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Veraneantes. Gorki. Arco. Entrevista PDF Imprimir E-mail
Escrito por José R. Díaz Sande   
Viernes, 15 de Abril de 2011 19:07

VERANEANTES

 

LA ESTRESANTE NECESIDAD

DE SER FELIZ EN VERANO

 

 

 
 VERANEANTES.
TEATRO DE CÁMARA 
(ÁNGEL GUTIÉRREZ) 1991
FOTO: R. GORDÉ

En 1904 se estrenaba Los Veraneantes de Máximo Gorki, pseudónimo de  Alekséi Maksímovich Péshkov  (Nizhny Nóvgorod, 28 de marzo de 1868 - Moscú, 18 de junio de 1936). Un texto que a lo largo de la historia teatral se ha acudido a él. Un texto que siempre ha sido apetitoso para directores, actores y escenógrafos. En España se inauguraba la temporada 1979-1980 del Centro Dramático Nacional con Los Veraneantes en versión de Carlos Gandolfo. Otros Veraneantes venía en 1991 a la Sala Mirador con el Teatro de Cámara, que dirigía Ángel Gutiérrez (CLIKEAR), apodado el “Ruso” y que actualmente dirige el Teatro Cámara Chéjov.


Ángel Gutiérrez revisaba el texto de Gorki motivado por la Perestroika y se preguntaba si Gorki podía decir algo a un pueblo convulsionado por la Perestroika y que entraba en el capitalismo. Ángel Gutiérrez viene a cuenta por partida doble: por su relación con Miguel del Arco y por Veraneantes.

 

Miguel de Arco  se presenta como uno de los actores del Veraneantes  de Ángel “conocido como el ruso”. Así como a Ángel montar Veraneantes se lo motivó la llegada de la Preistroika, a Miguel del Arco le llamó la atención “y lo que has hecho en la vida como era haber participado en aquel montaje y en haberla estudiado mucho siendo alumno de la RESAD”, y la primigenia idea de Gorki.

 

 
 FOTO: ROS RIBAS

·         En 1904 Rusia se agitaba con la idea de poder aceptar la utopía como base de todo progreso, de emprender una revolución que partiera de la dignidad del ser humano. Hoy sabemos el resultado de aquella revolución y nos permitimos pensar en ella, con cierta displicencia, como en tiempos de barbarie donde los seres humanos daban palos de ciego en busca de la magnífica modernidad de la que nosotros disfrutamos.

 

Según Miguel a estas alturas surgen una serie de preguntas: ¿En qué consiste una sociedad moderna? ¿En qué hemos progresado? ¿Se ha resuelto la injusticia, la miseria, la desigualdad, la guerra, el terror, la intolerancia?

 

·         Ya no creemos que una  revolución sea posible – declara Miguel -, por mucho que algunos países árabes intenten convencernos de lo contrario luchando contra los sátrapas. Sátrapas que nuestra modernísima y progresista sociedad ha contribuido a crear buscando su propio beneficio. El dinero manda y lo aceptamos como un axioma más. Es el sistema que nos rige y no tiene alternativa. ¿No la tiene? ¿Hay que aceptar como inevitable un sistema que ahonda de una forma cada vez más salvaje y descarada en primar el beneficio económico frente a la dignidad del ser humano?

 

 
  FOTO: ROS RIBAS

El “enorme progreso” de nuestra sociedad con respecto a la de Gorki es lo que le ha decidido a Miguel del Arco a retomar Veraneantes, que no es

 

·         Una adaptación sino una “reescritura”, ya que era traerlos a la España actual de 2011. Nos hemos alejado bastante y no como con Pirandello en La Función por hacer.

 

La Función por hacer era el anterior espectáculo del grupo que ha optado por el nombre de Kamikaze Producciones. Este espectáculo adaptaba la obra de Luigi Pirandello Seis personajes en busca de autor y tiene bastante que ver con que Veraneantes naciese.

 

·         Estábamos en Barcelona con La Función por hacer y en tiempos libres lo pensamos. Como nos entendíamos muy bien como grupo, podíamos crear un nuevo proyecto. Recordé Veraneantes. Teníamos una idea germen: No se trataba de poner en marcha una revolución como en la obra de Gorki, sino que constatábamos que algo va mal en nuestra sociedad y hay que cambiar. Un día que Israel Elejalde tenía una reunión José Luis Gómez en La Abadía, se lo planteó y a los dos o tres día nos reunimos aquí y se puso en marcha.

 

Una vez que se aleja del texto de Gorki la pregunta obvia ¿por qué no escribir algo nuevo?

 

·         Yo soy hombre de escena y no me atrevo a escribir. Gorki fue un visionario y lo utilicé. Es un trampolín para hablar del tiempo. Partimos de los cuatro actos y traemos a nuestros veraneantes aquí y ahora. Posiblemente con la misma necesidad de cambio que sus antepasados rusos pero, tal vez, más incapaces para provocarlo. Seguramente menos valientes. Con todo a su disposición para ser felices en este tiempo feliz… pero esa necesidad de pasarlo bien y buscar la felicidad puede llegar a ser estresante.

 

 
 FOTO: ROS RIBAS

Uno de los aspectos que le interesaba era

 

·         La capa atmosférica. Los veraneantes vienen y se mezclan sin más. Se trata de retazos de vida y por lo tanto parece que no hay una trama real. Lo que sobresale es la necesidad de ser felices en ese mundo del ocio. Los niños no pueden aburrirse y hay que llevarlos de una cosa a otra. Hay una incapacidad pata escucharse los unos a los otros o la necesidad de ser felices a costa de los demás.

 

Kamikaze Producciones lo conforman 11 actores y por lo tanto los 20 personajes de Gorki se han reducido a esos 11.

 

·         Lo cual ya es difícil para una producción privada. La reducción de los personajes lo he conseguido eliminando personajes secundarios y fusionando dos en uno. También he eliminado los nombres originales y los personajes se llaman como los propios actores.

 

La disposición del espacio escénico es en medio de la salva con diversas pequeñas alturas, en modos que los  espectadores rodean el cuadrilátero.

 

·         El hacerlo a cuatro bandas es porque queríamos buscar la cercanía del público. La fila más alejada es la quinta. Después de tas cuenta que es “un grano en el culo” para mover la escena. De todos modos permite más intimidad. Tiene algo de lo que tiene la gente en la playa, que ves la vida de los otros y por eso hemos diluido las fronteras. Los personajes entran por todas las esquinas y el público casi los puede tocar.

 

FOTO: ROS RIBAS

  

Uno de los elementos protagonistas es la música:

 

·         Hay mucha música, mucha, porque en el verano el silencio se lleva mal. Se recitan muchos poemas y el sonido te impulsa y cómo no está la “canción del verano”. Se puede decir que Veraneantes es una tragedia a ritmo de la canción del verano.

 

Miguel del Arco es actor, guionista, director de teatro, cine y televisión, adaptador... En teatro ha conseguido sus mayores éxitos como adaptador de textos. Entre sus últimos trabajos está un testo propio:   Refugiados. El proyecto Youclai (CLIKEAR) y La Violación de Lucreciade William Shakespeare (CLIKEAR). El mencionado montaje La función por hacer fue un gran éxito la temporada pasada con nueve nominaciones a los Premios Max, incluidas Mejor Espectáculo y Mejor dirección.

 

 


José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande

 

 

 

 

 

 

Última actualización el Domingo, 26 de Junio de 2011 18:15
 
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