El crimen de lord Arthur Savile. Entrevista Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande   
Sábado, 17 de Marzo de 2012 10:01

EL CRIMEN DE LORD ARTHUR SAVILE

OSCAR WILDE EN SOLFA

 

 
 FOTO BASE: EGOS TEATRE

 

El colectivo Egos Teatre lo conocimos la temporada pasada con la adaptación de la Comedia musical Rudiggore o la estirpe maldita (CLIKEAR). Fue una auténtica revelación tanto en Barcelona como en Madrid.  Aquel éxito les llevó a que el Teatre Nacional de Catalunya, les coprodujese un nuevo espectáculo. Así nació La casa soto la sorra (La casa bajo la sombra). Se estrenó el 21 de Febrero de 2010 en la Sala Grande del Teatre Nacional de Catalunya y durante cinco semanas puso el cartel: No hay localidades.

 

DE LA SENCILLEZ DE  RUDIGGORE

A LA ENVERGADURA DE UN CRIMEN

 

MARÍA SANTALLUSIA / ALBERT MORA
FOTO: EGOS TEATRE

Visto el éxito, el Teatre Nacional de Catalunya le encomendó otro texto.

 

· Las premisas eran que debíamos crear un espectáculo a partir de una novela de la literatura universal - declara el director del montaje Joan María Segura. Leímos mucho y desembocamos en Oscar Wilde. Como nos gusta mucho el teatro musical, Broadway y todo ese mundo, convertimos el relato corto de Oscar en un musical. Hemos hecho la dramaturgia a la medida del colectivo.

 

El colectivo Egos Teatre tiene una marca de fábrica: Todos lo hacen todo.

 

· Los actores cantamos, interpretamos y también hacemos de maquinistas. Nos gusta y por eso defendemos todo lo que hacemos. A nivel de temática la muerte nos persigue, pero de un modo irónico y ahí están los tres espectáculos: Rudiggore, La Casa soto la sorra y El crimen de lord Arthur Saville. Somos un equipo creativo, pero, en este caso, hemos contado con gente especializada en la escenografía, el sonido, las luces... Ellos también han participado en todo el proceso creativo - declara la soprano Ana Alborch que interpreta a Sybil Merton.


LA LITERATURA DE WILDE

EN ESTE CRIMEN DE LORD ARTHUR.

 

A Lord Arthur Savile lo interpreta Rubèn Montañá, que también ha escrito el texto y las canciones junto a Toni Sans que interpreta a El Gran Séptimo.  

 

·         Hemos escogido a Wilde por el tipo de humor, puesto que nosotros trabajamos con el humor blanco, negro y de todos los colores. No es un musical de Wilde ni una de sus obras de teatro. Es un musical a partir de uno de sus cuentos que ya es muy teatral, y eso es lo que nos llevó a hacerlo. Lo que sí mantenemos es el humor e ironía del original. El humor de Wilde es un tanto ácido, y más en los relatos cortos que en sus obras de teatro. Hemos incluido también sus aforismos, sus frases célebres que hemos puesto en boca de los personajes o en las canciones y en algunas escenas. Es algo que el propio Wilde hacía con sus obras al intercalar tales frases en boca de sus personajes teatrales, que entonces adquirían un nuevo significado. Hay un homenaje a la obra de Wilde, Salomé, en el personaje de Salomé (Lali Camps). También se pueden reconocer parlamentos de otras obras suyas. Se puede decir que está toda su literatura.

 

FOTO: EGOS TEATRE

 

El relato corto de Wilde, publicado en 1891, es poco conocido y según Joan María:

 

·         Contiene mucho de los ingredientes propios de Óscar: escritura ágil y penetrante con grandes dosis de ironía que sostienen un argumento sencillo y al mismo tiempo brillante. La cita "El mundo es un escenario pero los papeles de la obra están mal repartidos" que formula Arthur Savile, nos animó en esta aventura. Así pues, aprovechando temas tan atractivos, y tan en boga hoy en día, como son la hipocresía de la sociedad; la amoralidad de las acciones ejecutadas por personajes supuestamente civilizados; y sacando partido al humor negro y absurdo de la obra original, hemos hecho una adaptación teatral donde la comedia y la música se entrelazan para crear un espectáculo dinámico que explosiona en su desenlace como una bomba de relojería.

