Cyrano Plácido.Arteta. Ópera Crítica Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande   
Lunes, 21 de Mayo de 2012 17:28
 
CYRANO DE BERGERAC
INDECISO ENTRE GERARD Y PLÁCIDO

CYRANO DE BERGERAC

INDECISO ENTRE GERARD Y PLÁCIDO

 

 
 PLÁCIDO DOMINGO / AINHOA ARTETA
FOTO: JAVIER DEL REAL

Cyrano de Bergerac, versión teatral,  es de esos títulos que atraen y que, a veces, defraudan. Atraen por lo fascinante del personaje y, a veces, defraudan porque su representación resulta un "polpettone" (*) - como dicen los italianos - de mucho cuidado que convierte el tiempo en una eternidad insoportable. No obstante, hay sorpresas como la versión cinematográfica francesa, interpretada por Gerard Depardieu, que, incluso se atreve con la recitación de verso en francés, fascina. Este Cyrano francés, imagino, llevó a Pilar Miró a atreverse a filmar en verso El perro del hortelano de Lope de Vega, el cual, también, resultó un acierto.

 

Si esto en el teatro de texto plantea sus dudas de éxito, el prejuicio se aumenta cuando se descubre que Franco Alfano compone en 1936 una ópera con tal argumento. En aquel tiempo lo tenía todo en contra: los tiempos no estaban como para volver a un neo-romanticismo tardío, la ópera comenzaba a arriesgarse con otros sonidos, creados por la investigación de los llamados compositores de vanguardia, y Franco Alfano, discípulo de Puccini  - de sobras conocido es que  Franco fue quien concluyó el Turandot de Puccini - se le asociaba a un compositor melódico, estilo desprestigiado en algunos ambientes operísticos. Estos antecedentes han llevado a Franco Alfano al olvido, o al menos a no desvivirse por él para que la obra entrase habitualmente en repertorio.

 

Plácido Domingo - con vocación de buzo para investigar en las mayores profundidades del mundo lírico y en general de la canción - descubrió el manuscrito de Cyrano de Bergerac en la Casa Riccordi (Italia) (CLIKEAR). Posteriormente, la audición de una grabación del tenor chileno Ramón Vinay, le terminó de convencer de lo acertado de su elección y puso manos a la obra. Encarnó a Cyrano y, a nivel físico, viendo la corpulencia de Plácido y de Depardieu hay una más que semejanza. Y creyéndonos a Cyrano en la piel de Depardieu, también nos creemos a Cyrano en la piel de Plácido. Quiere esto decir que si Depardieu nos hizo creíble el personaje a nivel cinematográfico, Plácido nos lo ha hecho a nivel operístico. En este montaje Plácido consigue aunar canto e interpretación en modo magistral. Con esto no quiero decir que no haya sido más que notable en otros éxitos líricos de su carrera, sino que, no sé por qué razón, cantante y personaje consiguen fundirse en una sola unidad de modo especial. Las crónicas recuerdan que su Otelo, ya había alcanzado esta virtud.

 

Es razonable que a sus setenta y un años, se pueda presumir que su voz no sea la de antes. Sin embargo, tal presunción en este caso no tiene razón de ser. Este Cyrano-Plácido muestra una plenitud vocal fuera de serie, que llega al "sumum" en la escena final con un dominio total de la voz y de la parte emocional. Tal pasaje, así como la escena del balcón, se apoyan sobre una melodía, en la que Franco Alfano muestra una gran inspiración y los cantantes y orquesta la hacen llegar al público con fluidez y emoción. Lo más notable de Plácido, cada vez que se le oye, es que su emisión de voz es cálida y desconoce el esfuerzo o la artificialidad.

 

En el papel de Roxana, le acompañaba Ainhoa Arteta. Por dos noches consecutivas sustituía a Sondra Radvanovsky, indispuesta a última hora. Tal incidente ha hecho que fuera posible oír a Ainhoa en el Real, por primera vez. Hace muchos años oí a Ainhoa en La Canción del Olvido, un montaje espectacular del Teatro de la Zarzuela y, en el mismo Teatro, un Rigoletto, cuya peculiaridad era el haberla ambientado durante los mafiosos años veinte en Nueva York. Eran los inicios de Ainhoa y su voz era más que aceptable, así como su dotes interpretativas, en el mundo de los cantantes. Sorprendió. Posteriormente, la había escuchado en algún concierto, y ahora en este Cyrano veo que ha dado un salto sorprendente. Su interpretación lírica del papel de Roxane, le proporciona una elegancia sin igual. En la tragedia del final muestra un "Pathos" musical impactante. Por antiguas declaraciones suyas, tras ese "impass" de una especie de retiro musical que todos adjudicamos a su separación matrimonial, la verdadera causa de dicho retiro, se debió a una cierta inseguridad en su voz. Acudió a un profesora de canto, la cual ya había notado ciertas deficiencias vocales, y al recibirla Ainhoa le dijo:"Te estaba esperando". No sé si es el resultado de tal ayuda o que los años envejecen el vino para bien, el caso es que Ainhoa ha estado sublime.

 

Como comentario para-operístico, merece recordar el afecto con el que el público del Real, al menos el día que asistí, acogió a la cantante vasca, que al final se desbordó en aplausos. También anotar la deferencia de Plácido tras la primera parte, volviendo al uso antiguo: entreabrir la cortina y saludar Ainhoa y él. Recordaba a una especie de presentación en sociedad y, en el fondo, lo era, sólo que el marco era el Teatro Real y su anfitrión, Plácido.

 

En general todas las voces sonaron acordes y lucidas. Hay que mencionar a Michael Fabiano como Christian y el español Ángel Ódena como De Guiche.

