La verbena de la Paloma. Entrevista. Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande.   
Miércoles, 17 de Marzo de 2010 08:36

LA VERBENA DE LA PALOMA
en los
AŃOS TREINTA
CUANDO EL CINE HACÍA FUROR

[2006-01-04]

Era la época del Teatro por horas.


LA VERBENA DE LA PALOMA
en los
AÑOS TREINTA
CUANDO EL CINE HACÍA FUROR

SUSANA
1894
LUISA
CAMPOS
JULIAN
2005
MANEL
ESTEVE
SUSANA
2005
SANDRA
FERNÁNDEZ

JULIAN
1894
EMILIO
MESEJO

Era la época del Teatro por horas. Ruperto Chapí, tras discutir con los empresarios del Teatro Apolo, había rechazado musicar un libreto de Ricardo de la Vega:

La verbena de la paloma
o
El boticario y las chulapas y celos mal reprimidos.

Ricardo de la Vega buscó a otro músico: Tomás Bretón. En principio era el menos indicado. Bretón siempre se movió en el mundo operístico y la zarzuela le interesaba poco y mucho menos esos sainetes musicados que el Teatro Apolo se había inventado con eso del Teatro por horas, cuya última función - la función golfa - era la más solicitada. Un tipo de música que reiteradamente criticó. Y para mas “INRI” la orquesta y compañía del Apolo deambulaba por la modestia. El panorama no podía ser más desolador para Bretón.
 


PORTICO DE CARRUAJES
DEL TEATRO APOLO
Solo los insistentes ruegos del De la Vega le llevaron a aceptar. Un 20 de enero de 1894 dibujaba la primera nota de la partitura. Un 2 de febrero de 1894 entregaba el último número musical. La obra iba a ocupar el horario – 21,30 horas - de la segunda función, por lo tanto no el mejor horario. Bretón levantó la batuta tras su frase ya proverbial

Me parece que en esta ocasión me he equivocado

No se había equivocado.

  • El sabor de la música es tan castizamente español y madrileño, que si el ilustre y difunto Barbieri hubiera podido oírla, tengo para mí que el que llamaba a Chueca su hijo, hubiera considerado La Verbena de la paloma como heredera legítima de su Barberillo de Lavapiés. – escribió el incisivo crítico de la época Enrique Sepúlveda.

Esta relación con El Barberillo de Lavapiés (1874), será comparación continua en comentaristas posteriores. El secreto del éxito estaba en la música, pero también en el propio libreto, que además de retratar una serie de tipos ofrecía al compositor diversos géneros dramáticos y por lo tanto diversos estilos musicales.

Éxito de público y una crítica con muy pocos peros, El título se apalancó en el repertorio y todas las Compañías recurrieron a ella.

Ahora, con motivo del 150 aniversario del Teatro de la Zarzuela, vuelve de la mano del director argentino Sergio Renán que nunca ha dirigido zarzuela y que nunca ha estado el 15 de agosto para asistir a las fiestas de la Paloma, herederas de aquella Verbena de 1894.

  • El que tuviera que dirigir por primera vez una zarzuela, originó en mí una indecisión cuando me ofrecen el proyecto. A mi favor tenía el que es una obra que me gusta y la conocía muy bien, además de haberla visto muchas veces. Hay por otro lado un componente castizo de la historia y los personajes que en manos de un director como yo – no español – podían plantear dificultades.
Varios momentos de duda por parte de Sergio y toda su obsesión consistía en encontrar un eje estético de la obra, en torno al cual girara la historia. Por fin lo encontró:
  • El eje lo encontré en el agregar al imaginario de D. Hilarión el cine – además de director de teatro, Sergio Renán lo es también de cine – como componente de la sociedad y en concreto, en Don Hilarión, el de las estrellas de cine. La componente del cine me lleva entonces a situar la acción no en 1894, sino en los años treinta. Lo importante es la narración anecdótica y mi labor está en darle entidad a los personajes e importancia al texto y gestualidad teniendo en cuenta la diferencia de casticismo entre los personajes que he preservado por el amor que tengo a la obra: mis recuerdos de mis primeras versiones en la Argentina y el impacto que dejaron en mí. Trato, pues, de trasladar una historia y un modo de contarla que no es la única ni la mejor.