 

PARTITURA COMO ANTAÑO:

COMPONER PARA UNOS CANTANTES CONCRETOS

 

 TONI SANS
FOTOS: EGO TEATRE

Francesc Mora ha compuesto la música y se ha encargado de la dirección musical de una orquesta de 9 músicos, algunos de los cuales tocan varios instrumentos.

 

· Me he inspirado en la dramaturgia y se podría definir como ecléctica pues participa de un estilo de finales del siglo XIX y principios del XX, el último romanticismo y el primer impresionismo se solapan, pero con una gran libertad creativa. también se puede reconocer música orienta, jazz, popular y clásica, en la que el experto reconocerá a Brahms, Strauss, Debussy y Ravel. En ella se plasma el ritmo, el humor de las escenas y las frases. Cada personaje tiene su tema y se van sumando entre ellos. Los temas se visten de distintos estilos, se sintetizan, se expanden y desembocan en un entramado de gran complejidad coral. No hay tema que no vuelva a aparecer otra vez. Tal complejidad no compromete a la melodía que es clara, simple y espontánea y siempre en unidad con el personaje y la acción teatral.

 

Francesc Mora ha compuesto la partitura siguiendo el proceso creativo de la obra y para las voces concretas con las que va a contar. Un método que antaño se utilizaba en las óperas y zarzuelas, cuando se escribía para unos cantantes concretos.

 

La orquesta recurre a los instrumentos clásicos: Violonchelo (Franciso Amor), Trompa (Pedro Blanco), Viola (Ester García), Violín y Sierra (Vassil Lambrinov), Percusión (Enric Monfort), Piano (Francesc Mora), Flatua y Piccolo (Oriol Mula Forné), Clarinete y Duduk, que es un instrumento armenio (Gene Salicrú) y Clarinete (Oriol Codina) y Saxo. La situación de la orquesta se ubica sobre el escenario, pues los propios instrumentistas participan como actores en la acción, en algunos momentos.

 

·         Francesc ha hecho un traje a la medida para las voces - añade la soprano Ana Alborch (Sybil Merton). La parte vocal cuenta con tres sopranos, dos tenores y un barítono, respetando el estilo lírico de dichas tesituras, pero con giros, también,  hacia la opereta, el jazz y la música española.

 

·         Está tan hecha a medida la partitura que si la cantante pide un agudo en la "i", se lo ponemos. Toda está construida así - añade Joan María.

 

LA MAGIA DE LOS DIVERSOS ESCENARIOS

 

La puesta en escena se rige por lo que se ha dado en llama "teatro dentro del teatro". El espacio es único: un escenario de un teatro victoriano. En él actúa el Gran Séptimo con su banda de músicos. A la vista del público el escenario pasará a ser camerino, palco, escalera de la mansión de Lady Windermere, back stage.

 

·         La escenografía y el vestuario están en constante cambio y movimiento y evolucionan con la historia y con las acciones de los personajes como si de un juego de magia se tratara.

 

FOTO: EGOS TEATRE

 

LA MAGIA SE VISTE DE FUSHIA

 

 ANNA ALBORCH
FOTO: EGOS TEATRE

El vestuario es según Anna:

 

· Colorista y voluminoso, como corresponde a un gran "show". Se inspira en la moda de finales del s. XIX , aunque con pequeña licencias de otros países y otras épocas. Todos los colores utilizados tienen un carácter simbólico. El "fushia" predomina y alude a la magia y el poder del destino. Este color irá ganando protagonismo a medida que la obra avanza.

 

DEL SALÓN DECIMONÓNICO AL CABARET SICALÍPTICO

 

En cuanto a la coreografía sigue el mismo criterio: servir a la historia y al actor.

  • Mediante ella vehiculamos las emociones de los personajes en las canciones. Se inspira tanto en los movimientos aristocráticos de los bailes de salón de la época, como en los de la comedia musical americana de los años 50, en el cabaret sicalíptico o en la necesidad expresiva de la música y del personajes al contar la historia. En definitiva hemos transformado el relato de Wilde en un gran "show" de ilusionismo, popular, fresco y divertido. Una comedia musical y colorista con pinceladas de farsa, opereta, vodevil, humor negro, humor absurdo e ironía que atrapa al espectador con una hilarante historia de destinos cruzados - concluye Joan María


José Ramón Díaz Sande
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Última actualización el Miércoles, 29 de Agosto de 2012 18:23