. Lo más sorprendente es verificar cómo el poder de la palabra puede generar cantidad de imágenes en la mente del espectador. Ello se debe a que el texto de Alessandro está plagado de vocablos y descripciones altamente expresivas.

Novecento es la historia de un pianista inigualable como artista y como persona. Había nacido y abandonado en uno de esos barcos-crucero, y nunca había bajado a tierra. Como artista, por su magistral interpretación de una música fuera de lo corriente. Como persona, porque su vida quedó circunscrita al barco, una vida creada por él mismo, alérgica a pisar tierra, con lo que supone de riesgo a vivir el día a día. Algo imposible para él.

Si algo caracteriza a Miguel Rellán es la capacidad, que posee, de naturalidad y comunicación, teñidas de una inocencia interpretativa. El texto fluye de modo tal, que terminamos por identificarnos con su personaje, y le creemos cuando nos dice que ha tenido un  amigo llamado Novecento. El texto rezuma ternura y admiración por su amigo, y esto se percibe continuamente durante la representación en las palabras de Miguel que nos llegan a nivel emocional.

Lo más impactante es cómo con lo mínimo se puede conseguir lo máximo. A través del texto y la interpretación se crea en el espectador imágenes tan vívidas, que permiten asistir a esta historia narrada como si la estuviéramos viéndola y oyéndola. Texto y representación están salpicadas de un fino humor que Miguel sabe dosificar con delicadeza y sin subrayarlo.

Este óptimo resultado final es fruto de una compenetración entre Raúl Fuertes, que cree y ama el texto, y Miguel Rellán, que da la sensación de que la amistad con Novecento, es la de su propio amigo como Miguel.  Convierte  al narrador espurio a la historia, en narrador que se implica en su propia vivencia. En definitiva, éste es siempre el desafío de cualquier actor: desaparecer bajo la piel del personaje.

Si hay una representación que no conviene perderse es este Novecento. No solamente es una función en la que el interés no se pierde nunca, sino que impele a profundas reflexiones acerca de la vida, y los variopintos tipos que jalean esa vida. Por parte del personaje que  nos cuenta la historia y cómo nos la cuenta, es un canto de amistad sin pedir nada a cambio. Por parte de Novecento nos hace reflexionar acerca de lo que puede ser esencial en la vida, sin buscar sobreañadidos a la existencia del ser humano. Es cierto que Novecento es un ser incapaz de enfrentarse a la vulgar realidad cotidiana, nunca ha bajado de ese barco, y por lo tanto tal actitud le aporta, aparentemente, un punto negativo, pero la pregunta que se nos queda en el aire es: ¿vale la pena asomarse a esa realidad? La lucha entre Novecento y otro pianista petulante es significativa: ¿triunfar en la vida y convertirse en la arrogancia y superficialidad andante?

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    MIGUEL RELLÁN
FOTO: www.madridteatro.net

Título:Novecento
Autor:Alessandro Baricco
Traducción: Xavier González
Espacio Escénico e Iluminación: Raúl Fuertes
Fotografía: Jerónimo Álvarez
Diseño de Cartel: Iván San Martín (Missttagart)
Producción Ejecutiva: Lola Graiño (Producciones Teatrales Contemporanéas)
Producción: Bucharta S.L.
Dirección: Raúl Fuertes
Intérprete:Miguel Rellán
Estreno en Madrid:
Teatro Español (Sala Pequeña), 13 - V - 2014

 
 
José Ramón Díaz Sande
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Última actualización el Miércoles, 11 de Junio de 2014 10:21