Sergio Román insiste en que las novedades que aporta

  • Respetan la identidad esencial de esta obra maravillosa. Dicha identidad está en lo popular, que es el núcleo de la obra y lo que da su valor.

LA VERBENA DE LA PALOMA
EL TEATRO LÍRICO DEL SIGLO XX


Miguel Roa – habitual en el Teatro de la Zarzuela – es el director de orquesta de esta versión que…

  • Una vez más esta casa – el Teatro de la Zarzuela – borda otra producción. La Verbena es importante porque marca el final de una época y principio de otra del que partirá el teatro lírico del siglo XX. Aquella noche del 17 de febrero a la madrugada del 18 fue de las más importantes. Fue un éxito inenarrable. La versión de Sergio Román es novedosa como los fueron otras anteriores. Tengo un recuerdo especial, por otras cosas, de La Verbena de José Luis Alonso.

En la noche que menciona Miguel Roa, muere también Francisco Asenjo Barbieri.
 

  • Llega a tener conocimiento del éxito a través de Ricardo de la Vega. Con la muerte Barbieri desaparece la época clásica de la zarzuela grande y con La Verbena se inicia una época en la que se cuida de modo especial el género chico y se cuidan más orquestaciones y puestas en escena. Ayuda al éxito el libreto que es modélico con caracterizaciones muy personales y con la creación de tipos muy ricos.

UN MANTÓN DE LA CHINA,NA,NA

Hasta este momento abundaban, para el llamado género chico, la llamada “chapuza literaria”. Urgía el estreno y el llenar ese nuevo invento el Teatro por horas. Libretistas y músicos trabajaban a destajo, con los lógicos resultados mediocres en textos y músicas.

  • Por el contrario Tomás Bretón era un compositor sólido, aunque no tuvo suerte hasta que compuso La Verbena. Antes ya había compuesto 44 zarzuelas y después 42, que pasaron sin pena ni gloria. A ello hay que añadir el calvario que sufrió por sus óperas, que es ahora cuando comienzan a representarse.

UN HILARIÓN CINCUENTÓN Y CINÉFILO

Además de esa traslación a los años treinta, hay también una nueva concepción del personaje de Don Hilarión que interpreta Juan Manuel Cifuentes
 

  • El personaje de Don Hilarión es el más complicado. Yo no estoy en la edad de tradicional Hilarión y no quería crear la farsa o el típico D. Hilarión. Así que lo hemos llevado hacia los cincuenta años y lo hemos vinculado al mundo del cine. Está tratado bajo una perspectiva naturalista. Es ese cincuentón en el filo de su edad amorosa al que le gustan las mujeres. Personalmente ha sido un acierto trasladar la época a los años 30 y no daña al texto. Metidos en esta perspectiva, Sergio me ha dado mucha libertad. Su dirección es muy agradable, tolerante y siempre atento a las propuestas que se le hacen. Todo este cúmulo de cosas me ha permitido afrontar ese rol que jamás se me hubiera ocurrido afrontarlo.

CONFIANZA EN LOS CANTANTES JÓVENES

En esta ocasión el reparto se ha encomendado a cantantes jóvenes:

  • Y es un punto a favor del teatro de la Zarzuela el que confíe en un elenco joven - agradece Sandra Fernández (Crevillent), la Ha sido un trabajo estupendo tanto con René como con Roa. Ha resultado muy divertido y yo he disfrutado mucho. Susana de esta versión y la princesa en la ópera El Gato con Botas de Montsalvage, de reciente reposición el Teatro Real de Madrid.

Casta es Diana López, que se ha movido entre el repertorio operístico y de zarzuela y también en el teatro de texto.
 

  • La obra sigue teniendo vigencia tanto por los personajes- tipo como el tema que plantea el conflicto universal de los celos, el amor y la necesidad de un señor mayor que todavía quiere disfrutar de la
    juventud.

El Julián lo interpreta el barítono Manel Esteve (Barcelona). Su debut fue con el Joaquín de La del manojo de Rosas. Después siguieron óperas y zarzuelas. Ya ha sido otro Julián en una versión de Bilbao.

  • El que se haya trasladado de época me ha resultado un acierto y el trabajo con Renán y Roa ha sido muy cordial.

