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La lluvia amarilla. Entrevista. PDF Imprimir E-mail
Escrito por José R. Díaz Sande.   
Sábado, 20 de Marzo de 2010 13:01

LA LLUVIA AMARILLA
PEREGRINACIÓN HACIA EL TEATRO

[2008-07-23]

A la Sala Pequeña del Teatro Español, que hasta ahora cotiza llenos, vuelve una vez más una novela.


LA LLUVIA AMARILLA
PEREGRINACIÓN HACIA EL TEATRO


AINIELLE

A la Sala Pequeña del Teatro Español, que hasta ahora cotiza llenos, vuelve una vez más una novela. Antes fue Sin noticias de Gurb y ahora La lluvia amarilla del novelista Julio Llamazares (Vegamián, León, 1955), al cual no se le ha pasado por la imaginación el intervenir en la adaptación porque

  • …me sucede lo mismo que a los cirujanos que operan a otros pero no se atreven con sus hijos.

Ignacio García, director adjunto del Teatro Español, es el anfitrión en sustitución del director Mario Gas, engolfado en el estreno de Las Troyanas para el Festival de Mérida.


AINIELLE
  • Estamos muy contentos de presentar esta magnífica producción de la impresionante novela de Julio Llamazares, con una magnífica versión teatral de José Ramón Fernández, dirigida por Emilio de Valle e interpretada magníficamente por Chema de Miguel y Francisco Lumbreras con su original composición musical. José Ramón Fernández vuelve a la sala pequeña. Él la vio nacer cuando estrenó su obra Nina, dirigida por Salvador García Ruiz. Estaremos hasta el 27 de julio, porque hemos comprobado que el público quiere ver teatro en verano.

LA LLUVIA AMARILLA,
UNA NOVELA QUE SE ASOMÓ TÍMIDA
AL MUNDO EDITORIAL

La lluvia amarilla (1988) como novela nació tímida. Autor y editor se pusieron en la realidad: “novela minoritaria” y por lo tanto si vendían 1.000 ejemplares se podrían dar con un canto en los dientes. La realidad fue muy otra: van vendidos más de 400.000 ejemplares, traducida a más de veinte idiomas, tesis y tesinas en las universidades se han ocupado de ella y ha generado secuelas como libros de fotografías y estudios antropológicos.

La lluvia amarilla narra en primera persona el paso fulminante, en los estertores de la muerte, de la película de los últimos diez años de la vida de Andrés, concretamente los años que transcurren entre el suicidio de Sabina, su esposa, y el ahora, momento en que la vida le abandona. Andrés visualiza la llegada de las gentes de otro pueblo. Lo encuentran muerto y lo entierran.
LA IGLESIA (abandonada) de AINIELLE

Todo esto sucede en Ainielle, un pueblo en la montañas del Pirineo de Huesca, que en 1971 quedó completamente abandonado, pero sus casas de mantuvieron en pie, pudriéndose en silencio, en medio del olvido y la nieve. Julio Llamazares en el preludio al capítulo 1 de su novela advierte

  • Ainielle existe
Ainielle

Fantasía del autor son sus personajes, aunque podrían ser los verdaderos.

LA LLUVIA AMARILLA,
UN PROYECTO ANTIGUO
QUE HA ENCONTRADO
EL KAIRÓS GRIEGO

Ahora nos llega como versión teatral dirigida por Emilio del Valle (Madrid, 24 – XII- 1961). Se estrenó en el octubre pasado en el Festival Periferia de Huesca y después ya ha recorrido un cierto periplo: los teatros de la red de Castilla-León y Castilla-La Mancha. Y ha funcionado. La última parada, de momento, es en la Sala Pequeña del Teatro Español.

  • Estamos muy contentos y honrados – declara Emilio -, de que nos hallan abierto las puertas de esta sala. Es un proyecto antiguo este de convertir en teatro el monólogo interior de la novela. Hace años me sobrecogió la novela. Fue un hallazgo y esperé el tiempo oportuno – el Kairós de los griegos – para producirla. Tarea no fácil, porque había que mantener el gran nivel literario poético y conseguir el tiempo, pues el teatro tiene otro distinto al de novela, que se va leyendo día a día. Por eso encargué el trabajo de dramaturgia a José Ramón Fernández y la satisfacción es que Julio, autor, no ha echado nada en falta. Luego misión cumplida.

