El Lago de los Cisnes. Moscow City Ballet. Crítica Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande   
Domingo, 15 de Julio de 2012 16:41

EL LAGO DE LOS CISNES
VITALIDAD MÁS ALLÁ DEL ROMANTICISMO
 
 
 FOTO: MOSCOW CITY BALLET
Moscow City Ballet estrena en Madrid su segundo título: El lago de los Cisnes. Del repertorio clásico, El lago de los cisnes  es incombustible y las compañías así como el público le guardan fidelidad. El secreto está en la música de Tchaikovsky, siempre subyugante, y en la historia, susceptible de miles interpretaciones. No deja de ser un enigma la duda existencial de ese muchacho,  el Príncipe Sigfrido, la ausencia de un padre, la amistad con su amigo Benno y tantos enigmas que van apareciendo a lo largo de toda la trayectoria vital del protagonista. Pero esto no bastaría. Lo que le da la impronta de peremnidad es la inspirada coreografía - la segunda versión, pues en la primera versión fue un fracaso - de los actos segundo y cuarto, los llamados conjuntos blancos de Lev Ivanov y que la mayoría de las compañías respetan. Otro de los secretos es el contraste de esa etérea coreografía con la otra más viva de los actos primero y tercero.
 
La versión de Moscow City Ballet se ajusta, en cuanto a la historia, a la tradición sin buscar significaciones más alambicadas. Sí, en cambio, llena de vida a todos los personajes, acercándolos más a la realidad - dentro de lo que permite el ballet clásico - que al etéreo romanticismo de otras versiones. Como ya mostró en Romeo y Julieta, sus creadores saben llenar de vida y teatralidad el academicismo del baile, que en el clásico siempre es un peligro. No nos sentimos distantes de Sigfrido ni de Odette. No son seres extraños, como en otras versiones que quedan demasiado alejados de la realidad por la impronta romántica.
 
El final de El Lago de los cisnes se ha visto cambiado según el gusto de sus creadores. El más tradicional y fiel al original es la muerte de los amantes - algo muy frecuente en el romanticismo - para deshacer el hechizo que cae sobre esas jóvenes convertidas en cisnes. Otras veces ha sido todo un sueño del príncipe o bien el triunfo del bien sobre el mal no necesita de la muerte, sino que se resuelve en la tierra, como es una de las versiones de Alicia Alonso. Todo esto viene a cuento porque El Lago termina por ser una obra abierta. En el caso del Moscow City Ballet, dejemos la incógnita sin despejar.
 
La coreografía la firman a partir de la original de Lev Ivanov y Marius Petipa, Agrippina Vagnova, Yuri Grigorovich, Natalia Ryzchenko y Victor Smirnov-Golovanov. En los conjuntos blancos se respeta fundamentalmente la original, siendo más libre - es propio de muchas versiones - el primero y tercer acto. Hay que destacar la viveza de las danzas del primer acto y el protagonismo del Bufón (Artem Minakov) que llena de teatralidad y simpatía la escena. Comparada con otras versiones su intervención se ha potenciado. Artem Minakov es un bailarín de gran elasticidad y precisión, así como de mostrar la gracia requerida por el personaje.
 
Otro de los aciertos de este primer Acto son las danzas, las cuales creo que se han aumentado - no tengo seguridad - pero ese es el efecto que produce dado el protagonismo que cobran. Y algo que está bien hilvanado es el paso del movimiento solista al conjunto del cuerpo de baile. Esta fluidez, nota característica de todo el espectáculo, se siente también en la transición de las escenas danzantes a las de la pantomima - escuetas en El Lago de los cisnes -, lo cual, creo, se consigue gracias a ese sentido de teatralidad que impregna unas y otras.
 
Daniil Orlov interpreta a Sigfrido - este personaje es bailado en otros días por Talgat Kazhabayev y Kanat Nadyrbek -, y como en Romeo y Julieta demuestra su precisión y su salto con un "battement" notable. Le ayuda su físico y empaque y lleva su personaje por la línea de la vitalidad más que por la de la melancolía.
 
Talgat Kazhabayev es el mago Von Rothbart, al que se le ha prestado más atención en lo que respecta a la danza, si se compara con otras versiones que pasa más desapercibidos y reducidos su movimientos a grandes aspavientos. Sus movimientos agresivos y seductores poseen una armonía continua. Vale la pena resaltar su actuación en el último acto, antes de la muerte, la cual se retarda manteniendo el suspense.
 
Otro de los personajes que cobra vida balletística es Benno bien interpretado por Kanat Nadyrbek.
 
