SUEÑOS Y VISIONES DEL REY RICARDO III
TRÍPTICO EN TRES PLANOS

FOTO: SERGIO PARRA (JUAN DIEGO) FOTOS: www.madridteatro.net

Se estrena en el Teatro Español de Madrid Sueños y visiones del Rey Ricardo III, a partir de la obra Ricardo III de William Shakespeare. Uno de los aspectos que comienza por destacar Juan Carlos Pérez de la Fuente, director artístico del Teatro Español, es haber conseguido

• un reparto casi imposible en el Teatro Español, porque estoy viviendo uno de esos momentos, en los ensayos y en el día a día, cuya visión dramatúrgica y de escenificación  interpretativa muestran que estamos ante una gente de una gran sabiduría. En el caso de Ricardo III, interpretado por Juan Diego, es casi impúdico meterse en un personaje como éste y ser capaz de enseñar  las entretelas de un ser humano tan pérfido, lleno de fealdad.  Al verlo pensaba cómo el teatro burgués puede adulterar una escena cuando unos actores no son capaces de enseñar aquello feo que los seres humanos tenemos como lo hace Juan Diego sin pudor. Más allá de lo que diga la crítica, el director del teatro español te dice (a Juan Diego) "¡Enhorabuena!", porque el camino escogido es el del riesgo. Creo que un Teatro Público tiene que estar para eso, para arriesgar.

RICARDO III
ESCRITO PARA JUAN DIEGO

	CARLOS MARTÍN FOTO: www.madridteatro.net

José Sanchis Sinisterra ha creado la dramaturgia sobre el Ricardo III de W. Shakespeare.  Por su parte Carlos Martín, director del espectáculo, ha escrito la versión escénica a partir de la dramaturgia de Sanchi Sinisterra, y precisa que

• Se trata de un gran fresco, casi un tríptico en tres planos. Primero Ricardo III, un personaje complejo, poliédrico, lleno de matices, de subidas y bajadas emocionales que representa, a veces, un horror, un terror, un dolor casi atávico. Un dolor profundo en el distanciamiento con la madre. Un rencor de familia de guerra que se siente menospreciado en la Corte, que odia  a sus hermanos porque no lo tratan como él cree que se merece... Un personaje que, a mi modo de ver, estaba escrito para JuanDiego, por la gran variedad de matices que él tiene: poder bajar a lo más recóndito y subir a la rabia más definitiva.  Además de trabajarlo con la palabra: el sonido. 

LA CORTE EN BATALLAS FRATRICIDAS

El segundo plano es la Corte

• Una Corte, dividida por batallas fratricidas: un dolor pendiente con la Reina Margarita, ex-Reina ya; el dolor y las muertes anteriores con la Duquesa de York, madre de Ricardo; una distancia fría, dolorosa, también para el personaje con la Reina Isabel en batalla de casi un tú a tú con Ricardo; con Lady Ana, la parte más joven, conquistada y utilizada, de alguna manera, también para él; con un frente muy potente de mujeres, que son las que le hacen frente y donde saltan esas chispas emocionales. Una Corte llena de intrigas, intereses políticos, por lo tanto con una temperatura muy fuerte. Cada uno se posiciona de una forma, y según se posicionen con respecto a Ricardo, se acerca al peligro y a la muerte.

LA GUERRA: EL TERROR DE LO SANGRIENTO

CARLOS MARTÍN / JUAN DIEGO FOTO: SERGIO PARRA

Un tercer plano es la Guerra: acaba de terminar la lucha entre los Lancaster y los York

• La de los York, la de Ricardo, salió victoriosa, pero se nos prepara para el final de la obra la famosa batalla de Bosworth. Este plano añade un nivel de tensión a la obra, además del terror de lo sangriento de la batalla.