EMILIO DEL VALLE

ANDRÉS,
FUERA DEL CIRCUITO HUMANO

La novela está estructurada en 20 capítulos. En cuanto al tiempo el capítulo 1 es tiempo presente, el del narrador. A partir de aquí comienza un flashback – una vuelta al pasado – en presente, que nos traslada diez años atrás en la memoria de Andrés, hasta el suicidio de Sabina, su mujer. Los capítulos siguientes se suceden entre la memoria y el olvido que se acaba: un viaje hacia el final. En el capítulo 17 se vuelve a la acción del capítulo 1. Andrés imagina cómo los vecinos de los alrededores rescatan su cadáver para sepultarlo. Todo ello va expresado en forma de monólogo. Andrés es un solitario. Está fuera del circuito humano. Una figura marginal en período de desintegración, en términos políticos.


CHEMA DE MIGUEL
FOTO: PEPE TORRENTE

  • No es popular hablar del mundo rural hoy – reseña Emilio -, pero nos toca contar la historia de un derrotado, una pérdida de identidad. Para mí ha sido un enorme placer hacerlo, por las palabras de la novela de Julio y por la interpretación de Chema tan vinculado al teatro y porque es de los grandes actores. Y quisiera resaltar la música que está muy ligada a la parte de la tierra.

INTENTAR CONSERVAR
LA MÚSICA DE LAS PALABRAS

José Ramón Fernández se encarga de la adaptación, que constituye un placer agridulce, porque en esta tarea las obligadas tijeras pueden cortar  bien o mal y sobre todo porque, en literatura el amputar esta escena o este fragmento cuando no es tuyo no deja de ser un pequeño atentado.


JOSÉ RAMÓN FERNÁNDEZ
  • Yo había leído la novela en la Universidad y ahora me llega Emilio con el regalo de la novela de Julio. La memoria, el olvido y los topónimos de la novela los llevé a mi infancia y mis paisajes y a todas las cosas que se habían quedado pegadas a mi piel. El criterio para traducir de un género a otro es el tocarlo lo menos posible, pues es un texto de una calidad literaria difícil de igualar. Posee una música interior que sobrecoge. Mi trabajo ha consistido en conservar la música a pesar de tener que reducir el texto de forma cruel.

José Ramón Fernández es también autor literario y conoce los dolores de un parto literario, comprende que no hace ninguna gracia el que un extraño seccione por aquí y por allá. Su conciencia se tranquiliza tras las palabras de Julio: No falta nada.

  • Espero que los lectores de la novela encuentren que no he traicionado el texto que se hizo hace años. Nada más.

Al adaptar un texto cuando el autor está vivo, es posible la tentación de consultar con el autor, pero es algo que José Ramón no se lo planteó porque…

  • …como adaptador he trabajado al servicio del director de escena que era Emilio y que es el creador del espectáculo teatral. En el caso de consultar con Julio estaba la posibilidad de que lo echase atrás y habría que comenzar de cero. Era una propuesta interesante, pero Julio tenía plena confianza en el proyecto y solamente habló con Emilio cómo desarrollarlo. De las 35.000 palabras lo hemos dejado en 9.000. Me da vergüenza meterme con el texto por la calidad literaria que posee y me da miedo destruirla.

CHEMA DE MIGUEL BILBAO
FOTO: PEPE TOPRRENTE

  • La primera entrega de José Ramón – añade Emilio fue de 13.000 palabras. “O haces algo, me dijo, pero yo ya no puedo seguir”. Después hubo un segundo corte dejándolo en 9.000 palabras, pero la hice yo. 

ES UNA OBRA DE GRAN DELICADEZA Y MUSICALIDAD
TENÍA CURIOSIDAD POR LA VERSIÓN TEATRAL
NO SABÍA CÓMO PODÍA QUEDAR

Julio Llamazares nación en Vegamín un pueblo hoy desaparecido de la provincia de León. No es casual que haya centrado la atención en otro pueblo desaparecido: Ainielle. Desde muy joven se inició en la poesía, después vino la narrativa, los artículos periodísticos e incluso la literatura de viajes. Su obra está llena de intimismo y de un lenguaje preciso y exquisito en las descripciones.