Los personajes de Odette - cisne blanco - y Odile - cisne negro - se doblan o se desdoblan a gusto del coreógrafo. Es decir ambos personajes viene interpretados por dos bailarinas o por una sola, una vez que, en la ficción, Sigfrido confunde a Odette con Odile. Es cuestión de gustos y cada coreógrafo da sus razones. Aquí se sigue la tradición: una sola bailarina para los dos personajes. El personaje lo alternan Lilia Orekhova,Alevtina Lapshina y Marta Vakhtina. El día al que asistí era Lila Orekhova, como lo fue también en Romeo y Julieta. Si en aquella ocasión mostró su valía, en El Lago se hace más patente, una vez que es un ballet que exige gran elasticidad, precisión seguridad y equilibrio. De todo ello da buena prueba, así como también de su capacidad interpretativa. En los pasos a dos con Daniil Orekhova, la conjunción de ambos es muy limpia y sorprende el levantamiento de la bailarina, casi en una exhibición acrobática, que desafía la gravedad.
 
Como novedad vale recordar la presentación del cisne negro (Odile) a través de dos momentos: uno premonitorio en el que a nivel de vestuario se anuncia la confusión - el tutú y corpiño mitad blanco (Odette) y mitad negro (Odile), con la corte de cisnes negros y blancos en una alternancia -, y la presentación real de Odile. Lila Orekhova, llena de fuego y buen baile a su nuevo personaje.
 
El cuerpo de baile es de alabar por sus líneas precisas de composición , tanto en las danzas del primer acto que son fluidas, ágiles, movibles, como en las de los conjuntos blancos más hieráticas.
 
Antes he mencionado la fluidez de los movimientos de pantomima, en esta versión tales movimientos son un acierto, ya que sin ser claramente danza, sí se le impregna de ritmo en su traslación.
 
De nuevo el vestuario es exquisito y también las pinturas de las telones. Hay momentos que toda la plástica - bailarines, y decorados - casi parece una pintura.
 
En Romeo y Julieta  yo alababa el que la narración no se interrumpiese con saludos. En esta ocasión el continuo aplauso obliga la pausa que en muchos momentos se resuelve con un congelado y en otros con el tradicional saludo retórico al público. No molesta, y sobe todo, porque los aplausos han interrumpido, entusiastas, la representación.
 
Nota: Una vez que el programa de mano no menciona quien es quien cada día, pues , parece ser, que no se pueden prever con antelación sus solistas, sería de desear que a la entrada del teatro se informase del elenco de los solistas de ese día.
 
 
Elenco sábado 14 de Julio de 2012:
Lilia Orekhova: Odette/Odile
Daniil Orlov: Sigfrido
Talgat Koshabaev: Von Rothbard
Artem Minakov: Jester (Bufón)
Kanat Nadyrbek: Benno
 
 
Título: El Lago de los cisnes
Libreto: Vladimir Begichev y Vasily Geltzar
Música: Piotr O. Tchaikovsky
Coreografía: Leo Ivanov, Marius Petipa Alexandre Gorsky Agripina Vaganova, Yuri Grigorovich
Versión: Natalia Ryzhenki/ Víctor Smirnov-Golovanov
Escenografía: Natalia Povago
Escenografía: Konstantin Shamrin (?)
Vestuario: Elizaveta Dvorkina
Producción:Victor Smirnov-Golovanov
Intérpretes:
Liliya Oryekhova/ Alevtina Lapshina/ Marta Vakhtina (Odett/Odile) -
Talgat Kazhabayev/ Daniil Orlov /Kanat Nadyrbek (Príncipe Sigfrido) - Daniil Orlov / Talgat Kazhabayev (Von Rothbart) - Artem Minakov (Jester) - Mikhail Vasilev/ Kanat Nadyrbek (Benno), Anna Ivanova / Katerina Tokareva (Amigas) - Alexander Gavrilov (Tutor) - Ekaterina Tikhonova (Madre del Príncipe) - Anna Ivanova/ Mariko Kitamura/ Junko Tanaka/ Daria Vankova (4 Cisnes pequeños) - Alevtina Lapshina - Liliya Oryekhova / Elena Kotelkina / Katerina Tokareva / Marta Vakhtina (4 Cisnes) - Alevtina Lapshina Anna Ivanova (Novia Española) - Marta Vakhtina (Novia Húngara) - Junko Tanaka (Novia Napolitana) - Anna Nunyes Mariko Kitamura (Novia polaca)
Director artístico: Víctor Smirnov-Golovanov
Dirección: Natalia Ryzhenki/ Víctor Smirnov-Golovanov
Duración: 120 minutos ( Dos actos) (sin incluir descanso)
Estreno en Madrid: Teatro Compac Gran Vía, 10 - VII - 2012
 
 
 FOTOS: MOSCOW CITY BALLET
 


José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande

 

 


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Última actualización el Miércoles, 29 de Agosto de 2012 18:13