EL RECUERDO DE RICARDO III

Tras un proceso dramatúrgico se ha añadido al original de Shakespeare

• un elemento que coloca a la pieza en una situación especial:  pasar casi al principio de la obra, después del famoso monólogo, la tercera escena del quinto Acto, la de los Espectros. Colocamos a Ricardo, casi desde el principio, en el interior de la tienda de Campaña revisitando el pasado, ya corroído por "el gusano de la conciencia", como dice Shakespeare, con visiones sobrenaturales, lleno de miedo por la batalla... y por lo tanto esta colocación de los espectros y la tienda de campaña, hace que revisitemos la obra desde el recuerdo, desde el "flash-back" . Por lo tanto, la interpretación de Ricardo va siempre desde sus miradas al recuerdo de lo ya vivido, que nos coloca en tres planos, a su vez diferentes: uno el plano contemporáneo, que es él en su tienda de campaña, la noche antes de la batalla, por lo tanto plagado de miedos y visiones;  un segundo plano que son todos los momentos vividos, los encuentros con los demás personajes, y el tercer plano, ya más deteriorado, de los espectros y de sus crímenes. Toda la puesta en escena va, también, en ese sentido, en estos tres planos con una escenografía no corpórea, llena de transparencias y proyecciones que nos ayudan a construir estos tres planos diferentes que necesita la obra.

La razón de este tratamiento surgió desde el principio con  Sanchis Sinisterra. Según Carlos Martín

• es un modo de agilizar la propuesta dramatúrgica. Nos sirve para flexibilizar, por un lado, el recorrido dramatúrgico de las escenas, y, por otro lado, el recorrido del personaje. Es un modo de situar al personaje en toda esta montaña rusa de emociones con mayor facilidad. También es una manera más enriquecedora, pues nos coloca en algo que para nosotros era muy importante: el plano de la conciencia del personaje. De esta perturbación, que aunque el personaje va hacia el abismo, en una suerte de autodestrucción definitiva, y arrastrando además lo que sea, y destruyendo los cimientos establecidos, aunque podridos de la propia Corte. La conciencia va haciendo mella en él y, también, en el resto de los personajes. Entonces está la posibilidad para el intérprete de sentir lo sobrenatural, pero como un proceso interior, mental. Es decir de patología, y por tanto de imaginario de este momento y de esta época que nos interesa. Entonces esta propuesta nos ayuda a transitar en esta especie de "Flahs-Back".  Al final los dos caminos, el de la dramaturgia y el de Shakespeare se cruzan y van juntos.

EL TIRANO, DE ALGUNA FORMA, SE CONSTRUYE
PRIMERO NECESITAMOS VER AL SER HUMANO

		JUAN DIEGO FOTOS: www.madridteatro.net

A todo esto se une un tratamiento del personaje desde su debilidad

• El personaje está enfocado, primero desde sus traumas, sus debilidades para llegar a una segunda fase más delirante, a una tercera donde aparece el tirano, pero trabajando desde una base más emotiva y, por lo tanto más humana. 

Este Ricardo III no va directamente a plasmar la figura del tirano, sino que hay como una atención al ser humano que hay en su interior. Carlos Martín es de la opinión de que

• El tirano de alguna forma se construye. Se forma. ¡Qué sería de Hitler si su pintura hubiera sido aceptada! No hubiera aceptado este trauma, este rencor por no haberlo reconocido como artista. A lo mejor hubiera sido otro. Hay también una  sociedad enferma: la que construye y apoya el caldo de cultivo para que el tirano florezca, pero evidentemente, el tirano es un hombre y un niño, y por lo tanto es un trauma. Una distancia con el ser humano y un momento, por patología o no, de ruptura de empatía con el resto de los seres humanos. Sabemos que hay muchísimas clases de tiranos. La falta de conciencia, también es tiranía, la falta de perspectiva, y sabemos que está ocurriendo en estos tiempos, la falta  de empatía hacia el dolor de los demás, de colocarte en la situación de los demás es una forma tiránica y egoísta de comportarse en la vida. Entonces, me interesa el ser humano frente al abismo en su inmolarse ante el dolor de no poseer nada, porque arrastra un agujero negro que nunca se podrá llenar por el amor de la madre, por su reconocimiento, por su físico, por su imposibilidad de adaptarse a las normas cortesanas, que las dice en el primer monólogo, y por tanto ese deseo de destrozar las estructuras, los cimientos de lo que llamamos sociedad. De esa patología y de ese dolor, va tomando forma la manera tiránica de comportarse, lo hemos trabajado con Juan. En ese falso conectar con el dolor del otro, es una herramienta poderosa. Lejos de rechazar el dolor del contrario, de Lady Ana ante la muerte de su esposo, de su suegro o de Isabel. Ante el paroxismo de la muerte de sus hijos que creen que revolotean todavía en el aire; de la madre que acaba maldiciendo a su hijo, el se transforma en el dolor del otro, utilizando su propio dolor. Toda esa destrucción que él mantiene dentro de sí, la utiliza como proyección para enfocarla con el otro, transformarlo y enriquecerse de ese dolor y conseguir sus fines, para de nuevo como un drogadicto continuo de la emoción,  encontrarse de nuevo ante el vacío y tener que volver a construir de nuevo una estructura dolorosa, sea cual sea, hasta llegar al momento final de su destrucción. O sea, el tirano va apareciendo, pero primero necesitamos ver al ser humano, por eso decía que hemos trabajado este Ricardo III en un afán de su debilidad, de sus carencias y de sus perturbaciones. 