 

La dirección musical de Pedro Halffter se hizo notar a través de una matización de la orquesta, con una partitura que transita por diversos estilos, para aprovechar la melodía con la que Franco arropa los momentos más emocionales y subrayar la tensión de otros. La versión que nos ofrece poco tiene que envidiar a la gran ópera.  

 

El coro en la partitura no destaca especialmente y en su interpretación responde con claridad y seguridad siguiendo un esquema, que nos remite a otros tiempos.

 

De todo este florilegio se desgaja un poco la puesta en escena del rumano Petrika Ionesco, aunque hay que reconocer una distinta valoración  en el movimiento de los actores y en la concepción escenográfica. En el primero Petrika consigue una naturalidad y fluidez interpretativa tanto en los solistas como en las coreografías. La lucha de los mosqueteros (espadachines), a la cual se suma el mismo Plácido Domingo en una alarde de unir canto y movimiento de esgrima con buenos resultados, tiene un aroma de espectáculo cinematográfico que funciona bien. Con respecto a la escenografía, da la sensación de que hemos retrocedido en el tiempo. Sigue la estética de las antiguas escenografías operísticas de volumen, y no podemos, por menos, de pensar en algo trasnochado. Tanto volumen empaña el acertado movimiento del conjunto. Respiramos con el cuadro final: un árbol otoñal sobre el ciclorama. Está lleno de sugerencia y evocación, potenciando la figura de Cyrano. Ese es el momento de los más emotivos de Plácido.

 

Otro de los factores que deslucen la puesta en escena son las pausas demasiado largas para el cambio del decorado con el público en la platea y a media luz. Desde hace años los escenógrafos y los directores de escena nos han acostumbrado a buscar soluciones para coser un cuadro y otro sin la espera, salvo el obligado intermedio en las ópera de larga duración. Petrika no es ejemplo de virtudes en este aspecto, al menos en este montaje.

 

Cyrano de Bergerac ha supuesto una satisfacción para la mayoría del público que abundó en aplausos finales y bravos. Para una parte, era como reencontrar la ópera, después de ser sometidos a óperas, fuera de su gusto estético. Bueno, pues bien, en la variedad está el gusto.

 

A pesar de los triunfos de todos, un triunfador también ha sido Franco Alfano, desconocido, como audición, pues se descubre a un compositor. Plácido Domingo  ha hecho bien en desempolvar este manuscrito musical.

 

(*) Rollo de carne rellena, muy sabroso, pero para estómagos potentes.

 

 
 AINHOA ARTETA / MICHAEL FABIANO
 
 PLÁCIDO DOMINGO / FRANCO POMPONI
FOTOS: JAVIER DEL REAL

Título: Cyrano de Bergerac

Libreto de Henri Cain, basado en la obra de Edmond Rostand (en lengua francesa)

Música: Franco Alfano

Escenógrafía e iluminación: Petrika Ionesco

Figurinista: Lili Kendaka

Maestro de armas: François Rostain

Asistente del director musical: Santiago Serrate

Asistente del director de escena y movimientos coreográficos: Jacklyn Canal 

Asistente de la figurinista: Tiziana Magris

Asistente del iluminador: Renaud Corler

Apuntador: Mack Sawyer

Maestros repetidores: Arnaud Arbet, Mack Sawyer

Esgrimistas del Ateneo de Madrid: Javier Cala, José Luis Chavarría, Quim Capdevila, Eduardo García, Chete Guzmán, Kike Inchausti, Ángel Mauri, Luis Muñiz, Luis Miguel Molina, Alejandro Pantany, Diego Pizarro, Ángel Solo

Danza aérea: Pedro Aunión, Lucio Baglivo, Matias Zanotti

Representación teatral: María González (Cupido), Yolanda Serrano, "Cuca" (Enamorada), Gabi Nicolás (Apolo), Merche Romero (Luna), Michael Gevara (Sol),

Esteban Barrios (Centauro), Rodrigo Poison (Mayordomo), Eduardo Carranza (Mayordomo) y Alex Amaral (Apuntador)

Coro Titular del Teatro Real: (Coro Intermezzo)

Orquesta Titular del Teatro Real: (Orquesta Sinfónica de Madrid)

Intérpretes: Ainoha Arteta (11, 12) / Sondra Radvanovsky (13, 16, 19, 22) (Roxane), Doris Lamprecht (La dueña/Soeur Marthe), Cristina Toledo (Lise/Una monja), Plácido Domingo    (Cyrano), Ángel Ódena (De Guiche), Franco Pomponi (Carbon/El vizconde de Valvert), Michael Fabiano (Christian), Laurent Alvaro (Ragueneau), Christian Helmer (Le Bret), David Rubiera (El oficial español/El cocinero), Valeriano Lanchas (Lignière/El mosquetero), Nauzet Valerón (Primer centinela), Antonio Magno (Segundo centinela), Gérard Boucaron (Montfleury)

Director del coro: Andrés Máspero

Director musical: Pedro Halffter

Director de escena: Petrika Ionesco

Duración Aproximada: Actos I y II: 1 hora y 15 min.

Pausa de 25 min.

Actos III y IV: 55 min.

Edición Musical: Cyrano de Bergerac, de Franco Alfano

Universal Music Publishing Ricordi S.R.L., de Milán. Editores y propietarios

Estreno en Madrid: Teatro Real, 10 - V - 2012

 


José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande


FOTO:
BOGUSŁAW TRZECIAK

Teatro Real
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www.teatro-real.com
 

 

 

Última actualización el Lunes, 21 de Mayo de 2012 18:08