LA EDICION MUSICAL

Uno de los problemas, a nivel musical, que tiene la zarzuela y la ópera es que no existen publicadas las partituras de orquesta. Solamente la de piano y canto. Desde hace unos años el instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU) ha comenzado a editar zazuelas y sainetes, cuyos manuscritos están archivados en la SGAE (Sociedad General de Autores de España).

Jugar con fuego (Asenjo Barbieri), El bateo (Chueca), La canción del olvido (Serrano) y Marina (Arrieta) son títulos cuya representación ha seguido la partitura editada.
 


JUAN PEDRO DE GASPAR
(ESCENÓGRAFO)
La Verbena de la Paloma apareció publicada en 1994 y es la que se utiliza en esta versión y ya se había utilizado para la versión de Buenos Aires y para la grabación del disco de Auvidis.
  • He podido disponer – aclara Miguel Roa no sólo de la copia de la SGAE, sino del manuscrito original para orquesta y del manuscrito original para canto y piano, ambos en poder del nieto del compositor Joaquín Hernández Bretón. Esto ha permitido corregir errores y añadidos de la copia de la SGAE y restituir la obra a su redacción original. Estas tres fuentes han permitido valorar las diferencias, corregir detalles y elegir las opciones más fiables.

A lo largo de los años, en muchos casos, las partituras originales se adecuaban a los cantantes o a la orquesta en cuestión. A veces se complicaba y otras se simplificaba. Algo de esto ha sucedido con La Verbena. Por eso Miguel Roa apunta…

  • La redacción original es más arriesgada que la copia moderna, y presenta aspectos más originales y menos convencionales. En la edición hemos reseñado minuciosamente todas las divergencias y valoraciones. Espero que, en las representaciones, pueda percibirse desde ahora un mayor acercamiento a la versión original.

LA ESCASA DURACIÓN
EL TELÓN CINEMÁTICO


Desaparecido el Teatro por Horas – 20:45 h, 22:00 h, 23:00 h, 24:00 h (la hora golfa) – la escasa duración de estas obras presentó cierta dificultad a la hora de representarlas ante un público posterior, habituado a un teatro de hora y media o dos horas. Se buscaron diversas soluciones, unas más espúreas que otras. La más frecuente ha sido representar dos obras. Tiene sus peros, ya que es inevitable la comparación entre ambas y siempre una de ellas sale perjudicada. A ello se añade que con las dos obras nos vamos a las dos horas o algo más y viene la tentación de realizar cortes, que siempre desdoran la obra.

Otra solución es alargar la obra mediante números musicales del mismo compositor de otras obras suyas o añadir textos. Ello lleva a destrozar la obra original que posee su estilo propio y su ritmo. Por lo general el relleno se palpa.

Hay una tercera solución que plasma Ramón Barce en el programa que se editó con motivo de La verbena de la Paloma de 1994, para celebrar el centenario de su estreno:
 

La posibilidad de resucitar aquel Teatro por horas, ya que hay un amplio repertorio y muy atractivo. También sería un modo de animar a nuevos autores.

Ahí queda la idea, que considero perfectamente viable.

 

Para esta representación se ha creado un Prólogo titulado Telón Cinemático.
  • Se trata de un Prólogo de Bernardo Sánchez - comenta Luis Olmos, director de El teatro de la Zarzuela que quiere ser un guiño al Teatro Apolo. Con él nos trasladamos, como espectador y ciudadano, al entorno, interior y atmósfera del desaparecido Teatro Apolo y a una de sus funciones. Recorremos aquel ambiente con elementos y tipos característicos que recuerdan la mítica cuarta de Apolo y deambulan por la propia sala está que tiene bajado el llamado telón Cinemático, un telón de anuncios, famosísimo en la época y muy representativo. Utileros, sastra y pianista de sala evocan tramos de la historia del género y del antiguo Apolo.

TELÓN CINEMATICO DEL
TEATRO APOLO

De los personajes de La Verbena uno de ellos aparecerá en este prólogo. Es Don Hilarión que desea anunciar en el mencionado Telón unas grajeas de fabricación propia. Para ello trata con el encargado del Telón Cinemático, un joven cinéfilo como Don Hilarión e hijo de empresario de cinematógrafos y hombre anuncio. Posteriormente éste joven reaparecerá en la representación de La Verbena de la Paloma.

