Yerma Victor Garcia. Nuria Espert. Crítica Imprimir
Escrito por Reseña. Varios   
Domingo, 08 de Julio de 2012 07:01

RESEÑA 192
NUM. 51, pp.25 - 28
YERMA
FEDERICO GARCÍA LORCA

Retomamos la crítca sobre la Yerma de Victor García-Nuria Espert de 1971 en el Teatro de la Comedia de Madrid, recogida por la revista RESEÑA
 
 
Por haberse estrenado en Madrid, en el Teatro de la Comedia (29-XI-71), este ori­ginal espectáculo de Víctor García, que está siendo piedra de escándalo y discusión, nos ha parecido oportuno realizar una crítica colectiva entre los habituales colaboradores de esta secci6n de teatro. Ofrecemos esta mesa redonda de la Redacción y la comple­tamos con la entrevista que Nuria Espert concedió a uno de nuestros colaboradores.
 
 
NURIA ESPERT
YERMA
M. PÉREZ COTERILLO: Del espectáculo de Víctor García y Nuria Espert han salido desconcertados los adoradores del texto y los defensores del lorquismo, de esa ima­gen de Federico mitad romántica, mitad andalucismo de barniz. Por si esto fuese poco, en nuestra anemia teatral seguimos concediendo al texto una importancia excesiva, cuando el espectáculo dispone de unos ni­veles de lenguaje mucho más expresivos y válidos. Creo que no cabe hoy una vuelta atrás a las macetas de geranios, a las re­jas, a las paredes de cal...
 
A. BLANCH: Es cierto, pero para Lorca el texto es lo más importante. La palabra es básica para él, porque ante todo es un poeta. Aunque en Lorca lo lirico y lo dramático no se pueden separar casi nunca, creo que si se da más importancia a la plástica y a la cinética no se consigue el efecto lorquiano más auténtico. Será una trasposición de Lorca, una ilustraci6n de su poema dramático, pero no es Lorca. El poeta se levanta por obra de la palabra; si la palabra cae - como ocurre en esta representación - también cae el poeta.
 
M. PÉREZ COTERILLO: Víctor García y Nu­ria Espert se han agarrado a la veta fun­damental de la obra y han creado un len­guaje escénico que ensancha la intención del autor por otros caminos, al suplantar las imágenes verbales por un lenguaje corporal de símbolos y sugerencias en el que tiene cabida completa el texto, todo el tex­to, por mas difícil que pudiera parecer. Para mí, esa aventura hasta ahora inexplorada del lenguaje simbólico y onírico de Lorca, ayudado por esa prodigiosa lona de todas las contradicciones, abre el texto en una línea de universalidad y desnudamiento psicológico desconocido hasta ahora, pero presente en el autor.
 
F. MARTINEZ RUlZ: En un sentido ideal, esta tragedia tiene más bien un carácter psicológico que ontológico, pues está urdi­da por la presión y la maledicencia de las gentes, por un sentido del honor más que por un «han» trágico y fatal. Desde esta consideración Lorca queda empobrecido, li­mitado, «asepsiado». Al menos, el montaje le viene ancho ...
 
J. PAUlINO: Creo que el montaje ha lo­grado «esencializar, la tragedia e interiorizarla al máximo, pero prescindiendo de la línea y los recursos psicológicos. La ha reducido a su expresión más esquemática, lo que posibilita aun más la diversidad de interpretaciones. El montaje me pareció un intento surrealista que, merced a su misma decantación, ha resultado abstracto.
 