JOSÉ HERVÁS / JOSÉ LUIS SANTOS/ CARLOS ÁLVAREZ-NOVOA/ ANA TORRENT FOTO: www.madridteatro.net

UN ELABORADO PROCESO DRAMATÚRGICO
SHAKESPEARE- SANCHIS- LOS ACTORES

El proceso dramatúrgico y de puesta en escena, según Carlos Martín, ha sido muy elaborado y comenzó en diciembre de 2013.

• También Juan Diego y yo hemos estado muy unidos en este proceso, que ha participado en la búsqueda de los actores. Ha sido un proceso complejo, aunque interesante. Ha tenido un recorrido en tres fases: Shakespeare ya hace su versión del personaje histórico, y la utiliza para sus fines dramatúrgicos y crea un personaje de ficción fenomenal.  Drama histórico, pero reinventado. En un segundo proceso Sanchis también utiliza ese material llegando a una síntesis muy hermosa de la palabra, ese sonido que buscábamos en la traducción, esa cierta musicalidad, ese cierto "cantabile", o esa letanía en el dolor, que está presente. La propia fonación de los actores y cómo ellos se pasan el testigo, que no pasan por un naturalismo y dar ese punto de emoción que le lleva a hablar de una manera determinada y a sentir el dolor de una manera determinada. Casi hacer volar a las palabras. Eso está ahí.

JORGE MUÑOZ / JUAN CARLOS SÁNCHEZ / ANÍBAL SOTO / OSCAR NIETO FOTO: www.madridteatro.net

Carlos Martín insiste en una segunda parte  y por eso se ha subtitulado Versión escénica basada en la dramaturgia de José Sanchis Sinisterra. Tal precisión es porque

• hay unos elementos que en la escritura que tienen que ver la puesta en escena. En el trabajo cotidiano nos llevaban, a veces, con ligeros cambios hacia otras pautas más de la puesta en escena. ha habido esta mezcla y combustión en el paso del testigo de una forma muy natural. Posteriormente ha sufrido un cuarto proceso, que es el natural cuando intervienen los actores. Ha habido que hacer ciertas modificaciones.

LA HISTORIA A TRAVÉS DE
LOS OJOS DE RICARDO

En el Ricardo III original, asistimos a  la historia a través de los ojos de Shakespeare. Al ser, aquí, un recuerdo del propio Ricardo, de alguna manera la historia y los personajes los vemos a través de los ojos de Ricardo, lo cual obliga, en principio, a cierta variación nueva matización. 

• Hay algo diferente en el recordar de Ricardo, pues sus acontecimientos que lo sitúan en un plano en la visión de lo que ocurre. Por ejemplo cuando hay una espada al suelo, él oye un rumor antiguo porque ya lo vivió y lo recordó. Cuando se presenta el espectro de su hermano, Clarence, por ejemplo, lo ve con horror, pero casi inmediatamente observa  que ese espectro se transforma y quien está entrando realmente es su hermano con una guardia armada  que lo conduce a la cárcel. Hay, pues, un transvase de información mental hacia el presente o hacia al pasado que, de alguna manera, sí colorea el resto de las acciones y de los personajes. El gran maestro, el gran demiurgo sigue estando ahí, es Shakespeare, que es el que nos hace bailar con su varita mágica.  Hay un momento en que convergen perfectamente porque ese pasado y ese coetáneo caso se funden y nos va llevando hacia el final de la obra, donde, curiosamente, también coincide ese inicio de su soledad de los espectros, al principio de la obra con el final, que es donde todo se encuentra y casi catapultado en el tiempo se ve con los tambores de la batalla. De alguna manera, se combinan estas estructuras.     