JULIO LLAMAZARES
  • Yo estoy aquí como convidado de piedra. No tengo ningún mérito. Emilio me propuso intervenir en la adaptación de la novela, pero me negué porque desconozco el lenguaje del teatro. Sólo he hecho algo en cine. Cuando la vi el día del estreno no eché nada en falta. Estaba el espíritu. De la novela hay un 15 ó 20%, aunque no he vuelto a leer la novela. Una vez escritos, no leo mis libros. Es una obra de gran delicadeza y musicalidad, por eso tenía una extraña curiosidad por la versión teatral, porque no sabía cómo se podía hacer.

A pesar de que Julio no había vuelto a leerla, las palabras eran de su propiedad y dormían en su interior. Por eso…

  • …recordaba cada palabra y lo que me pasaba o hacía al oir cada palabra de Chema. Yo escribo pensando al pasear o paseando al perro. Ha sido una gran valentía el atreverse a montarla porque es una obra muy dura, ya que trata de la desaparición de un mundo y esto en una época en que prima la superficialidad. También abordar una obra que se titula La lluvia amarilla, un color, el amarillo, que es tabú en el teatro. Por eso es una doble valentía.


CHEMA DE MIGUEL BILBAO
FOTO: PEPE TORRENTE

ESO LO HE VIVIDO YO

Chema de Miguel Bilbao interpreta al campesino Andrés. Iniciado en el teatro independiente de los años 70, su tez y cabello rubicundo siempre le dio un aire juvenil, que el tiempo ha transmutado en una cabellera blanca, retrasada por las entradas y en una barba también blanca. En estos últimos años su nombre es habitual en los repartos del Centro Dramático Nacional y Teatro Clásico.


CHEMA DE MIGUEL BILBAO
  • Fué un grandísimo placer y sorpresa al mismo tiempo cuando me lo propuso Emilio. Por mi parte ha sido un atrevimiento total por la calidad de la novela y por una dirección sin concesiones al espectador. En mí había una pregunta: si ya estaba la novela ¿para qué una versión teatral? Es lo más dramático que he hecho en mi vida y la respuesta de la gente es increíble. En esto ya hay una respuesta. Hay granes compensaciones poéticas que llevan al actor a un estadio indiferente. No se trata de una comedia que hace reir y sin embargo tiene respuesta del público. En Huesca la gente que había vivido la historia se reconocía en la obra. Un abuelo en el patio de butacas nos comentó: Eso lo he vivido yo. Después está la gente joven que también conecta y a algunos los hemos visto llorando al salir. Yo no lo esperaba. Ha sido una grandísima sorpresa, por ello gracias a Emilio y a Julio.

Esta es la primera vez que Chema actúa en el Teatro Español.

  • Sólo había hecho una lectura del Don Juan, pero actuar es la primera vez y para mí es un gran placer.

MÚSICA ÉTNICA
PARA UN PUEBLO ABANDONADO.

Chema en su monologar va acompañado de una banda sonora en directo un tanto insólita, interpretada por Francisco Lumbreras. Francisco se formó en el Conservatorio Profesional de Madrid, pero su interés por la música étnica y por las filosofías orientales le llevaron a tomar contacto con el didgeridoo y con el canto difónico o canto de armónicos y la musicoterapia.

Francisco se define, en este montaje, como…

  • Un instrumento. Hago lo de otros espacios pero adaptado al teatro. Tiene mucho sentido y estoy encantado con la Compañía.

Un instrumento protagonista es el, que para los profanos nos suena en una nota grave.

  • Es un instrumento de viento o aerófono ancestral – aclara Francisco utilizado por los aborígenes de Australia. Es un instrumento no melódico y polifónico, que emite una vibración grave y profunda. Esta vibración se puede modular y se le puede dotar de ritmo. El nombre de didgeridoo no es aborigen, sino que los aborígenes lo llama Yidaki que quiere decir “instrumento de conexión espiritual”.
didgeridoo

Según las pinturas rupestres hay que adjudicarle una existencia de 20.000 años, aunque los aborígenes suben la edad hasta 40.000 años. Originariamente se construía a partir de troncos de árboles muertos – eucaliptos por lo general – y vaciados por las termitas. Al limpiarlo se obtiene un tubo largo que se hace sonar haciendo vibrar los labios en uno de sus extremos. La vibración se amplia por las paredes de un tubo y surge un fantástico sonido. Es posible la modulación mediante el movimiento de los labios y la lengua o bien añadiendo, durante la vibración, los sonidos de la garganta.

