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Crisis, crisis,crisis PDF Imprimir E-mail
Escrito por José R. Dïaz Sande   
Viernes, 20 de Abril de 2012 08:27

CRISIS, CRISIS, CRISIS
TEATRO,  TEATRO, TEATRO

 

TEATRO REAL
FOTO: JAVIER DEL REAL


La palabra "crisis" sale constantemente en todos los foros especializados y también en las "plazuelas". Comienza haber recortes por todas partes y todo el programa del Partido Popular predicado durante el tiempo de elecciones, se ha ido al garete. La respuesta del Partido ante este cumplimiento de promesas es: "No hay dinero". Y no hay dinero para todos, y por lo tanto también para el Teatro.

 

APRETAR EL CINTURÓN

 

El último reajuste ha sido el del Teatro Real con motivo del cambio de director general. Miguel Muñiz, antiguo director, el diciembre pasado  había puesto su cargo a disposición del Patronato. El nuevo director Ignacio García-Belenguer (Zaragoza, 19ó7) ha presentado

 

 "una actualización de los presupuestos de 2012, con una reducción de casi 1,5 millones de euros respecto a los aprobados en el pasado mes de diciembre. Con la puesta en marcha de un conjunto de diversas medidas de austeridad y de otras tendentes al incremento de los ingresos propios del Teatro Real, incluyendo los referentes al patrocinio privado, se prevé alcanzar en 2012 un equilibrio presupuestario".

 

Lo que, por el momento, no se ha solucionado es el conflicto del Teatro Real con sus trabajadores. Durante todos estos días el Real ofrece dos espectáculos, el interno y el externo, donde los trabajadores informan al público de sus reivindicaciones:

 

Hace dos años, a causa de las reducciones en las aportaciones que el teatro percibiría, pactamos con la empresa una serle de medidas que comprendían reducciones salariales y flexibilizaban nuestras condiciones laborales. Desde entonces, nuestro nivel adquisitivo y nuestra calidad de vida en general se han visto mermados de manera significativa.

Ahora, debido a una errónea gestión por parte de los responsables de esta empresa, se nos hace una reclamación económica que consideramos totalmente injusta, abusiva y desproporcionada.

 

Lamentamos comunicarles que, de no corregirse esta situación, nos veremos forzados a paralizar la actividad del teatro durante las próximas representaciones de la ópera Cyrano de Bergerac.

Sentimos profundamente el perjuicio que esta decisión pudiera llegar a ocasionarles, y apelamos a su comprensión y solidaridad. Así mismo les expresamos nuestro deseo de continuar prestando nuestro servicio con normalidad en breve.

 

Cordialmente

Los trabajadores del Teatro Real

Para más información:

http://es-la.facebooK.com/lndignadosTeatroReal


Desde fuera, tal reivindicación parece justa. No es fácil, ni posible devolver todo el dinero, sobre todo en economías precarias, por parte de los empleados. El efecto retroactivo no parece prudente, tal como están las cosas en nuestro país. De las equivocaciones son responsables los que las han cometido, y se impone un diálogo, y no una determinación a una sola banda.  Tema aparte sería un nuevo diálogo para una nueva forma de contrato.

 

LA CLASE MEDIA HAMBRIENTA DE TEATRO

 

En esa vorágine de recabar dinero aquí y allá por parte del Estado, una de las áreas que más se pueden ver afectadas es la Cultura, y, en concreto, el Teatro. Parece un bocado fácil, porque algunas mentalidades piensan que eso pertenece al exclusivo divertimento y por lo tanto a lo superfluo. Sin embargo curiosamente el teatro ha experimentado un aluvión de público. Las causa pueden ser varias. A veces la necesidad de la "evasión" de esa angustia, "in crescendo", que se enrosca en todos y oprime como una pitón. Otras, la necesidad de mantenerse vivo y concienciarse pues los autores teatrales tienen la ventaja de ponerse en contacto directo con el público y desvelar los entresijos de la sociedad o interpelar a las conciencias.

 

El secreto de esta explosión, incluso en tiempos de crisis, suele ser voz común lo que expresa Nuria Espert, con motivo de la representación de La Loba:

 

·         No sé por qué, pero lo curioso es que hemos notado que, desde que se torció todo, los teatros empiezan a llenarse, tanto el teatro serio como el ligero. Hay obras que tienen un público muy determinado y otras con un público variopinto. Por otra parte la juventud ha descubierto el teatro y los veteranos vuelven. Hemos comprobado que en la gira, antes muchos teatros estaban abandonados y ahora no. No sé  a qué se debe y si durará. Son las clases medias las que tienen muchísima aficción al teatro. La aristocracia no,

 

·         Salvo la Duquesa de Alba - le corrige alguien

 

·         Es verdad. Es la clase media de todos los países del mundo. El público del cine es más variopinto y por eso se hacen películas estúpidas. Yo adoro el cine norteamericano, pero ahora compruebo que está lleno de estupidez o es para adolescentes.  En Occidente ,en Oriente no sé, ha habido un bajón en el cine y, sobre todo el norteamericano, intenta cubrir sus deficiencias con efectos especiales. Yo conocí el auge de la televisión ya la gente se quedaba en casa. Yo, de aquella, tenía compañía propia y sólo con un gran éxito atraías al público. Los espectadores de teatro desaparecieron. Después en los años entre 1965 y 1975, hubo un florecimiento espectacular del teatro. Se revalorizó Shakespeare, Brecht, Chejov... Aquel no era un público teatral, sino españoles politizados que buscaban lo que no les ofrecía el teatro convencional y la televisión. Ahora no sé lo que pasa con esta afluencia y no sé si durará.

 

·         Yo creo que tiene que ver con los grandes procesos de cambio de la sociedad. El público se da cuenta de que España está en manos del mundo económico y ve sus problemas reflejado en el teatro: la miseria moral, la publicidad desaforada...Es semejante al mundo de los "Indignados", pero sin partidos políticos o en la calle. el teatro es un fenómeno de comunicación entre los seres humanos. Éstos encuentran respuestas a muchas de sus preguntas o se plantean nuevas preguntas.

 

·         Yo tuve una visión hace 10 años - añade Carmen Conesa. El teatro era el futuro y sigo creyendo que lo es, ya que es un directo absoluto.

 

Esta necesidad por parte del público por el teatro, tiene la contrapartida en la gente de teatro. También ellos sienten la necesidad de actuar y desempolvar obras o crear otras nuevas. Han comenzado a surgir grupos que, sin  casi un céntimo, se unen para poner en pie un texto. No cobran ensayos y buscan modos de puestas en escena económicos, así como el recurso a las dos funciones diarias. Un planteamiento que se remonta a los momentos heroicos del  teatro en carreta.

 


José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande

 

 

 

 

 

 

 

 

Última actualización el Miércoles, 09 de Mayo de 2012 20:49
 
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