LOS PERROS DE LA TÍA ANTONIA
Y EL CAFÉ CANTANTE


Entre las acotaciones del texto están los perros de la Tía Antonia:
 

ANTONIA: (Saliendo con los perros)
              ¡Canalla, chulapo, - guripa, soez!
              ¡Si te echo los perros – te arrancan la piel!
(Achucha los perros, sin soltarlos, para que ladren)

En la Verbena, vemos que han mordido a Julián:

(Julián saca el pantalón roto de haberle mordido los perros).

He visto muchas Verbenas y a lo más los tales chuchos ladran histéricamente desde dentro.

El otro tema, también fuera del escenario, es el Café de Melilla, un café Cantante. En el tal café canta una Cantaora – acompañada por un piano - que, según el texto de la partitura, entrevemos a través de una cristalera; más tarde suena un violín y piano con una mazurca, que Casta y Susana aprovechan para bailar dentro de su casa. Son, pues, acciones fuera de la vista del público. Como se trata de un tratamiento naturalista, la orquesta deja de tocar y se encomienda el sonido a un violín y piano, entre bastidores. Voz, violín y piano no tienen las mejores condiciones acústicas para el público.
 

A lo largo de las diversas representaviones de La Verbena se ha recurrido a diversas soluciones, todas discutibles. Hay algo importante: la escena de la Cantaora sólo la pueden ver los que están en el Café, que para eso pagan. El resto de los vecinos se tienen que conformar con oírla, y por otro lado, los tales vecinos son los que desarrollan la actividad escénica ante el público con los piropeos y sandungas de la tía Antonia y las advertencias de Casta y Susana y demás vecindario. Para resolver el problema del volumen el piano, a veces, ha sonado el de la orquesta – le falsea la perspectiva sonora - ; otras se ha situado, ocultamente, en el escenario. Piano y violín se escucha perfectamente, incluida la Cantaora sacando ante los espectadores el café Cantante con la convención de que el vecindario no lo ve, aunque esté ante sus narices.

Y como una cosa lleva a la otra al sacarlo a la vista del público, ha llevado a la tentación de arropar a la Cantaora con una coreografía de conjunto, así como también la tal coreografía arropaba a la Casta y Susana en su Mazurca.

En esta versión se ha buscado una solución nueva que no se desea desvelar, ya que esa será una de las sorpresas – amén del traslado a los años treinta y el telón Cinemático - de esta representación.

EL REGUERO DE PÓLVORA QUE FUE
LA VERBENA DE LA PALOMA


El éxito de aquella noche, hizo que al mes de estrenara en Barcelona en el Teatro Eldorado. En Madrid se llegó, en junio, a las 100 representaciones. El resto de las ciudades españolas la subieron al escenario. Vinieron parodias, alusiones en versos y cuplés y el uso de mucha fraseología: “¡que tiés madre!, hay que comprimirse, lu que te la gana” y por supuesto los cantables de “Por ser la Virgen de la Paloma”, “Una morena y una rubia” y el “Dónde vas con mantón de Manila”.

La gente de fuera supo que en Madrid había “unos toros en Carabanchel”.

Siguió su gira triunfal en América y Madrid se vio, en el extranjero, a través del casticismo de la obra.
 

Hoy no es ya, naturalmente, un paradigma de lo madrileño (salvo arqueológicamente), ni de una actualidad social o psicológica. En cambio ha adquirido la gravedad y la estabilidad de las obras maestras. Con La Verbena de la Paloma se alcanza la cumbre del sainete lírico como forma original y autóctona de la zarzuela, liberándose de los modelos de la ópera cómica francesa e italiana. (Ramón Barce, programa del centenario (1894 – 1994): La Verbena de la Paloma, Madrid, Teatro de la Zarzuela- Ministerio de Cultura-INAEM, pp7-17).


José Ramón Díaz Sande
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TEATRO DE LA ZARZUELA
Aforo: 1.250
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Metro: Banco de España.
Entradas: Servicaixa 902 33 22 11
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Última actualización el Jueves, 06 de Mayo de 2010 19:20