TERELE PÁVEZ / ASUNCIÓN BALAGUER / ANA TORRENT / LARA GRUBE / JUAN DIEGO FOTO: SERGIO PARRA

Juan Diego es el intérprete de Ricardo III, y añade que al comenzar en la tienda de campaña

• y situar a  Ricardo en la tienda, los dolores, los quebrantos y todo cuanto nace en esa tienda, aparte de las órdenes que da, los sueños, la conciencia aparece en esa tienda y escomo encontrarnos en esa parte más íntima y más pequeña de Ricardo. Cuando Ricardo  se enfrenta, sueña y se altera. De pronto ve que es un sueño y se lamenta. Es un momento que permite esta puesta en escena. Hacer que Ricardo pueda mostrarse también íntimamente en pequeño como si estuviera en su casa y no en su palacio. En su pequeño cuarto. Quizá eso nos ha hecho mucho el poder trabajar de esta forma, en cuanto recibir fantasmas y elucubrar el sobre ser humano  

HEMOS ENCONTRADO
ACTORES IMPRESIONANTES

Algo que valora Juan Diego es el reparto

• nunca he tenido un reparto tan bueno: tan de amigos, profesionalidad y sensibilidad a la hora de enfrentar  y tener un compromiso con un Shakespeare, y tener un rigor impresionante tanto en el escenario como fuera del escenario. Hoy día eso se lleva poco. Hemos encontrado actores impresionantes. En todos los cambios entre batidores siempre hay una mano que te está ayudando y eso, saber que dentro y fuera en la oscuridad y en la luz, está el compañero y compañera, eso es fundamental para que salga adelante esta propuesta. Lo mismo es el tener pendiente de ti las 24 horas, al ayudante de dirección Hugo Nieto, que ya es director, es algo de agradecer. Y no es peloteo, sino que lo que quiero expresar es que, hoy en día, para funcionar en cualquier cosa, hay que tener un equipo y este equipo se ha conseguido, si no esto haría agua por todas partes.

TENGO TODA LA MALDAD DENTRO
LA VIDA NO VALE NADA

	JUAN DIEGO FOTO: SERGIO PARRA

Juan Diego se siente Ricardo III porque

• tengo toda la maldad dentro, tengo toda la locura, tengo un punto de alma de ángel bueno y de  negro, que lo tiene, también, Ricardo, porque todas las maldades que ocurren en estos momentos y en todos los momentos de la existencia del ser en la vida, la fabricamos aquí, y  no nacemos con ella. Traemos una memoria genética..., pero no viene de Marte, quiero decir, por lo tanto voy a tardar muchísimo en ir al psiquiatra, una vez que haya hecho el exorcismo de Ricardo. Si logro sacarlo a fondo, creo que nunca más iré. Los psiquiatras van a comer muy poco de mí. Es muy hermoso ser la nada y creerte Rey. Ser Rey y ser la nada. En este planteamiento, en una noche, Ricardo lo vive y lo siente. De pronto, su hermano le humilla, las mujeres lo desprecian, y no sólo porque sea un poco "jorobata", sino porque, además lleva esa parte misógina que es fundamental en la parte de Ricardo, que se establece, también, incluso con la madre. El valor de la vida para Ricardo no es ninguno. La vida no tiene sentido. ¿Qué hacemos con ello? pues  cortarle la cabeza, con un hacha. No hay que darle muchas vueltas. Para cortar una cabeza, un hacha, disparar una flecha... La vida no vale nada, por lo tanto Ricardo ha decidido, desde su nacimiento hasta..., yo creo que Ricardo nunca ha hecho el amor. De esto estoy convencidísimo. Ni siquiera fue capaz de ir a un burdel. Mostrar su cuerpo ante una ninfa cimbreante..., nunca lo consiguió. Juega mucho al verbo florido con las jóvenes, incluso con la Reina, pero  se avergüenza de sus "internos". Solamente le sale la palabra, y es verdad que la palabra cubre muchísimos defectos de Ricardo. El recorrido de Ricardo, para mí, está siendo apasionante.  Estoy que no llego. Me están pasando cosas que llego a mi casa y como con los dedos. Estoy siendo muy dolorosamente feliz, porque la felicidad no llega nada más que con el dolor.