A. BLANCH:Ciertamente, la Yermade Víctor García es uno de los espectáculos dramáticos mas originales y renovadores que se hayan visto en España en estos últimos años (junto con el Orlandode Sanguineti). Es un romper con el entarimado convencional y colocar una lona en vez de tablas. Con la ventaja de que esta lona - actuada por cables y resortes - se tensa y destensa, deja de ser monótona plataforma del juego es­cénico, para convertirse en protagonista al irse transformando en una serie de mon­tículos o en una carpa a modo de gruta o tienda gigantesca, o en un acantilado ma­leable por donde trepan y se deslizan las figuras. El teatro se ha abierto al circo, la expresión cinética prevalece sobre la decla­mación y aún sobre la comunicación emotiva personalizada. El espectador vigila el juego corporal de los actores, el pisar, el correr, el saltar y el revolcarse, y le entran ganas de entrar el también en esa gran lona muelle y tentadora. Sería muy interesante analizar el grado de participación y de captación que se consigue gracias a esas estructuras móviles y a esas imágenes táctiles. Ahí creo yo que reside el secreto, la originalidad y la fuerza del montaje de Víctor García. Y con ésigue fiel a lo esencial de su anterior montaje (Las criadas, de Genet), que también fue concebido como un pugilato o exhibición física y violenta de los actores. Más que lo onírico, creo que VíctorGarcía está aplicando a la escena dramática los elementos sicos de lo or­gstico. Ahí es donde coincide con Lorca, aunque este tienda a dar forma al caos por la palabra y aquel pretenda presentar el caos en toda su turbulencia.
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M. PEREZ COTERILLO: Convenda recordar a quienes moleste este tratamiento de Víctor García por su provocaci6n y cercanía con mbolos sexuales, que Yermaformaba una trilogía con Bodas de sangrey La destrucción de Sodoma -, que Federico co­mentaba con una frase lucida: «iQué lec­ción contra los decretos de la justicia! iQmanifestación del poderío del sexo!» Pero aún hay más, y esto es loque más me admira del montaje: esta fuerza desbocada del sexo alcanza en su creacn toda una resonancia universal, como voz que reclama la libertad de todas las esclavitudes, aun­que sea al precio de la propia destrucción. La Yermade Lorca se convierte asi en un grito desgarrado desde lo más hondo de las frustraciones humanas, para alcanzar la luz, la fertilidad y la vida.
 
F. MARTÍNEZ RUIZ:También yo, de algu­na manera, estoy fascinado por el montaje de Víctor García. Él ha concebido un es­pacio escénico de indudable inspiración y hasta grandeza. Si no sirve totalmente a la Yerma de Gara Lorca, es decir, a su es­tica, tampoco la contradice. Ella eleva a una cima más crispante, más abstracta, más «griega». Y aunque el montaje no siem­pre se mantiene a la misma altura - el segundo acto, aparte del cuadro surrealis­ta, pierde matices y despierta un poco so­bre el «suspense» progresivo de la acción­ - es coherente consigo mismo, aunque con di­ferencias de unos momentos a otros. De todos modos, Víctor García despersonaliza en exceso. Tal vez Yermano era el texto ineo para crearlo en esta dimensn es­pacial.
 
La conclusión no puede ser, por tanto, apodíctica. Me interesa mucho el montaje
y algo menos la Yermaque aquí se nos ofrece y bastante menos los intérpretes. Siento que se haya perdido el color, la inefable poesía del poeta, un mucho de ese clima de maledicencia que antes señalé.Pero no hay duda de que Yermase universaliza y se escapa por unos cauces mas li­beradores. Lo siento por Lorca y me alegro por Víctor García.
 
F. SEGURA:El problema de fondo aq es descubrir la última intención de Lorca. Y en esto la crítica no ha llegado a un acuer­do. Nadie puede dudar de que el montaje de Víctor García es original, audaz, brillan­te. Pero ¿es excesivo? ¿Es gratuito? ¿Desvirtúa el texto de Lorca? A mi juicio, VíctorGarcía, marginando el texto lorquiano, ha esencializado el más hondo significado de la Yerma de Lorca, dándole, no tanto a través de la palabra, sino a tras de la imagen. Y esto de forma inversa - que no quiere decir desleal - al tratamiento de Lorca. Este quiere una Yerma muerta en un contexto vivo. Víctor nos ha dado una Yerma viva en un contexto muerto, negro, desértico. Lo que hay en el trasfondo de Lorca es un pansexualismo exuberante, magnífico, terico pero disfrazado, arro­pado en lirismo y color. VíctorGarcía ha despojado el verso, el parlamento lírico o la acotacn colorista y ha dejado en toda su verdad, en toda su fuerza, el sexualismo lorquiano.
 