FRANCISCO LUMBRERAS
CREADOR DE SONIDOS INQUIETANTES
Y HERMOSOS

La relación entre Emilio y Francisco proviene de largo.


ainielle, valle
pirenaico
  • Conocí a Francisco como cantante lírico – confiesa Emilio -, y fue alumno mío en el Conservatorio en los cursos de interpretación teatral. Una de las profesoras de música le dijo. Haz lo que sabes hacer. Lo hizo y yo flipé cuando le ví sacar 5 ó 6 voces a la vez y que además suenan muy bien. Tenía mucho que ver con el texto al crear sonidos inquietantes, hermosos y con instrumentos no convencionales como son: el didgeridoo, las campanas tibetanas, los vasos de cuarzo que producen una vibración peculiar. Estos sonidos tenían congeniaban muy bien con el mundo interior de Andrés y los pueblos abandonados donde sólo quedan los ecos.

El modo de componer este tipo de música no es al uso.

  • Tiene bastante de improvisación. Se parte de una frase musical mínima que estableció una amiga mía, Montse Muñoz – en el programa de mano aparece bajo el apelativo de dirección musical: Montserrat Muñoz -, y a partir de ahí se improvisa. A lo más hay una melodía de 2 ó 5 notas y después se deja que fluya. Improviso, pero desde una estructura muy elemental.

Sobre la escena a la derecha se sitúa el personaje de Andrés y a la izquierda Francisco rodeado de sus instrumentos. La interacción que hay entre ellos, según Chema es en cuanto que…

  • Hay momentos en que integro los sonidos, por mi parte, como si fuera parte de mi pensamiento. Teatralmente no se mezclan sino que se complementan. Sirve también para los cambios teatralmente hablando.

EL ESPACIO, LA LUZ  Y EL VETUARIO
JUNTO CON LA PALABRA
EVOCADORES DEL PAISAJE PIRENAICO.

En realidad el protagonista es el pueblo de Ainielle, que queda fotografiado a través de las palabras de Andrés.

  • Lo hemos situado – precisa Emilio - , en la cocina-fuego, uno de los espacios más queridos por el personaje. Allí emplazamos el camastro, los recuerdos y los cuadros de Andrés. Entre la comida y el fuego, el camastro preside la soledad del personaje como si fuera un pequeño escenario. Es un espacio de 16 metros cuadrados y allí transcurrirá toda la historia.

CHEMA DE MIGUEL
FOTO: PEPE TORRENTE

Esta cocina-fuego está a la derecha del escenario, según la orientación del espectador. A la izquierda Francisco Lumbreras encajado entre sus atípicos instrumentos y, en medio, una decrépita puerta reclinada sobre el suelo. La puerta es una ilusión, porque se trata de una proyección visual sobre un vaciado de fibra de vidrio.

  • Las proyecciones, además de la puerta serán la luna, lugares de  estilo naif que Andrés recuerda. Todo lo que hay fuera de la casa. Los elementos escenográficos son orgánicos. No cabe el plástico ni en el atrezzo. Con ello pretendemos acercarnos a un modo de vida del  que todavía tenemos información. Intentamos que sea una estética con aroma antropológica – aclara Emilio.

CHEMA DE MIGUEL
FOTO: PEPE TORRENTE

Esa línea evocadora ancestral se extiende al vestuario

  • Por eso el uso de la pana y el algodón con un colorido sacado de las fotografías y utilizando tintes orgánicos. Ello nos va a cercando a la paleta de verdes, pardos, marrones y grises que nos trasladan al mundo paisajístico del Pirineo, que nos propone Buly, el pintor autor de los bocetos.

Importante es el uso de la luz, que en 16 metros cuadros se rebela a ser maleable.

  • Se trata con la luz de perder la escenografía cuando convenga y hacer vivir como si toda ella fuera el fuego al que Andrés se arrima para vencer el frío. Hemos tenido que trabajar con proyectores especiales y situarlos en lugares insólitos. José Manuel Guerra, su artífice, ha sido una pieza clave por su experiencia.