El valor de este espectáculo es tal para Juan Diego que piensa

• que merece estar en el Teatro Español. Merece que nosotros lo hagamos, que defendamos esta propuesta de Sanchis Sinisterra y Carlos Martín. Merece enseñarlo sin guardarse absolutamente nada, porque tanto  la maldad como  el acto heroico hay que mostrarlo sin pudor.  El pudor es una cosa que nunca conoció el poder. Es a partir de la borrachera de poder, donde aparece la concomitancia con lo que ocurre hoy en día en el mundo. El poder es lo más negativo que se ha consolidado en el mundo. El poder no se puede nunca soportar, porque el poder quiere más poder y se tiñe de lágrimas, de sangre, de todo. Deja de ser humano el que ejerce el poder. Ricardo cuando adquiere el poder mata a mansalva porque el poder es él, y es, además, el Ungido de Dios.¡ Ojo con el poder! Ricardo III acecha.

ASUNCIÓNBALAGUER / TERELE PÁVEZ / LARA GRUBE FOTO: www.madridteatro.net

SALVANDO UNA PRIMERA IMPRESIÓN DE LO CLÁSICO
PUEDE ENGANCHAR CON EL PÚBLICO JOVEN

El poder corrupto que se desprende de Ricardo III y su propia figura plantea la incógnita de si puede calar en un público más joven. A ello se une el ser un texto clásico. El martes 5 de noviembre se tiene un pase con escolares, y se podrá confirmar tal interrogante. De todos modos, Carlos Martín cree que

• hay algo en esta suerte de baño de dolor, que es sanador, curativo, catártico como en la tragedia griega, que es una lucha depurativa. Una vez que bajas a las pasiones más extremas del ser humano, de nuestras soledades, de nuestros fantasmas y de nuestros miedos en situaciones extremas, este lenguaje emocional es un pálpito colectivo, que va al resto de los estómagos y los corazones. Una vez que te dejas llevar por ese viaje tenebroso, por el mundo pasional, contrastado con humor y de ternura, hay algo que te lleva. Nosotros, en nuestros tiempos, vivimos con Drácula, Frankenstein ... Ahora hay otros miedos, que la gente joven vive a través dell mundo de los vampiros en la series, que les resultan románticas. De nuevo el personaje actual es el malo, en un extremo guiado por lo sobrenatural y por un goticismo. La obra tiene también, un tenebrismo placentero como es lo emocional, como sucede en Fausto, Calígula... Todo ese recorrido emocional acompañada de una banda sonora que sostiene esta pulsión, creo, que salvando una primera impresión de un clásico, puede enganchar al joven.

RICARDO III, APORTAR UN GRANITO DE ARENA
PARA QUE ENTRE TODOS
CONSIGAMOS CAMBIAR ESTE PAÍS

	CARLOS ÁLVAREZ- NOVOA FOTO: www.madridteatro.net

Carlos Álvarez-Nóvoa interpreta a Buckingham. Para él, ver a Ricardo en la piel de Juan Diego es

• la de una obra bien hecha, pues toda la "escenotécnica"  está al servicio de lo que se quiere decir. Una espléndida escenografía diseñada con ingenio y síntesis, que logra conseguir que estos dos planos del pasado y del presente, de la realidad y de la ficción, están dados de la manera más sencilla y esquemática que se pueda contar. Lo completan una espléndida iluminación, y un magnífico vestuario. Es un disfrute ponernos esas ropas. Hay un adecuado y espléndido maquillaje y peluquería, junto a todo el trabajo de arte y producción. Coincido en todo lo que ha dicho Carlos Martín. Sigue esa vigencia  de Shakespeare. En este momento, particularmente, me parece que el efecto catártico se puede producir en cualquier espectador tenga la edad que tenga. Este momento tan tremendo que estamos viviendo está tan directamente contado en la obra, como es  esa ambición por el poder; el deseo de llegar al puesto de mayor influencia a costa de lo que sea, derribando a quien sea, despreciando todo el dolor, todo el sufrimiento que hay a su alrededor, que creo que esta obra puede ser un granito de arena más para que entre todos consigamos cambiar este país, porque no se merece ser como ahora lo estamos padeciendo. 