J. PAULINO: Tanto en el tratamiento del texto como del espacio escénico creo que hay que tener en cuenta un motivo que parece subyacer en la realización de VíctorGarcía: el medio «hostil» implica la con­cepción del arte como destrucción. Por ello no hay «ambiente» andaluz, por ello Nuriadeshace el lirismo, el actor se esfuerza an­tinaturalmente en el suelo movedizo, losruidos disuenan y los espectadores deben estar incómodos. Creo que Víctor Garcíase aplica a deshacer a Lorca. Y la pregun­ta es: ¿Queda algo después de esto? ¿Seentiende a Lorcaa tras de Víctor Gara?
 
F. SEGURA: No es verdad que quien no conozca previamente el texto de Lorcano pueda en tender el montaje de Víctor Gar­a. Mis alumnos norteamericanos-desps de haber analizado en clase Bodas de sangre y Bernarda - han entendido la Yerma de la Comedia; esto prueba, además, la unidad básica de la trilogía.
 
La alegría de la fecundidad - primer pla­no en Lorca - oculta en realidad la alegría y la fuerza del sexo - segundo plano, más profundo -. Yerma es una figura trágica porque se le niegan los dos pianos, y no lo el de la maternidad. Víctor García ha adelantado valientemente al primer pia­no lo que en Lorca estaba en el fondo. Todo el montaje está hecho sobre ese suelo elástico - ¿vientre?, ¿himen?- y centrado sobre esa alegría sexual de la mujer. Poreso me parece un acierto que las dos cuñadas sean interpretadas por dos hombres - porque, en realidad, no son mujeres en sentido pleno - y se quedan siempre en el borde del escenario, sin entrar en la lona elástica, que es lo mismo que sin entrar en la vida. Esto es una interpretación lida de Yerma. No creo que se haya destruido la esencia lorquiana.
 
Tal vez lo0 menos válido en el montaje de la Comedia ha sido la evolución de Yerma. Nuria Espert ha partido de una Yerma ingenua, niña, que no se crispa progresivamente como en el texto lorquiano y por eso el final resulta precipitado, impreparado. Yermaes una tragedia de ella: no tiene argumento, dice Lorca. Es la evolución de la mujer a la que los demás temen cada vez más porque está obsesionada. ¿Por quéNuria Espert no hace evolucionar a su personaje, siendo asíque la trama temporal es esencial en Lorca?
 
A. BLANCH: Por lo que dije antes: Lorcase expresa de forma discursiva, concibiendo el drama como lo que es, una acción dialogada; mientras que Víctor García ha concebido su obra como una ceremonia, una orgía funeral en que la difunta es Yerma.
 
Título original:« Yerma»
Autor:Federico García Lorca
Espacio escénico:Víctor García
Realización:Fabián Puigserver y Miguel Montes
Luminotecnia:Polo Villasenor
Dirección:Víctor García
Intérpretes:Nuria Espert (Yerma), José Luis Pellicena (Juan), Daniel Dicenta, Paloma Lorena, Amparo Valle, Rosa Vicente
Estreno en Madrid:Teatro de la Comedia, 29 de noviembre de 1971.
 


Antonio Blanch
Florencio Segura
 Moisé Pérez Coterillo
J..Paulino
F. Martínez Ruiz

 

 
 

TEATRO DE LA COMEDIA
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PZ. JACINTO BENAVENTE.

 

Última actualización el Miércoles, 29 de Agosto de 2012 18:14