EL FENÓMENO
LA LLUVIA AMARILLA

La Lluvia amarilla, que vaticinaba ser patrimonio de unos pocos por su temática y dureza se ha convertido, durante estos años en un fenómeno social y universal. Actualmente es lectura obligatoria en los centros de Secundaria de la Comunidad Autónoma de Aragón y de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Esto ha propiciado que de cada tres familias aragonesas una, tiene un ejemplar de la novela.

Se ha creado también la ruta turística conocida como La ruta de La lluvia amarilla. Parte de las sierras pirenaicas de Huesca y termina en Ainielle, nombre que algunas familias de Aragón han dado a sus hijas.  

Tal popularidad para una novela, calificada como novela difícil, triste y muy alejada del modo de vida actual, que está inmersa en el consumo y lo mediático, no es fácil dar una razón satisfactoria. No obstante Emilio piensa que:

  • Probablemente su tema central, el abandono del mundo rural, es un tema de carácter antropológico que toca y une a mucha gente. Gente que se siente identificada con los pensamientos del autor. Y gente de todo el mundo porque los movimientos migratorios afectan tanto a las zonas más ricas del planeta como a las más deprimidas. En estos momentos, Perú asiste, incapaz, al abandono de los campos por parte de unos campesinos cansados de malvivir. China no sabe qué hacer para retener a sus campesinos en las aldeas mientras sus grandes metrópolis crecen a un ritmo infernal.

CHEMA DE MIGUEL BILBAO
FOTO: PEPE TORRENTE

EL CIELO DE MADRID
“HE ESTADO ESCRIBIÉNDOLA
DESDE LOS DOCE AÑOS”

La última novela de Julio Llamazares es El cielo de Madrid, publicada en 2005,  y de ella el propio Julio, confesaba al periodista Felix Linares para El correo digital (Bilbao, 11 – IV -2005):


JULIO LLAMAZARES
(ÉPOCA JUVENIL, Archivo)
  • El cielo de Madrid es el fruto de muchos años de vida. Dado que entre la novela anterior y ésta han pasado once años, me suelen preguntar cuánto tiempo he tardado en escribirla. Yo siempre respondo que toda la vida. En concreto, seguramente he estado escribiéndola desde los doce hasta los cuarenta y nueve años (momento de la publicación). Digo esto porque el brote de esta novela seguramente se encuentra en una noche de septiembre de 1967. Al niño de doce años que entonces era yo – como a todos los niños que, siendo de los pueblos, querían estudiar – lo mandaron a estudiar a un internado. En mi caso, a un colegio de frailes capuchinos de Madrid.
En El cielo de Madrid su protagonista es un joven pintor asturiano. Llega la capital en los años 80 con la ilusión de trabajar en un ambiente que le lance y así pueda ser conocido. Vuelve al uso de la palabra como medio de comunicación y en este caso se lo cuenta a su hijo recién nacido, pero es una excusa narrativa. En realidad es una mirada hacia atrás y así aclararse con lo que sucedido en estos últimos veinte años de su vida, ya que cuando llega a Madrid tiene treinta años. Al mismo tiempo, en esa mirada hacia atrás, se desarrollan las nuevas libertades y el tránsito de un Madrid y una España hacia la europeización.


EL CIELO DE MADRID
(2005)

EL TEATRO,
EL HOGAR DE UNA FICCIÓN CREÍBLE

Uno de los fenómenos del teatro es que cuando una novela sube al escenario, comienza un nuevo itinerar. Los espectadores que no habían leído el original, frecuentemente quieren conocerlo o al menos otras obras de su autor. Este fenómeno novela-teatro no es fácil y según Emilio del Valle supone…


LA LLUVIA AMARILLA
(NOVELA) (DIVERSAS EDICIONES)
  • Un trabajo rigurosísimo de esclarecimiento en la cadena de sucesos, es decir, un conocimiento exhaustivo de la construcción interna del material literario-dramático. El teatro es, además, el hogar por excelencia de la ficción que ha de ser creíble, el espacio en el que el  trabajo y reconocimiento se sintetizan como en ningún otro lugar. Podríamos definir la profesión de actor como la lucha por reconquistar el reconocimiento del espectador: sería una formulación heterodoxa y, sin embargo, muy pegada a la realidad.


José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande

 

Última actualización el Sábado, 01 de Mayo de 2010 11:50
 
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