LAS CUATRO MUJERES ESTÁN EN LA TIERRA

ASUNCIÓN BALAGUER FOTO: www.madridteatro.net

Asunción Balaguer, con 89 años recién cumplidos, interpreta a Margarita. Para ella esta tragedia

• me encanta. Como trabajé con Tamayo(José Tamayo) y como siempre había tragedias, pues siempre me daba los papeles de las trágicas. O sea que me encuentro bien, porque hacía mucho tiempo que no me había encontrado en esta tesitura. Además, en esta obra hay algo que me emociona: el que las cuatro mujeres están en la tierra. Son las que saben lo que ocurre, las sabias, las que le riñen, las que le quieren conducir pero no pueden. Ricardo las machaca, pero ellas siguen firmes en lo que piensan de él, y, al final, se reúnen las cuatro en el momento de la muerte. Me gusta mucho, porque es verdad que la mujer es tierra, es madre y conoce al ser humano más que nadie, y detesta lo que hace daño, el dolor aunque ellas sufran. Me parece una parte muy hermosa, en esta obra.

Algo que destaca Asunción es el lenguaje utilizado por Sanchis Sinisterra

• ha usado un lenguaje poético, precioso, que yo, al estudiarlo,  me ha costado mucho, porque no podía cambiar las palabras.  Eran tan hermosas, que hay que decirlas tal cual, son poéticas. Parece que es poesía lo que estamos hablando. tiene música. Por eso he admirado mucho esa versión. Además hay una cantidad de voces de hombres que cuando empecé el ensayo:"¡Qué voces, qué maravillosas, es una orquesta"!  Todos están magníficos, y ellas también.

LAS MUJERES, LOS PILARES DE RICARDO

	TERELE PÁVEZ FOTO: www.madridteatro.net

 Terele Pávez es la duquesa de York. Para ella los personajes femeninos son

• los pilares de Ricardo. Si no existieran, no sería Ricardo. Su guerra interior es más fuerte que todas las guerras que vive.Eso hace que sea tan grande y tan complicadoel personaje, porque en su vida todo le ha dejado marcado y destrozado. No ha sabido salir airoso de sus propios problemas, y por eso los personajes de las mujeres son fundamentales, pues es donde se ha ido apoyando y fracasando. Desde su madre, ya ha fracasado en la relación. Esto hace que todo sea tan grave en su interior y que lo tiene muy mal. Trabajar con Juan Diego es una delicia, porque hay my pocos actores que  se pueden permitir el lujo de hacer este personaje. Tiene una madurez profesional, personal y un carácter muy especial y muy sutil. Tiene la experiencia, esa agudeza que siempre ha tenido al interpretar. Siempre va un poquito más allá, y yo disfruto mucho con él. Es un trabajo tan tremendo que está haciendo, que es una locura. Es muy hermoso que él perciba que todos estamos felices con nuestros personajes, porque para mí es un aprendizaje diario. Me están educando, que vine muy maleducada. En efecto, las voces de ellos hace que sea precioso el oírlos. El director Carlos es joven y sonriente cuando quiere y cuando no, no. Como todos. Es un encanto trabajar con él. Me ha entendido muy bien, y me ha sabido llevar muy bien todos mis problemas, mis temas interiores para poder sacar algo. Con él creo que lo vamos consiguiendo.

Con respecto a las otras dos mujeres jóvenes opina que

• Lara Grube (Lady Ana) además de ser monísima es maravillosísima al verla cómo habla, cómo se mueve. Es una señora actriz impresionante. Y nuestra querida Ana Torrent (Isabel) que fue una ternura tan maravillosa en aquellas películas (El espíritu de la colmena, Cría Cuervos...) Cuando la vi volvió a mí la canción  "Hoy en mi ventana, brilla el sol" de Cría Cuervos. Es un lujazo de cómo habla, cómo se mueve. Es muy seria trabajando. Demasiado, a veces. Estoy tan feliz, que todo lo que sufro en el escenario, luego en la vida no.

ANA TORRENT / JUAN DIEGO FOTO: www.madridteatro.net

Juan Carlos Pérez de la Fuente concluye con una precisión que cree importante ante Ricardo III.

• La infinita misericordia porque si no sería un retablo de maldades. Creo que la misericordia hace que tenga una grandeza y una mayor profundidad. La misericordia está ahí como una nebulosa.

Más información    Sueños y visiones del Rey Ricardo III    Sueños y visiones de Ricardo III. Crítica      José Ramón Díaz Sande Copyright©diazsande